La primera vez que Harry lo ve, no es como en las películas.El tiempo no se detiene, el ruido de la ajetreada cafetería no disminuye y el mundo sigue rotando sobre su eje.
Sin embargo, se siente extraño. Como si estuviera presenciando un accidente en mitad de la calle, donde sabes que deberías apartar la mirada pero simplemente no puedes. Demasiado hipnotizado con curiosidad como para hacerlo.
Dentro del campus de la universidad había una pequeña cafetería a la que los estudiantes recudían con frecuencia entre clases.
Lily's es la cafetería favorita de Harry, porque a pesar de que está convenientemente cerca de su edificio de clases, también cuenta con aquel chico de ojos azules y sonrisa encantadora.
Louis Tomlinson, pone en su pequeña placa. Un nombre estúpidamente lindo para un chico estúpidamente lindo.
Y Harry casi quiere rodar los ojos y bufar con molestia ante sus propios pensamientos, quiere apartar la mirada de él y no prestarle más atención. Pero no puede, sus ojos parecen no querer apartarse de aquel chico.
Desde hacía una semana, cada vez que entraba en la cafetería, sus ojos no podían apartarse del bonito castaño de ojos azules.
Supone que es algo normal, que posiblemente todos los demás estudiantes también se quedaban hipnotizados por la belleza del castaño.
—No estas siendo muy sutil, amigo. -La voz de Niall le saca de su pequeño trance.-
Sin embargo, Harry quiere protestar, quiere preguntar si realmente era el único que se encontraba viendo al chico castaño preparando cafés con aquella bonita sonrisa en sus labios. Se pregunta si quizás es fruto de su imaginación, y por eso nadie más está completamente hipnotizado por él.
—No sabía que estaba prohibido mirar. -Es todo lo que dice, un tanto a la defensiva mientras se cruza de brazos.-
Niall suelta un bufido mientras sonríe, sabiendo que Harry estaba siendo completamente ridículo.
—¿Por qué no te sacas de tu propia miseria y te acercas a hablar con él? -Dice simplemente, encogiéndose de hombros.- Llevas varios días así.
El rizado suelta una pequeña risa amarga en respuesta. Realmente Harry no tenia ningún problema en acercarse a los demás, lo hacía a diario, nunca le había costado comenzar una conversación. Sin embargo, la idea de acercarse al castaño le hacía sentir...extraño.
—Estoy bien, gracias. -Es todo lo que responde en un pequeño murmullo.-
—Oh vamos ¿Que tienes que perder?
El rizado suspira.
¿Al fin y al cabo, que sabía de aquel bonito chico?
Nada. No sabía nada de él.
Sin embargo esa era la mejor parte, que aquel bonito chico de ojos azules podía ser lo que Harry quisiese. El encanto de no saber hace que puedas imaginar a las personas como quieras.
No pueden decepcionarte, porque son solo una idea en tu cabeza, una fantasía.Y quizás no es lo más sano del mundo, pero Harry considera que es bastante más seguro. Bastante más fácil.
—Solo me parece atractivo, eso es todo. -Dice antes de darle un sorbo a su bebida y mirar por última vez a Louis, que se encontraba escribiendo un nombre en uno de los vasos.-
Y Niall asiente ante sus palabras, aunque realmente no le crea, y el rizado tampoco puede juzgarlo por ello. Porque si es honesto, nunca ha creído demasiado en la idea del amor, nunca realmente ha estado interesado en ello.
A pesar de que le gustaba leer sobre el tema, ver películas increíblemente románticas y fantasear con una vida junto a alguien más, la realidad era un tanto más cruda, más imperfecta.
Más imprecisa.
***
Louis suspira, apoyándose contra la barra de madera mientras Liam le da un sorbo a su botella de agua.
Por fin habían terminado con la interminable cola de estudiantes que solía aparecer justo después de clases.
—Lo peor ya ha pasado. -Liam dice, suspirando suavemente.-
—Menos mal, si tengo que servir otro jodido café en los siguientes dos minutos voy a volver loco. -Louis responde.-
—La vida universitaria es una tortura -Liam suelta un pequeño bufido.- Que me costaba ser una planta.
Aquello hace que el castaño suelte una pequeña risa, asintiendo suavemente.
—Me pregunto lo mismo.
Liam le sonríe, dirigiendo su mirada a los estudiantes que se encontraban en algunas mesas.
—Por cierto -Dice, cundo su mirada se detiene en cierto rizado.- ¿Quien es ese chico de allí?
—¿Mhm? -Louis levanta la mirada, dirigiéndola hacia donde Liam le indicaba.-
Allí, en una mesa al lado del enorme ventanal que daba al campus, se encontraba un chico rizado.
Louis intenta por unos segundos pensar si lo reconoce de algún lado, quizás de alguna fiesta o alguna clase.
Sin embargo, está bastante seguro de que es la primera vez que lo ve.
—No lo sé -Responde, encogiéndose de hombros.- ¿Por qué?
Liam parece un tanto sorprendido con la respuesta, mirando a su amigo un tanto confundido.
—Oh, pensaba que os conocías.
Y Louis niega suavemente.
—Es la primera vez que lo veo. -Afirma mientras se encoge de hombros.-
Entonces, la confusión en el rostro de Liam desparece, una sonrisa divertida dibujándose en su rostro.
—Pues ha estado mirándote.
Aquello toma a Louis por sorpresa, quien no puede evitar fruncir el ceño ante aquellas palabras, dirigiendo su mirada a la mesa donde aquel chico rizado.
¿Mirándolo? Eso era nuevo.
Sin embargo, vuelve a dirigir su mirada a su amigo, cruzándose de brazos mientras se encoge de hombros.
—No es como que este interesado.
—¿Por qué no? -Dice con una sonrisa.- Es lindo.
¿Lo era? Louis no estaba tan seguro. Quizás era por la distancia, sus ojos no terminando de analizar bien el rostro de aquel chico. Sin embargo, aunque lo fuera, Louis seguía sin estar interesado.
—No me gustan los chicos, Liam.
El castaño suspira, como si con aquellas palabras Louis hubiera acabado con cualquier tipo de fantasía que pudiera haber florecido en su cabeza.
—Bueno, ya sabes lo que dicen, nunca digas nunca.
Louis no puede evitar fruncir el ceño levemente ante las palabras de su amigo, volviendo a dirigir la mirada al chico rizado, quien se encontraba riendo por algo que su acompañante rubio decía.
Sin embargo no tiene demasiado tiempo para observarlo cuando una pareja de estudiantes se acercan a la barra en busca de café.
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What love will do to you - l.s
FanfictionHarry nunca ha creído realmente en el amor, o al menos no lo hacía, hasta que conoció a Louis Tomlinson. Donde Louis era la calma y el orden, y Harry era el desastre natural apunto de ocurrir.