Cuando Kim Namjoon, adquirió la mansión de Canterville, todo el mundo le dijo que había hecho una tontería, pues no había duda de que el lugar estaba encantado. Incluso el propio dueño Gong Ji-chul, hombre con gran sentido del honor, se sintió en el deber de mencionar el hecho al joven Kim, cuando hablaron del contrato.
—No nos ha apetecido vivir aquí — dijo Gong Ji-chul — desde que mi tía abuela mientras se vestía para una cena, sintió que las dos manos de un esqueleto se posaban sobre sus hombros y sufrió un ataque de horror, del cual nunca se recuperó; y me siento obligado a informarle, joven Kim, que han visto el fantasma varios miembros de mi familia que aún viven, así como el rector de la parroquia, el reverendo Ji Chang-wook, que es miembro del claustro de Myeong-dong Cathedral. Después del desgraciado accidente ninguno de los criados más jóvenes quiso quedarse en la casa, y la tía abuela pasó muchas noches desvelada debido a los misteriosos ruidos procedentes del pasillo y de la biblioteca.
—Señor — respondió Kim — me quedó con los muebles y el fantasma a su justo precio. Vengo de una sociedad moderna donde tenemos todo cuanto el dinero puede comprar; y aun cuando toda nuestra animada juventud viene a pasársela bien con todas estas historias ficticias, estoy seguro de que si el fantasma existe podremos lidiar con presencia del mas allá.
—Me temo que el fantasma existe — dijo Gong Ji-chul sonriendo — aunque puede que se haya rehusado a tener contacto con intrépidos empresarios. Es de sobra conocida desde hace tres siglos exactamente que hace su aparición antes de la muerte de algún miembro de la familia.
—Bueno señor Gong Ji-chul, lo mismo pasa con el médico de cabecera. Los fantasma no existen, señor, y me figuro que las leyes de la naturaleza no van a alterarse en honor a lo paranormal.
—Se confían mucho de la naturaleza hoy en día — contestó Gong Ji-chul, sin acabar de comprender el último comentario del joven Kim - y si no le preocupa el tener un fantasma en casa, eso es cosa suya. Pero acuérdese de que se lo advertí.
Pocas semanas después se llevó a cabo la venta y al final del mes Kim Namjoon y sus amigos se trasladaron a la mansión de Canterville. El mayor del grupo Kim Seokjin ha sido una célebre belleza de Seúl con bellos ojos y un soberbio perfil. Muchos jóvenes no se molestan en ocultar su disgusto y envidia por su natural belleza y maravillosa dosis de energía.
Min Yoongi un joven agraciado que a diferencia de los demás la mayoría del tiempo suele ser serio, pero muy sensato, por otro lado esta Jung Hoseok alegre, adorable y muy bueno para el baile, despreocupado alguna veces y la mayoría del tiempo obsesionado con la limpieza.
Después siguen los tres mas jóvenes del grupo iniciando por Park Jimin, un joven dulce, tierno e inocente muy bueno para el baile contemporáneo y otras veces un verdadero dolor de cabeza cuando se lo propone, luego le sigue Kim Taehyung que a diferencia de los demás es muy tranquilo, posee una belleza inigualable, fácil de querer y fanático del arte, gusto que comparte con Namjoon y por último esta Jeon Jungkook, un joven con mucha energía, competitivo, alegre, detallista y fanático del deporte, su mayor pasatiempo es molestar al mayor del grupo, creyente de lo paranormal y el más emocionado por saber si en verdad vive un fantasma en la mansión.
Como la mansión de Canterville dista siete millas a la estación más cercana, Namjoon había pedido qué los pasarán a recoger y comenzaron el trayecto a su nueva casa con mucho entusiasmo. Era un hermoso atardecer de julio, su época favorita del año y el aire estaba impregnado de olor a pino, durante el viaje se oía alguna paloma recreandose en su dulce canto, desde lo alto de los árboles las ardillas los miraban pasar y los conejos huian a la carrera por entre los matorrales y el musgo de las lomas con sus blancas colas levantadas. Sin embargo, al meterse por la avenida de la mansión de Canterville, el cielo se cubrió repentinamente de nubes y una extraña quietud pareció apoderarse del ambiente, una gran bandada de cornejas voló en silencio sobre sus cabezas; y antes de llegar a la casa, comenzó a caer una fuerte lluvia.
De pie en la escalinata los recibió una anciana pulcramente vestida de seda negra, con delantal y cofia blancos. Se trataba de la señora Bae Doona, la ama de llaves, a la que Kim Seokjin había decido mantener en su puesto. Al bajarse del coche, le hizo a cada uno una profunda reverencia, al tiempo que les decía.
—Les doy la bienvenida a la mansión de Canterville.
La siguieron, atravesando el magnífico recibidor estilo Tudor, hasta la biblioteca, un largo aposento de techo bajo con las paredes cubiertas de roble negro y una gran vidriera al fondo. Allí les habían servido el té, y después de quitarse los abrigos se sentaron y comenzaron a curiosear, mientras la señora Bae los atendía.
De pronto Seokjin vio una mancha rojo mate en el suelo, junto a la chimenea, y sin percatarse de lo que realmente significaba, le dijo a la señora Bae.
—Parece que algo se ha derramado ahí.
—Si, joven — replicó en voz baja la vieja ama de llaves — es sangre lo que se ha derramado en ese lugar.
—¡Que horror! — exclamó Seokjin — No me gustan en absoluto las manchas de sangre en el cuarto de estar. Hay que quitarla en seguida.
La anciana sonrío y contestó en el mismo bajo y misterioso tono de voz.
—Se trata de la sangre de Eleanore de Canterville, asesinada ahí mismo por su propio marido, Simón de Canterville, en 1575. Quien después de sobrevivir nueve años, desapareció de repente en circunstancias muy misteriosas, su cuerpo nunca fue hallado, pero su atormentado espíritu aún merodea por la mansión. La mancha de sangre ha sido muy admirada por turistas y por otras personas fanáticas de lo paranormal, y no hay quien la quite.
—Todo eso es una tontería — exclamó Hoseok, aunque tuviera miedo — el superdetergente quitamanchas BEAT lo limpiará al instante - y antes de que la aterrorizada ama de llaves pudiera intervenir, se había puesto de rodillas y estaba frotando vigorosamente el suelo con una barrita de lo que parecía un cosmético negro. En pocos instantes no quedaba ni rastro de la mancha.
—Ya sabia yo que BEAT lo conseguiría — exclamó triunfante, volviendo la mirada hacia sus orgullosos amigos. Pero tan pronto había dicho esas palabras un terrible relámpago iluminó la sombría estancia, y el tremendo retumbar de un trueno lo hizo ponerse en pie de un saltó, y la señora Bae se desmayo.
—¡Qué clima más aborrecible! — dijo Namjoon sin alterarse, mientras encendía un cigarrillo.
—¡Namjoon! — exclamó Seokjin —¿qué vamos hacer con una mujer que sufre desmayos?
—Descontárselo, como cuando rompa algo — contesto Namjoon — y así ya no se desmayará más.
Y a los pocos instantes la señora Bae volvió en sí. Sin embargo era indudable que estaba muy afectada, y seriamente advirtió al joven Kim, que algo malo sucedería en la casa.
—He visto cosas con mis propios ojos, joven — dijo — que pondrían los pelos de punta a cualquier cristiano, y muchas noches no he podido pegar el ojo, a causa de los espantosos hechos que aquí han acontecido.
Sin embargo, el joven Kim y sus amigos aseguraron cariñosamente a aquella alma asustada que no temían a los fantasmas, así que tras pedir las bendiciones para los nuevos dueños y ajustar un aumento de sueldo, la anciana ama de llaves se fue con paso vacilante a su habitación.
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👻EL FANTASMA DE CANTERVILLE👻
FanfictionUn grupo de amigos, un fantasma y la mansión de Canterville te esperan. [Adaptación]