Las dos volteamos la cabeza en dirección hacia la puerta cuando está se abrió y del otro lado apareció el Rubió de la fiesta junto a una chica con la descripción que me había dado Lexi.
—¿Es ella?—no respondió—¿Lexi?
—Si—Balbuceo—¿No es perfecta?—dijo sin pestañear
Cuando el Rubió nos vio le dio un ligero golpe a la chica, le hizo un gesto con las cejas hacia nosotras y luego de eso los dos se acercaron a nuestra mesa.
Una ves delante de nosotras pregunto:
—¿podemos?—indicando los sillones
—Eeh... Si, por supuesto
Se sentaron delante de nosotras y Lexi todavía no reacciónaba. Se formó un silencio incómodo, tanto que se podía llegar a cortar.
El Rubió me miraba como esperando a que dijera algo. Tengo una idea respecto a que podria ser, pero sin dudas no lo haría
—Si estas esperando a que me disculpe, ya te digo que no lo haré—Corte y su expresión me dio a entender que acerte.
—También esperaba que me agrdecieras—y entrelaso sus manos ensima de la mesa
—¿Por que te tendría que agradecer?—pregunte confundida por su petición
—Por lo que cuelga de su cuello, Muñeca—señalo el dije de infinito que anteriormente me había entregado
—Ah, así que es eso, lamento deci…—solté y me interrumpio el pequeño lloriqueo del cachorro en mi regazo
—¿Que es eso? —preguntó la chica
—Oh, los encontramos en una caja en la calle, y no los podíamos dejar ahí. Eran tres pero un amigo se llevó uno
—Ay, son muy tiernos—dijo la chica—Lo siento no me presente. Soy Acacia—anunció tendiendonos una mano a mi y luego a Lexi quien aún estaba en shock al tener a la chica delante de ella, al ver que no reacciónaba le di un codazo disimulado, esta salió del transe en el que se encontraba y luego tomo la mano de Acacia.
—Alexia, pero dime Lexi—pronunció aún sin pestañar
Otra ves se formó ese incómodo silencio y otra ves fui yo quien lo corto
—¿Te gustan los perros?—observando a Acacia—Estamos buscando a alguien que adopte a uno, tal vez tu podrias...—propuse
—AAAH, siiii—soltó con emoción y Lexi le dio el pequeño perrito blanco.
—Acacia, tus padr...—intervino el Rubio pero ella lo interrumpió
—Ay, callate, no seas aguafiestas—con una sonrisa—mira que lindo—exclamó tomando una patita del perrito y moverla de un lado al otro en forma de saludo
—Es niño—le informó Lexi
—Mhm... ¿Como se puede llamar? —dudo mirando la carita del perro en sus mano—Tienes cara de Luke
A lo que Lexi soltó una risita y cuando voltearon hacia ella sus mejillas se tornaron Rojas
—Lo siento—se disculpó y Acacia soltó una carcajada que hizoo que Lexi se riera nuevamente—Es raro—dijo mi amiga entre risas
—Si, lo se, pero desde pequeña quería tener una mascota y ponerle ese nombre—declaro con una sonrisa mirando a Lexi—El tuyo, ¿tiene nombre?—me pregunto
Voltee al perro hacia Acacia la cual lo observa muy detalladamente
—Mhm, no, aun no—murmure—¿tu cual dirías? Es niño—entrecerro los ojos pensativa
—Tyson—intervino el rubio, muy convencido
—Ey, yo soy la que adivina nombres—se quejó Acacia mirando al chico a su lado
—No se te hubiera ocurrido un nombre tan bueno—mencionó—¿que te parece?
Cuando me di cuenta que la pregunta era para mi, voltee al perrito y le mire la carita
—Mhm, si puede ser. Veré otras opciones—Acacia miro a el Rubió y levanto sus cejas divertida por mi comentario. Luego de un rato el Rubio y Acacia se pidieron un café y nos invitaron uno.
—Voy al baño—informo Lexi levantándose de su asiento
—Voy contigo—Acacia la siguió
Luego de un rato se volvió a formar el silencio incómodo entre el Rubió y yo.
—Le caen bien—solto de repente
—¿que?
—A Acacia le agradan—aclaró
—¿Si?
—Si
Dudé un momento en si pedirle su número, aver, no me quería entrometer, pero Lexi estaría muy feliz por ello.
—También me cae bien, en muy tierna
—¿Tierna?
—Si, bueno es la primera impresión que me dio
Por primera vez desde que lo había visto soltó una risa donde pude ver los hoyuelos que se le formaban y la hermosa sonrisa que tenía.
—Ja, si luego la conocerás mejor
Luego de eso, me miro y pude ver detalladamente sus ojos, eran... Mágicos.
Eran azules, pero no un azul cualquiera, eran claros con algunas motas verdes que casi que no eran notables. Y eran fríos. Su piel era blanca con un ligero bronceado.
Movió un poco la cabeza, lo que me dejó ver detalladamente un tatuajes de un colibrí en el cuello. Luego de eso mi mirada se dirigió a sus brazos, traía una camisa blanca de mangas cortas lo que hacía muy visible sus brazo tatuados. Eran demasiados tatuajes. Y yo creía que tenía muchos, este chico me superaba en cantidad.Cuando noto donde se poso mi mirada se formó una sonrisa de diversión en su rostro.
—Tienes muchos tatuajes—dije señalando sus brazos
—¿No te gustan?
—No, de hecho me gustan—solté sin pensar—Yo...
—Si, esta claro por lo que veo—señaló mi estómago donde se encontraban la mayoría de los mios—Nunca vi una chica con tantos tatuajes
—¿No te gustan?—pregunte con la misma pregunta
—Me gusta—afirmó
—Si, de hecho no se en que momento cambió mi concepto sobre ellos—me quedé mirando sus orbes azules
—¿Que dice en la muñeca?—preguntó haciendo referencia a la pequeña frase
—fue mi primer tatuaje—comencé—“take care of your fire, or die of cold” era una frase que me solía decir mi madre.
—¿Solia?, ¿ya no la dice?
—Dejó de hacerlo—respondi y me sonrió, lo cual no entendí
—¿Por qu...?
—Deja de hacer preguntas, eres insoportable—Corte de inmediato, mientras volteaba la mirada lejos de la suya
Nos quedamos por un largo rato en silencio. Luego de eso vinieron Lexi y Acacia y seguimos hablando. Antes de que vinieran me dio el número de su amiga.
Después de un rato, Acacia tomo al perrito y se marcharon. Lexi y yo fuimos a mi casa y nos quedamos hasta tarde jugando con Tyson. Si le había dejado el nombre.No juzguen.
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Hechos De Promesas
RomanceDaniela Morgan, una chica de dieciocho años que trata de seguir adelante con su vida tras la pérdida de su madre en un accidente automovilístico. Toda su vida da un giro el día que lo ve por primera vez. Él, el cual tiene un gran interés en ella...