Han pasado dos años desde la segunda mudanza. Vivíamos en un pequeño barrio lleno de gente, de buenas familias, hasta que llegó un señor. No parecía muy viejo, tampoco demasiado joven, unos cuarenta años estarían bien. Principalmente parecía normal, algo antipático, hasta que un dia, el uno de abril exactamente, entró a robar a una de las casas de las familias mas adineradas, acabando por matar a su hijo del medio, Mario, y seguidamente a todos los demás y posteriormente ocupando las casas una por una. Mi madre y yo no mudamos en cuanto nos enteramos de que entraron a robar a nuestra casa a través de unas cámaras. No se llevaron nada debido a que nos fimos a visitar a mi abuela y al ser un pueblo lejano, nos solemos llevar las cosas con mayor valor. Nos mudamos a Los Ángeles pero parece que no nos fue muy bien ya que allí hizo amigas que acabaron por intentar hacer que se sienta mal, que no se recupere, así que nos fuimos, esta vez también con mi padre, que se fue a vivir alli por trabajo pero su jefe lo hechó por no tener éxito. Más tarde compraron su aplicación y lo readmitió y despues de una semana dimitió y se fue ganando dinero con su aplicación, quedando a su ahora antiguo jefe llorando y rogándole que no se fuera. La empresa necesitaba dinero.