Hyunjin llevaba sus cosas para una de las salas desocupadas que había en la mansión necesitaba empezar a dibujar o no llegaría para la exposición aunque no era una suya del todo sabía perfectamente que en un futuro podría tenerla pero ahora debía compartirla con un colega que lo había invitado a formar parte de ella y eso lo hacía feliz. En el camino se encontró con su cuñado que venía bajando las escaleras con una gran sonrisa.— Buen día Hyunjin. — saludó alegremente.
— Buen día Felix, ¿a que se debe tanta felicidad? — dejo sus cosas a un lado y espero hasta que el menot estuviese cerca suyo.