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                                      Aidan.

– Vete al carajo.

Fueron las palabras más sinceras que le di a mi hermano la noche que lo vi metiendo sustancias nuevamente a su cuerpo.

– Me largo de aquí – me respondió algo torpe ya que por tanta sustancia sus sentidos ya no eran tan buenos en realidad.

– Lárgate, mi papá estará muy molesto después de saber esto Klaus – hablé serio.

– ¿Mi padre? ¿La persona que se ha hundido en el trabajo después de la muerte de mamá? Le importamos un carajo entiéndelo.

Salió de la habitación caminando corto y pegándose con las paredes y muebles de todo el pasillo hasta llegar a las escaleras las cuales claramente se tropezó y cayó.

– Estoy bien – escuchó la voz salir de Klaus tirado en el piso.

– Estaba muy preocupado – grito sarcástico y escuchó que la puerta se abre y supongo que se fue.

Mi noche antes de nuestros cumpleaños comenzaba así, Klaus teniendo una recaída y papá metido en su trabajo, solo estoy yo.

Mamá se fue por cancer hace poco menos de un año y es algo que fue un antes y después en mi vida, estando ella papá era la persona más atenta y amorosa, ella era la luz de sus ojos y el amor más grande que tiene aparte claro de nosotros.

Le partió el alma el que ella ya no esté, a los tres nos dejó heridos y solos, creí que papá sería fuerte pero se ha dejado caer, siempre menciona que le recordamos mucho a ella, mi hermano tiene sus ojos y no se cansa de mencionar que soy un vivo retrato de mamá, no lo culpo yo la extraño, Klaus la extraña aún más, y creo que si yo también hubiera perdido al amor de mi vida estaría igual o peor que mi padre.

Ella era mi confidente y solo pido a la vida volverla a ver porque la extraño y quiero volver abrazarla, un abrazo de ella es estar en calma, como si no existiera nada más, mamá era mi tranquilidad y mi sostén día con día, antes de irse me dijo que algún día ella aparecería, no exactamente ella, si no que mandaría su amor y tranquilidad con algo o alguien más.

Solo necesito estar con ella porque esta vida me está llevando al carajo y no puedo más.

[....]

Eran exactamente las 12:00 am cuando recordé que aún no tenia señales de Klaus, era tarde y papá había llegado pero como de costumbre, entró a su habitación sin hablar y sin preocuparse por dónde estamos.

Agarro mi celular y hago la llamada a mi hermano para saber dónde está pero como lo esperaba no contestó.

Mamá nos hizo mandarnos ubicación en tiempo real entre él y yo para que si en algún momento nos necesitábamos sabríamos dónde estamos.

Entre a la aplicación pero para mi suerte Klaus no estaba tan lejos de casa, parecía estar en un tipo club o fiesta, da igual, tenía que ir por el,

¿Pero porque tengo que hacerme cargo de mi hermano?

Carajo él ya no es un niño.

Al diablo no iré por él, es una estupidez que haga estas tonterías aún sabiendo que está mal.

Vuelvo a tomar mi postura para ir a dormir pero algo dentro de mi sabía que algo estaba mal, mi
presentimiento no me dejaba estar tranquilo.

Volteo al techo y escucho llegar una llamada, tomo mi celular y era una llamada de él, pongo los ojos en blanco y respondo de mala gana.

Al principio era solo sonido de la voz de Klaus pero se estaba alejando hasta el punto de solo escuchar una respiración caminando y la voz quedó atrás.

Sabía de ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora