𝗦𝗜𝗫

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Después de unos días pude salir del hospital al mismo tiempo que mi papá, ninguno de los dos debía pero insistimos lo suficiente para que nos dejarán ir. Yo tuve que salir en silla de ruedas para no esforzarme demasiado y poder descansar, yo insistía en caminar pero tanto los doctores como mi padre insistieron hasta que acepté.

Regresé a clases y todos me recibieron con mucho afecto, ya habían acomodado mi lugar cuando llegue para que mi silla de ruedas cupiera sin ningún problema, e incluso me habían llevado algunos bocadillos para recuperar mis fuerzas.

A la hora de receso me quedé en el salón con Todoroki, solo los dos, él trajo la comida y de nuevo me dió de comer casi por obligación, insistía en que no podía moverme.

—Abre.—miré a Todoroki con las cejas fruncidas y mala gana.—Que abras.

—Puedo mover los brazos.—movió la cuchara para indicarme que abriera la boca.

Era insistente.

Suspiré resignada y abrí la boca sin dejar de fruncir mi gesto, él metió la cuchara en mi boca y yo la cerré después de eso para masticar lo que me acababa de dar. Él se dio la vuelta y de su lugar tomó una servilleta que pasó por mi boca para limpiarme.

Honestamente me sentía como una niña, pero así demostraba su afecto Todoroki, no podía quejarme.

—¿Al final te dijo algo tu papá?—de inmediato Todoroki puso mala cara.—Peor aún.

—Sigue insistiendo con tu papá ¿No te lo dijo?—negué con la cabeza.—Es irritable, te puedo jurar que estoy a nada de huir de casa.

Reí por lo bajo a la vez que Todoroki volvía a tomar un pedazo de comida en la cuchara.

—Bueno, pero si llegamos a los treinta solteros si me voy a casar contigo.—Todoroki me pasó la comida y asintió con la cabeza.

—Esta bien.

Realmente no queríamos estar como pareja, ni en nuestras peores pesadillas, pero nos gustaba bromear de cosas así ya que su padre insistía tanto en querer casarnos algún día para mejorar su herencia. Cosa que detestamos.

—Aunque…—balbuceé.—¿No desearías casarte con alguien a quien ames algún día?—le pregunté a Todoroki antes de volver a dar otro bocado a la comida.

Él se quedó pensando y miro al techo por un momento.

—No.—negó.—No me llama la atención.

Me quedé en silencio, y él lo notó.

—¿Tu si?—yo asentí a su voz.

—Seria lindo.—balbuceé.

Todoroki mantuvo su vista en mi y luego se recargo en su silla con los brazos cruzados.

—Si lo haces que sea con una persona decente, no una persona como Bakugou.—bufé al oírlo y di una leve risa.

—¿Qué tienes contra Bakugou?

—¿Qué no tengo en su contra?—le di la razón.—Solo verlo es detestable.

—Bueno, pero… Estoy agradecida con él, hace poco me salvó la garganta ¿Recuerdas?—Todoroki bufó.—Sin él no estaría hablando contigo ahora.

—Ajá.—Todoroki volvió a ponerse recto y prosiguió a seguir alimentándome.

Después de un rato todos llegaron al salón y regresamos a nuestros lugares.

—¿Y que hicieron en el salón solos?—alcé la vista a Mina, fruncí los hombros.

—Pues comer.

Kirishima, Denki y Sero se voltearon hacia mi.

𝗘𝗹 𝘁𝗲𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗲́𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮   ᵇᵃᵏᵘᵍᵒᵘ ᵏᵃᵗˢᵘᵏⁱ [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora