El asesino y la víctima

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Cap y Magma se habían conocido por conveniencia. Estarán diciendo "¿qué?" Bueno, Cap era un asesino y su próxima víctima había resultado ser ese tipo.

Poco a poco iba ganándose su confianza, al mismo tiempo que desarrollaba sentimientos, sin embargo, los ignoraba.

Lastimosamente, se estaba atrasando y desesperando. Por más que intentaba matarlo, había algo en él que hacía que retrocediera.

No entendía por qué, pero una parte de él no quería deshacerse de aquel chico del que se había hecho amigo sólo porque le convenía.

Su instinto asesino empezaba a apagarse por los extraños sentimientos que presentaba frente a éste sujeto, por lo que, para mantener el talento, salía a "cazar" durante las noches.

Extrañamente, sentía alivio de que su amigo no sospechara de que él era el responsable de los asesinatos que eran anunciados en la ciudad. Aunque, por una razón que desconoce, sentía ganas de consolarlo cuando mostraba pena por sus víctimas o por los seres queridos de éstas.

Tenía tantas ganas de confesarle todo y tanto miedo de hacerlo. Pero, ¿por qué tendría miedo? No lo sabía. Pero estaba seguro de que si le contaba la verdad, el pelinaranja se alejaría de él.

Siempre se extrañaba cuando de alguna forma, se emocionaba de verlo, hablar con él, tocarlo, escucharlo, sentirlo, abrazarlo y sonreírle. Quería regalarle su cuerpo, su alma, sus sentimientos, sus recuerdos, su mente, cada momento de su vida, ya sea triste o feliz. Pero no entendía por qué.

Luego, comenzó a tener crisis existenciales al empezar a preguntarse qué sería de su vida sin él. Si en otra vida puede comprender sus sentimientos. Si en otra vida no se conocieron. Tenía tantas dudas y pocas respuestas. Por ahora, sólo podía fruncir el ceño y cruzarse de brazos.

Ahora, se encontraba con el de pelo anaranjado, ambos estando sentados en la cama del híbrido. Uno se encontraba con una gata de nombre Blanca y otro veía su celular. Había silencio, no era incómodo, si no lo contrario.

En eso, al felino se le ocurrió la idea de cuestionarle al más alto para saber que opinaba o cual era su creencia.

Con las fuerzas que pudo, dejó su celular de lado y miró al chico que yacía a pocos metros de él.

─𝘖𝘺𝘦, 𝘔𝘢𝘨, ¿𝘤𝘳𝘦𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘶𝘯𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴𝘰 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘳í𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴?──Preguntó. El contrario volteó a verlo.

─𝘗𝘶𝘦𝘴...──
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(397 palabras)

𝙄𝙣 𝙖𝙣𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙪𝙣𝙞𝙫𝙚𝙧𝙨𝙚 | 𝖬𝖺𝗀𝗍𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora