❈꙳𝙚𝙡 𝙥𝙖𝙧𝙖𝙜𝙪𝙖 𝙧𝙤𝙟𝙤꙳❈

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𝙿𝚘𝚟: 𝚛𝚊𝚢𝚗𝚎

Hace casi aproximado 4 años atrás, mientras estaba por las calles de la ciudad de los magos, me encontraba solo con mi hermano, caminando solos y con hambre, nuestros padre habían muerto y no había nadie quien quisiera recoger nos o ayudarnos, el mundo de la magia era bastante cruel, en este mundo existen categorías las cuales de penden de tu poder y de tu género.

El género se debe a las personas que son alfa, beta y omega, tres seres diferentes y obvio que un poder diferente también, los alfas eran los que más poder tenían en la escala de los géneros, aun que si tu magia no era del todo buena tampoco era visto como algo poderoso, mientras que los betas eran tomados como clase media, no tenían ni buen olfato ni tampoco algo interesante, mientras que los omegas era la clase más baja, bueno dependía de que clase de omega eras, los que tenía poder como los alfas eran los omegas dominantes.

Los mejores Magos estudiaban en la Academia de magia más prestigiosa, solo los que eran los mejores podían entrar en ella, menos los que no tenían poderes, esos eran errores para la sociedad mágica, pero yo no encontraba razón para eliminar los la verdad es que tampoco me interesaban, solo me interesaba mi hermano menor, quien estaba bastante enfermo y muerto de hambre, lluvia caí sobre nosotros mientras las calles se encontraban vacías.

hermano... Tengo hambre -decía mi pobre hermano, me dolía ver lo delgado que estaba, solo teniendo 12 años y siendo un omega puro-

esta bien... Pronto encontraremos algo de comer, por favor resiste un poco más -era obvio que en esta situación no había muchas oportunidades de encontrar algo-

Cuando creía que todo estaba perdido, escuche unos pasos los cuales venían detrás de nosotros, cuando me di media vuelta ví a un señor con un niño, juraría que él mocoso tenía más o menos o quizás la misma edad que mi hermano, no se veía muy bien sus rostros y la verdad es que las luces del callejón no ayudaban.

Ellos se acercaron a nosotros, estaban con paraguas, uno de ellos el más pequeño me extendió algo con su mano, era una bolsa la cual se veía caliente y que tenía algo delicioso por el aroma, tragando dificultosamente agarre la bolsa y la revise, ví panecillos rellenos, les di las gracias y el más pequeños me miro a los ojos.

En ese momento al verlo a los ojos sentía algo en mi pecho, esos ojos dorados hicieron acelerar mis latidos, parecían dos grandes estrellas en una noche oscura, cuando el chico se fue con el más alto, ví el color de su paragua, era de un color rojo intenso, ese recuerdo quedó grabado en mi mente hasta ahora.

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Mientras estaba caminando leía un períodico que hablaba sobre mi, el cual relataba lo que había pasado en la gran Academia Mágica Easton, era sobre que había logrado ser nombrado como Visionario Divino, era un alfa comun, pero con un poder bastante poderoso y no es por sonar presumido, pero había crecido con dos líneas pero aparentemente podía sacar una tercera al utilizaba mi magia al máximo.

Estoy en tercer grado, ya tengo 18 años y este año estudiantes vienen a hacer las pruebas para entrar a Easton, pero es obvio que las pruebas determinarán quienes son los indicados para entrar, este año mi hermano también entrara a estudiar y espero que le vaya bien, no es bueno con la magia pero se que lo logrará, de todos modos es mi hermano.

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Hoy es el día de las pruebas, las cuales ya han empezado, no me interesaba estar presente para verlas, pero escuchaba a maestros y otros estudiantes decir que había un chico que era bastante fuerte, incluso decían que las pruebas no se las tomaba en serio. Al escuchar esto sentí un poco de interés en ir a ver, cuando llegué a un rincón donde se están haciendo las pruebas me fijé en un chico el cual tenía cabello azabache, pero con un peinado algo particular más bien parecía un hongo, al verlo pelear con los monstruos que estaban en las pruebas era fascinante lo fácil que se le hacía derrotarlos, en ese momento llamó toda mi atención.

Continuará...