El viaje hasta Italia me había parecido eterno, cada segundo se hacían horas y yo ya no podía aguantar mas los nervios. Estaba allí, justo delante de aquella lujosa y grande casa del matrimonio que adoptaron a mi pequeña, el inspector Jones me quiso acompañar y estaba tan nervioso como yo, se había fumado mas de dos paquetes de cigarrillos durante el viaje. Los dos caminemos hacia la entrada y tras tocar el timbre un joven de unos dieciocho años de edad nos abrió la puerta.
-Hola, esta es la residencia de los Ford?- pregunto Jerónimo ya que a mi no me salían la s palabras.
-Si, son mis padres ustedes quienes son?
-Soy el inspector Jerónimo Jones, querría hablar con ellos- dijo el mientras le enseñaba su tarjeta al joven.
-Si claro, esperen un momento- dijo el joven mientras fue hacia el interior de la casa, yo temblaba de los nervios mientras que Jeronimo tenia la mirada fija en mi-
-Alicia tranquilízate, primero vamos a hablar con ellos, tenemos que ir poco a poco además se pusieron algo nerviosos cuando les llame por teléfono-me dijo él mientras colocaba su mano en mi hombro a modo de tranquilizarme.
-Hola- nos saludó una mujer joven y con bastante elegancia en su porte.
-Buenas tardes, ¿usted es Loren Ford?
-Si soy yo- contestó la mujer mirándonos de arriba a bajo.
-Yo soy el inspector Jerónimo Jones y ella es Alicia Durand, nos gustaría hablar con usted sobre su hija, Anna- contestó Jerónimo mientras la mujer tensaba su rostro dejando saber que ella sabía exactamente que hacíamos allí.
La mujer dudó unos instantes pero accedió a hablar con nosotros y nos invitó a entrar. La casa era lujosa y acogedora a la vez, con una decoración algo rústica y a simple vista se podía ver que cuidaban cada detalle del hogar. Nos invitó a pasar a la sala de estar donde se encontraba un hombre alto, moreno de unos treinta y pocos años avivando el fuego de la gran chimenea que había en la sala y al vernos su rostro se volvió serio. Los cuatro nos presentemos y nos sentemos al lado de la cálida chimenea mientras que la mujer preparó café.
-Bueno, sabemos que es una situación un tanto incomoda y delicada ya que somos completos desconocidos pero llevamos años buscando a Anna- dijo primeramente Jerónimo.
-Señor Jones si hemos aceptado a hablar con ustedes es por la insistencia que tuvo por teléfono y ademas tampoco les esperábamos tan pronto- aclaro el hombre.
-Nuestra hija no sabe que es adoptada y queremos que siga siendo así, no seria una noticia muy buena para una preadolescente de 14 años no cree?- me pregunto la mujer la cual parecía molesta.
-Escucheme señora Ford yo no abandoné a mi hija, desapareció repentinamente de la unidad de cuidados intensivos neonatales de la clínica en la que di a luz, no sabe el dolor que sentí cuando me dijeron que mi bebé no estaba allí, que alguien se lo había llevado yo no me lo podía creer. Solo me dio tiempo a mecerla unos minutos en mis brazos mientras que una enfermera nos hacía una foto. Jamás supe quien se llevó a mi bebé de allí, tardé en denunciar su desaparición ya que perdí la cordura y entré en estado de shock sin ni siquiera poder hablar durante varios meses, la policía investigó pero al no conseguir respuestas, cerraron el caso. Esto ocurrió hace catorce años y después de tantos años buscándola, la he encontrado, no me prive de conocerla- le dije intentando que comprendiera la situación.
-Eso ya lo sabíamos, el inspector Jones nos lo dijo cuando contacto con nosotros, sentimos mucho lo que le paso pero mi familia no tiene culpa de lo que le pasó, Anna es nuestra hija y creo que una noticia así podría afectar y mucho, solo queremos lo que sea mejor para ella.- contestó el hombre mientras que su mujer se quedó en silencio mirándome.

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Al abismo del placer
Mystery / ThrillerAlicia Durand, una prestigiosa abogada, intenta sobrevivir ocultando un trágico pasado criminal. Su vida toma un giro inesperado cuando se enamora de un inspector policial. Pronto se ve acorralada por sus enemigos los cuales piden venganza mientras...