───❛❛Juzgada por razones falsas, abandonado por mentiras simples❜❜
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Kuroo Minami y Oikawa Tooru, almas gemelas, ella la mas hermosa, pura y buena chica de todo el mundo, según el equipo de Volleyball; "La novia perfecta", él el chico mas guapo...
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Kyoutani estaba convenciendose de comportarse de manera decente y comentar la situación que observo minutos antes de entrar a su entrenamiento.
Hasta que Oikawa abrió su maldita boca
—Escucha bien pequeño perro locooo
"Imbécil, imbécil, imbécil"
—No vayas a...
"Imbécil, imbécil, imbécil"
—¿Lo entiendes? O de lo...
"Imbécil, imbécil, imbécil"
—Iwa-chan no dudará en...
"Imbécil, imbécil, imbécil"
—...directo a la banca..
No soporto más, entonces, abrió la boca él también;— Por eso su novia lo dejo —Y sin más camino hacia la salida del gimnasio, dejando a sus espaldas un ambiente silencioso y tenso.
—¡Vuelve aquí! ¡No puedes irte del entrenamiento!
—¡¿ShittyKawa estas llorando?!
—¡Tómale una foto! ¡Tómale una foto!
¿Por qué lo molestaban tan temprano?
Decidió callar, pues como alguna vez escucho; "El sabio guarda silencio cuando no tiene nada importante que decir" Y Oikawa, Oikawa no era alguien importante para él.
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Disfrutaba su tarde de sábado navegando por Instagram, buscando cualquier cosa que la distrajera. Mientras actualizaba el feed de la red social, algo llamo su atención, una noticia en la que etiquetaban al usuario de José Blanco, obviamente lo conocía, y por obvias razones seguia su cuenta... Razones que la pusieron levemente melancólica.
"José Blanco inicia campaña solidaria debido a la ola polar vivida en Argentina"
"¿Uh? ¿Hace mucho frío en Argentina?" Se pregunto a si misma mientras bloqueaba su teléfono, intentando pensar en cualquier cosa que no fuera su ex novio, obviamente fallo.
—Me gustaría tejer algo... —sus palabras quedaron en el aire al momento en el que su mente le dió una respuesta e idea a una actividad que podría mantenerla distraída durante un largo tiempo.
El partido del Aoba contra el Karasuno se acercaba, y todos a su alrededor no paraban de hablar de aquellos. Le torturaba constantemente la cabeza, en especial porque está vez no estaría junto al castaño antes del partido, como siempre solía estarlo, brindarle un gran abrazo y mucho ánimo, observando con nervios en los asientos bajos, gritando fuertemente el nombre de su, en ese entonces, novio.
Sería la primera vez. Y sería difícil.
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—¡Vine! —fue el grito de Tetsurou anunciando que había llegado de visita que logro hacerla desconcentrarse de la actividad que se había impuesto para distraerse, mientras en ese horario sabía empezaba el tan esperado partido de Voleyball del que todo el mundo hablaba.
