Clover había llegado a aquella tienda de conveniencia, a lo que minutos después Guille había entrado también, estaban en el mismo pasillo, ninguno sintió la presencia del otro sin embargo sus corazones latían aceleradamente, no sabían lo que sentían dentro de su pecho, pero ambos amaban esa sensación; cruzaron sus caminos, uno a lado del anaquel contrario, sin dudarlo sus corazones se habían sincronizado sonando al unísono sin que ellos se dieran cuenta formando una melodía; ni Clover ni Guille se habían visto en la vida, sin embargo sus corazones sentían que se conocían desde siempre, sintieron la presencia del otro. Clover se detuvo, levanto la mirada hacia Guille, admirándolo su cabello oscuro cual noche, sus ojos color café y su piel aperlada, al sentir la mirada de alguien sobre él, Guille levanto la mirada encontrándose con la mirada de Clover, el cual desvió su mirada avergonzado y sonrojado, el pelinegro sonrió y por su parte lo admiro un poco; su piel blanca como la luna sin llegar a ser pálida, su pelo castaño, sus ojos negros con un brillo excepcional y sus mejillas color carmesí por la vergüenza
"Perdóname" dijo Clover avergonzado "No debí haberme quedado mirándote"
"No te disculpes" respondió Guille sonriendo tiernamente "Te me haces muy tierno así" Guille soltó de repente haciendo que el castaño se sonrojara aún mas
...