Lo peor que le podría pasar es que siga viva si llegan a hacerle algo. Hay personas muy idiotas en el instituto que no merecen tener "seguidores" en twitter o ser populares en facebook y en esas redes sociales que los hacen ver mas tontos de lo que son o al contrario, mas caritativos con esos grupos de Cooperación de donadores, con la cual ellos ni siquiera donan un centavo a las personas de la calle y no lo tienen planeado hacer. Esos mismos idiotas son los que se acuestan con cada chica todos los fines de semana o escojen a una para unos meses y ya.
Esos idiotas son los que en este momento estan mirando a Charlotte sin ninguna explicación. Ella piensa que los demás no tienen derecho a mirarla ya que lo único que hacen es hacer el mal.
Sus ojos se concentran en el piso el cual deja una hermosa visión a los zapatos caros de las chicas o las terribles botas de los chicos con los cordones sucios.
Era primavera y todas las chicas vestían con minifaldas y remeras cortas para lucir sus perfectos y flacos cuerpos mientras que la chica "rara " con pelo de emo usaba remeras de manga larga para ocultar sus marcas y jeans para que sus asquerosas piernas no estén a la vista, sus típicas converse no faltan.
En los cuentos normalmente cuando hablan de la chica "rara " o así es una por cada instituto, pues este no es el caso, aquí hay un grupo de personas que son así y esos son los amigos de la de ojos marrones caoba.
Estaba sumergida en sus pensamientos cuando alguien la tomó por el hombro derecho haciendola girar. Ella estaba esperando el puño de esa persona en su cara pero lo único que recibió fue un abrazo.
-Jack? - pronunció bajo al sentir el típico perfume de su amigo.
-Hola Lottie - arrastró un poco las palabras como era normal en el.
-Qué suerte que me encontraste- dijo separándose de el y girando la cabeza para ver por donde estaba caminando- casi chocaba contra la pared si no me veías a tiempo - sonrió de lado.
-Como siempre, niña torpe- canturreo y soltó una risa- que clase tienes ahora?
-No lo se, es en el aula 8 sector B
-Historia - dijo Max saludandolos. Era otro amigo de la chica. Max es un chico de 17 años, es muy divertido e inteligente, su idea es terminar rápido las clases para poder entrar a la universidad pero claro que las bromas no faltan.
-Max! - Lottie se abalanzó hacia el y lo abrazo muy fuerte.
-Pequeña Lottie. Tienes que prestar mas atención a tus clases, no puede ser que a esta altura del año no sepas ni caminar, por cierto te vi desde lejos- susurró guiñándole un ojo.
-Soy torpe - se encorvó un poco.
El timbre sonó. Jack estaba sobre su casillero y Max estaba parado frente a Lottie. Los chicos se despidieron y fueron a sus respectivas clases.
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-Cuando los europeos conquistaron América... -decía el profesor facha que tenían frente los 23 alumnos que se encontraban allí.
Lottie estaba sentada en una de las bancas que habían por el medio de la clase, estaba del lado de la ventana que daba al jardín que se encontraba en el fondo del instituto. El pasto se encontraba con algunas flores y los arboles ya obtenían algunas hojas que los adornaban.
Cuanto daría por ser una de esas hojas sueltas que se caen con el pasar del tiempo.Su jodida cabeza no deja de pensar, si a su mente se le ocurrieran cosas bonitas para pensar ella estaría en un mundo lleno de unicornios voladores y nutella, sería como estar en un paraíso. Pero lamentablemente su mente esta concentrada en el dolor, en el sufrimiento, en la pura mierda que es su vida. Suena realmente "emo " decir que su vida es una mierda y la mayoría de las personas no entienden lo que significa eso. Todos creen que exagera mucho al decir "mi vida es una mierda " pero ellos la viven? Claro que no, ellos no saben nada, ni siquiera cooperan para que la chica que tiene problemas en su casa por lo menos se sienta cómoda afuera y lo peor es que no solo la hacen sentirse patética sino que la hacen sentirse fea. Cómo una persona puede ser feliz y "disfrutar " la vida de esa manera?
Su vida se destruye pero no porque ella quiere sino porque esta rodeada de fuego que la quiere quemar.
Otra vez ese dolor en el pecho, sentía que se estaba por desmayar.
Agarró de su bolso discretamente una pastilla y levantó la mano.-Señorita? - el profesor la miraba esperando su respuesta.
-Puedo ir al baño? - esperando que por el amor de Dios no se lo negara el profesor la observó por un momento tenso y después su cara cambio.
-Si, no tarde mucho- Lottie agradeció con la mirada y camino apresuradamente hasta salir de la sala.
El dolor iba aumentando y su pecho se iba cerrando, aún no olvidaba la cara de sus compañeros cuando pidió ir al baño, todos creen que ella esta loca pero no tiene la culpa de que las personas "normales" no entiendan a sus resultados.
Caminó rápido por el pasillo en busca del kiosco hasta que lo encontró.
-Buenos días, me puede dar una botella de agua? - dijo apoyando sus dos manos en la barra para que no se cayera.
-Aquí tiene- dijo entregándole la botella- son 2 dolares.
Lottie pagó y agradeció para luego sentarse en el piso y tomarse la pastilla anti depresiva que le había mandado su psiquiatra. Se sentía cansada pero no le importaba, todos los días eran así o por lo menos la mayoría.
Se paró para caminar deprisa hacia el baño y tras pasar el pasillo lleno de salones al fin lo encontró. Se lavó la cara y se quedo mirando durante una fracción de segundos. Se sentía miserable, cansada, ella se veía la cara y cerraba los ojos con el recuerdo del monstruo que no paraba de mirarla.
Susurró una canción y fue caminando lentamente de regreso al aula en donde la esperaba su vida continua, sus mayores temores, por todo lo que tenía que pasar.
Ella necesita ayuda, alguien que llegue hasta su corazón. Alguien que la haga sentir especial y única.