Capítulo XV: Entrenar la energía.

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Jiang Cheng se dedicó a mirar con cuidado a los presentes en el salón. Se abanicó todavía con los ojos pasando por las caras de sus familiares y conocidos, todos aglomerados en su palacio para la primera visita a su recién nacido antes de la fiesta de su primer mes, que sería en menos de una semana.

Sus padres –y por consecuente, su hermana– se demoraron en viajar para ver a su hijo porque necesitaban tiempo para organizar todo en el Muelle del Loto para permitirse el viaje y la estancia de unos días hasta la celebración de su nieto. Solo hasta que todo quedó concretado y formalizado dejaron la secta para viajar a Gusu.

Jiang Cheng y Lan Xichen los recibieron en la entrada del palacio. Los padres abrazaron a su hijo y le preguntaron por su salud y la del bebé, después saludaron al príncipe. Había prioridades y Lan Xichen concordaba con ellos felizmente.

Sin embargo, Yu Ziyuan casi dejó escapar a Zidian en el momento en que Jiang Cheng los guio hasta el Yashi. Un poco más adentro del patio principal del palacio, Wei Wuxian estaba dando vueltas con un bebé en brazos, al bebé de su hijo.

Lo insólito de la situación fue que ese hombre estaba haciendo eso bajo la mirada afectuosa de Lan Wangji, sin que lo censurara por su negligencia.

—¡Wei Wuxian! ¡Lo vas a marear! —le regañó Jiang Cheng a base de gritos. En realidad, las vueltas eran lentas y gentiles, además de que el pequeño bebé ni se inmutaba por el movimiento.

—Aiya, Jiang Cheng, lo estaba disfrutando —el joven padre se acercó con una mueca de enojo. Al ver a su hijo, este tenía una leve sonrisa en sus pequeños labios.

—Pequeño revoltoso —se rió acomodando a su bebé en brazos. Subió su mirada hacia Wei Wuxian, y le dio su mejor intento de reprimenda—Te mataré si vomita, ¿me escuchas?

—Sabrás que Lan Sheng me considera su shibo favorito —Jiang Cheng rodó los ojos.

—Eres su único shibo.

—¡Exacto! ¿Qué mejor que quiera a su tío? —se rió alegre.

Yu Ziyuan odiaba escucharlo reír, desde siempre lo había hecho. Su risa era idéntica a la de Cangse Sanren. Le traía recuerdos de su juventud cuando ella miraba desde lejos a Jiang Fengmian, Lan Qiren y Wei Changze estar alrededor de esa mujer. Iban de cacerías nocturnas juntos cuando Lan Qiren las lideraba.

—A-Xian... —Jiang Yanli, importándole poco la mano de su madre que intentó detenerla, avanzó hasta sus dos hermanos con una sonrisa contenta, propia de su felicidad de verlos a ambos juntos.

Los ojos grises de Wei Wuxian se iluminaron al verla.

—¡Shijie! —la atrapó en sus brazos y la cargó para darle un par de vueltas en el aire mientras ambos reían.

No obstante, Wen Qing y Wen Ning reaccionaron.

La mano de Lan Wangji se elevó para comandarles su tranquilidad, él se haría cargo.

—Wei Ying —fue suficiente con solo decir su nombre. Wei Wuxian bajó a la joven y le dirigió una mirada al emperador que excusaba su comportamiento—Debes tener cuidado —sus ojos le recordaron el motivo por el cual debía hacerlo. Jiang Yanli observó ambas miradas, teniendo una corazonada que la alegró.

Jiang Cheng, mientras tanto, se movió hasta sus padres para que pudieran conocer a su hijo, Lan Sheng.

—A-die, A-niang... —su sonrisa no podía reflejar del todo la felicidad que sentía en cada momento que cargaba a su bebé en brazos. No había manera de demostrar con sus gestos el inmenso amor que sentía por su hijo—Él es Lan Sheng —y, sobre todo, el orgullo que le traía presentarlo como suyo.

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⏰ Última actualización: Apr 06 ⏰

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La sonrisa del emperador |Wangxian|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora