Sus manos acariciaron mi espalda y su barbilla se había apoyado en mi cabeza.
-____, ¿Estas bien? ¿crees poder conducir?-asentí pero al separarme, empecé a temblar, Tom estaba medio inconsciente y me sentía mal verlo así-vamos a mi casa y te preparo un café ¿Que dices?
Por alguna razón asentí, él me indicó a caminar, pero yo negué, sabia que él conducía una Ducati negra.
-¿Que?
-Uno, no puedo dejar mi coche solo y dos, nunca me he subido a una moto, menos estando con un vestidoGiró sus ojos y extendió su mano para que yo le entregara las llaves, lo hice aun temblando y corriendo me subí a la parte de copiloto, Justin se había detenido para ver a Tom.
-¿Como esta?
-Me reiré cada vez que vea su rostro, le he roto la nariz y su rostro esta muy hinchado-rió y limpió sus manos ensangrentadas, cerró la puerta y encajó la llave en la cerradura, apretó las manos en el volante y suspiró-hace mucho que no conduzco
-¿Por que no lo haces?
-Malos recuerdosSe encogió de hombros y condujo en silencio hasta su casa, apagó el motor y tapó su rostro.
-¿Pasa algo?
-Ya lo dije Lancaster, malos recuerdos-giré mis ojos y me crucé de brazos al escuchar la puerta cerrarse-Pude escuchar su suspiro y sus pisadas se guiaron hasta mi puerta, la abrió y me miró con una ceja levantada.
-El café se va a enfriar, vamos-me negué, no quería estar en un mismo lugar con alguien que era frío y malo con la gente o por lo menos, conmigo-_____.
-No iré JustinSuspiró y tomó mi cuerpo para cargarme, me quejé pero él solo rió, la puerta ya estaba abierta, por lo que pasamos sin ningún problema.
-Mmm... Hemos pasado la puerta como los recién casados
-Cállate-ahora si estaba de mal humor-Observé su casa, habían fotografías colgadas, de él con un hombre, otra con una mujer y otra con dos pequeños.
-Es mi familia-me informó al ver mis ojos en otra dirección-
-Tienes muchas fotos con tu padreSu cuerpo se tensó y me bajó de sus brazos, tomó mi mano y me llevó a la cocina, me indicó a sentarme y preparó el agua para nuestros cafés.
-¿Quien era él que trataba de enrollarse contigo en tu coche?
-Es Tom, un jugador de béisbol
-¿Tom Russo?-asentí y acaricié mis brazos, odié no haber traído una chaqueta o algo parecido-ese chico es un hijo de puta ____
-Lo se, es un idiotaLlenó las tazas con agua y echó el polvo de café y los revolvió.
-Sírvete
Me entregó mi taza y azúcar, desapareció unos segundos y volvió con una sudadera negra de hockey.
-Toma, estas muy fría y no quiero que te enfermes
-Así que ¿eres tierno?Rió amargamente y tomó un sorbo de su café al ya endulzarlo, me cubrí con su sudadera, olía a cigarro y a su colonia, su típico olor.
-Soy todo menos tierno cariño-suspiró irritado y tapó sus ojos-
-Sabes Justin, debo irmeMe sentía incomoda al lado suyo, este no era el Justin que conocía toda la gente, era el Justin que yo quería conocer.
-¿Por que no te quedas a dormir?-subí una ceja riendo y negué levantandome, me dolía los pies-
-Debo irme, si no llego a casa, Erin pensara que me acosté con Tom
-Dile que dormirás conmigo-rió al ver el doble sentido-
-Adiós Justin
-Te veo en clases de Literatura, primorCaminé hasta la puerta pero al darme cuenta que seguía con la sudadera me la empecé a quitar, Justin rió mordiendo su labio.
-No tan rápido preciosa-acarició mi cabello y mordió carne de mi cuello-
-Solo quiero devolverte tu sudadera, pero creo que eres un gilipollasLo empujé molesta y caminé hasta mi coche, sabia que él estaba acomodado en el marco de la puerta, sabia que me miraba con una sonrisa divertida, intentando no reir por mi rabia.
-Hey, preciosa
-Que quieres.
-Espero mi sudaderaMe la quité por la cabeza y se lo arrojé.
-De nada por el café
-Nunca te dije gracias
-Ya lo has hecho, sueña conmigo
-Nunca
-Nunca digas nunca-me guiñó un ojo y cerró su puerta. Suspiré irritada y subí a mi coche para conducir a casa, me coloqué algo cálido y me dormí, recordando los golpes ágiles de Justin-Al siguiente día, Erin dormía sobre la cama, no se había quitado la ropa de fiesta, por lo que debo pensar que despertará con una gran resaca.
-Erin-susurré tomando el borde de las cortinas-dulce Erin
Su gruñido me hizo reír y yo abrí las cortinas satisfecha por su gemido.
-¿Estas loca?
-Un poco, anda, me has prometido acompañarme al trabajo
-_____, trabajas en una cafetería vendiendo cafés
-Eres mi cliente número uno
-Una cliente con resaca, diviértete.Reí y cubrí su cuerpo con una sabana, automáticamente cubrió su cabeza y yo me fui a dar una ducha.
-____ Lancaster reportandose para trabajar
-Buenos días ____-Jay me sonrió y dejó de limpiar las mesas-¿Estarías en el mostrador? Prometo llegar a hacer los cafés
-Claro-até mi cabello y tomé mi delantal negro, lo acomodé en mi cintura y até las dos cuerdas, eran las 9 am y gente siempre venia por su café antes de irse a trabajar o a la universidad-¡Jay!
-¿Si preciosa?Mis mejillas se enrojecieron, Jay era simpático y tierno, no podía negar que era atractivo, pero no era mi tipo y yo no era el suyo.
-¿La cafetera tiene granos de café?
-Los rellené esta mañana-suspiré jugando con un mechón rebelde y a los 5 minutos sonó la campanita del mostrador-
-Bombón, me gusta la vista que tenía, pero no me haría mal un caféBufé y recordé el lema del señor Leonard "el cliente debe sentirse agradable", me giré sonriendo.
-¿Que cafés quieres?
Dudó unos segundos, divertido por mi desesperación.
-Un capuchino, para llevar
-¿Quieres canela?
-Por supuesto-asentí y escribí todo en mi agenda-enseguida vengo con tu pedidoCaminé hasta la cocina y le entregué a Jay el pedido.
-Es para llevar
-Entendido-me senté en el mesón comiendo un pedazo de magdalena de mora, al ya estar listo le introduje una pajilla-Justin sonrió, no me había dado cuenta que traía la sudadera que yo ocupé ayer por la noche.
-Aquí tienes-le sonreí suspirando y el me entregó el dinero-¿se puede saber que haces acá?
Rió tomando un sorbo de su café.
-¿No puedo venir aquí a tomar un café?-subí una ceja y él rió-he dejado cerca de aquí mi moto
-Ah-al verlo todavía parado sabia que esperaba una frase que no quería darle, suspiré-ten un buen día y regresa prontoRió y caminó hasta la entrada, pero se volteó para mirarme.
-Tu perfume es delicioso, imagínate lo sabroso que seria tu cuerpo al contacto con mis labios
Y se fue dejándome con las palabras en la boca.