unico

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Los golpes en su puerta fueron los responsables de interrumpir sus sueños, el reloj marcaba que eran las tres de la mañana.
Kim sin pensarlo corrió para abrir la puerta, lo cual hizo, y en cuestión de segundos tenía a un castaño aferrado a él en un abrazo el cual Kim devolvió, al final de cuentas se trataba de su pequeño ángel.

Su corazón se rompió al escucharlo llorar una vez más y quiso desaparecer a los responsables de las lágrimas de su niño.

-Llora mi amor, llora.- Dando palmaditas en su espalda. -Dejame ver tú carita ángel.- Chay nego aún aferrado al abrazo.

Esa había sido su rutina los últimos cinco días Chay llegaba llorando en la madrugada a su casa y Kim solo lo consolaba recordándole cuánto lo amaba, revisando que su niño no tuviera ningún rasguño.

-Kim.- Sus palabras sonaron amortiguadas por estar abrazado a él. -Él me golpeo otra vez, me había prometido no volver a hacerlo, pero rompió su promesa de nuevo.

Los orbes del mencionado se oscurecieron. -Dejame ver Chay.- Está vez si tono no fue dulce y el menor fue consciente de ello, así que obedeció.

El corazón de Kim se quebró un poco al ver el labio roto de su niño bonito junto con sus ojitos hinchados por el llanto.

-Chay.

-No se que hacer él siempre lastima mi corazón, pero no sé a dónde huir y esconderme, en el armario y bajo la cama ya no es suficiente.

Kim quiso matar al maldito padre de su ángel que ese imbécil era el responsable de que su niño estuviera tan muerto en vida.

Hace unos "días" Kim se había "enterado" de que terrible mierda era la vida de su novio y solo quiso meter a ese angelito en una bola de cristal y cuidarlo de todos.

En la familia del chiquillo solo eran cuatro, y su hermano mayor era quien lo cuidaba ya que sus padres peleaban a golpes constantemente sin tener la menor idea de como iba estaban ellos, a los seis años Chay se enteró de que era una infidelidad, a los seis años también recuerda haber recibido el primer golpe de su padre por no tener una buena calificación. A los seis años la vida de Chay se volvió un asco.
Su madre jamás dejo a su padre diciendo que lo amaba aunque que este años después comenzó a golpearla, Chay recuerda su infancia abrazado a su hermano mayor quien le susurraba que todo estaría bien que el trabajaría y los sacaría de ahí, jamás paso ya que cuando Chay cumplió catorce años encontró a su hermano mayor en la bañera sin vida y a lado una carta en dónde se disculpaba por no cumplir su promesa diciendo que él está bien que lo cuidara dónde estuviera y que podría ser más fuerte y resistir un poco más, ese día su mundo se rompió más, su mundo se habia esfumado con su hermano.

Dos años después descubrió el porque su hermano había decidido quitarse la vida, al parecer lo habían abusado sexualmente más de una vez en el trabajo que había conseguido con tanto esfuerzo para sacar a Chay de casa.

"Pronto nos iremos de aquí hermanito lo prometo" había prometido Porsche una de las tantas noches que sus padres peleaban y Chay le creyó porque después de todo era la única persona que lo quería y cuidaba, era la única familia que tenía.

"Ya conseguí trabajo, nos iremos, solo aguanta un poco" ese día recuerda que su hermano le contagió su felicidad y confío en esperar un poco, días después de eso noto cuando su hermano comenzó a tener pesadillas, lo escucho llorar por las noches, pero creyó que era por sus padres, jamas imagino que su hermano estaba siendo abusado, y es que Chay tampoco entendía mucho.

"Chay yo lo siento por no poder soportarlo más" Chay no entendio cuando Porsche le dijo aquello un día en la noche, tampoco el porque lo abrazo mucho tiempo como si fuera a desaparecer, se asustó al pensar que lo dejaría solo, pero al ver que al día siguiente estaba aún a su lado se calmo un poco, jamas debio dejarlo solo ese día, todo fue su culpa, Chay siempre se culpo de la muerte y lo que vivió su hermano aunque en la carta que le dejó decía lo contrario Chay sabía que habia sido su culpa.

-Tranquilo ángel, estás conmigo y yo te voy a proteger.- Le susurro al oído Kim y Chay solo se permitió creerle aunque sintiera que era un engaño y que él también se iría como todos los que alguna vez estuvieron a su lado.

Chay lloro más, porque el no quería perder a nadie más, por qué el quería que estaba vez alguien si se quedará con él para siempre, quería que Kim jamás se alejara, aunque sonaba egoísta.

-Kim tengo miedo.- Murmuro Chay un rato después, justo cuando Kim le estaba curando las heridas.

El nombrado tomo su mano y vio las cicatrices en sus muñecas y las volvió a besar como siempre hacía, Kim odiaba tanto ver sufrir a su angelito, pero también amaba que Chay tuviera problemas paternales porque él también los tenía y solo así lo cuidaba.

-Yo estoy aquí contigo angel jamás te voy a dejar.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo mi amor, voy a estar contigo y te voy a cuidar siempre.- Y no era mentira. Nunca volvería a dejar que nadie lo volviera a golpear, ya había sido suficiente.

Aunque Kim también tenía problemas con su padre no le afectaban tanto como a Chay le afectaban los suyos, y puede que suene muy enfermo de su parte pero aveces Kim solo decía cosas para hacer al niño muy dependiente a él. Jamás lo lastimaría eso era más que seguro, solo lo dejaba regresar a casa para que se rompiera un poco más y la mente del menor solo lo comenzara a ver como su único lugar seguro.

Le había costado bastante tener a ese niño entre sus brazos, pero cada día se convencía de que valía la pena.

-Chay no es necesario que regreses a casa, quédate conmigo aquí, yo seré tu nuevo hogar, yo te voy a cuidar y proteger de todo.- Le dijo con una bella e inocente sonrisa, la cual fue perfecta para hacer caer a Chay quien lo abrazo mientras susurraba pequeños "gracias" y "Te amo" mientras se aferraba de forma necesitada en otro abrazo.

La sonrisa del mayor fue enorme, amaba de una forma tan enferma y retorcida a ese niño. Él mataría por Chay.

Chay ya dependía demasiado de el como para alejarse.

Y a Kim no le importaba si solo era dependencia lo que sentía su niño por él porque sabía que seguiría a su lado para siempre creyendo que lo amaba, después de todo él se había encargado de que fuera así.

Al final fue tan fácil jugar con la mente de alguien que se encontraba tan vulnerable después de la muerte de su hermano de la única persona que lo "amaba", fue tan fácil alejar a todos del camino para ser la única persona en la vida de su Chay.

El mejor dormir profundamente en sus brazos y Kim solo disfrutaba de ellos, Chay jamás sabría todo lo que el mayor era, haría e hizo para que él estuviera y este a su lado.















































©TIN

Daddy Issues - KIMCHAY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora