┊ ˚➶ 。˚ ☁️ Un giro del destino ocurre cuando dos niños peculiares entran al mundo de Binna
Uno afirma ser su hijo, mientras que el otro entrelaza misteriosamente su vida con la de ella, independientemente de sus intentos de resistirse a sus formas c...
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"Me lo dio mi mamá"
Yi-chan visitó la casa de Binna unas noches más tarde, pero ella se negó a reunirse con él porque quería distanciarse de él a pesar de encontrarse con él varias veces, ya no deseaba ninguna conexión con él, sobre todo porque era consciente de su creciente afecto hacia él
No quería perseguir esos sentimientos porque sabía cuánto lo admiraba su hermana desde el incidente en la fiesta de su madrastra ella le lanzó una mirada culpable desde su ventana, mientras él continuaba de pie en su posición, mirando hacia la mansión con anticipación, pareciendo ansioso e impaciente, como si anticipara la aparición de Binna
Apoyó la cabeza en la ventana y experimentó una infinidad de emociones recorriéndola el deseo de abrazarlo y confirmar su bienestar la abrumó, pero su orgullo se lo impidió, alimentado aún más por la aprensión de que realmente podría estar desarrollando sentimientos por él
Cuando el mismo chico de antes entró inesperadamente a su habitación, se sorprendió y abrió mucho los ojos ella pudo notar su presencia porque había visto su reflejo en la ventana
En el extremo opuesto de la habitación, él estaba de pie, observándola con una leve sonrisa, pero sus ojos transmitían un profundo afecto ¿Quién era este joven y por qué la miraba como si se conocieran desde hacía mucho tiempo?
-Lamento haberte hecho esperar- comenzó a comunicarse con lenguaje de señas -¿Deberíamos sentarnos primero?- Se sentó en una silla colocada frente a su escritorio
Binna se mordió el labio nerviosamente mientras se acercaba con cautela, pero se detuvo abruptamente a unos centímetros de la mesa con una sensación de duda
Binna observó los ojos del niño llenos de tristeza cuando la miró, lo que hizo que ella se refugiara con cautela detrás de un pilar mientras lo miraba no podía comprender por qué él parecía empatizar con sus luchas
-Tuviste noticias del presidente ¿Verdad? Seré tu tutor a partir de hoy ¿No tienes curiosidad por saber qué aprenderías?- Binna observó los movimientos de sus labios, aunque creía que su hermana era quien realmente necesitaba esas lecciones
Sin embargo, sabía que nadie en la familia conocía su habilidad para leer los labios está siendo amigable conmigo ¿Por qué?
-Es lenguaje de señas puedes crear sonidos con las manos- explicó, mientras demostraba las señas con una expresión triste -Mi mamá me enseñó cuando era bebé- añadió, mirándola con un toque de anhelo, antes de romper a llorar justo delante de ella ¿Por qué? -Pero... no puedes decírselo a nadie más es un secreto entre tú, yo, tu hermana y el presidente- explicó, sollozando -Entonces, ¿deberíamos empezar entonces? Siéntate aquí
Señaló el asiento frente a él con una leve sonrisa Binna se sentó con cautela frente a él, considerando que seguramente la había escuchado hablar momentos antes, así que ¿por qué no preguntaba al respecto? ¿Quizás en realidad no la había escuchado?