Camine por los pasillos, hasta llegar a la habitación del rey.
Entre a la habitación sin anunciar mi llegada, sin tocar por lo menos.–Castigare a tu profesora, que modales son esos??
Dijo al notar mi presencia.
–Hazlo.
Hablé de forma sería, y con la cabeza en alto.
–Que te sucede?? A caso quieres que...
Le interrumpí.
–Que me castigues?? Hazlo, y asegúrate de matarme o de lo contrario cuando despierte me encargaré de acabar con tu maldito reinado y tú pueblecito terminará hundido en cenizas.
–Es una amenaza??
Contesto muy molesto, negué con la cabeza y respondí:
–Una promesa.
