Todos siempre tenemos fantasías, a veces son realistas, y otras veces sacadas de un libro de hadas. Pero, esas fantasías son solo un maldito escape de la realidad.
Mi fantasía no fue nada más que mi realidad.
Realidad antes:
Trasnochar todos los días de la semana leyendo hasta las 3 de la madrugada. Despertar a las 7:00 para ir a la escuela. Llegar a la maldita escuela, "Aprender", recreo, soledad y libros. Clase. Hora libre, soledad, libros, imaginación. Clases. Hora libre, soledad, libros, imaginación, viaje por mi mente. última clase, entender, jugar con el lápiz, imaginar. Salir. Llegar a casa, leer, leer, dibujar, fantasear, meterme a la Pc, leer, dormir.
Realidad después:
...¿?
