Y entonces?

¿Qué hay en mi mirada?

Si estás leyendo esto, lo primero que te voy a pedir es que te detengas!!!
Porque si continuas con la lectura lo más probable es que únicamente pierdas tu tiempo, esta no es una historia famosa de Wattpad, no es la historia de la chica increíblemente guapa que es única y diferente, no el la rayita que recién se levanta se ve preciosa y que su mirada transmite mil y un emociones, la chica a la que el mundo le va detrás, tampoco me definiría a mi misma como la chica que se levanta todos los días con una sonrisa, ciertamente aprendí a sonreír mucho, aunque rara vez genuinamente.

Pero este texto no habla de sonrisas, aunque eso ya lo sabías con leer el título de este "capítulo".

Estoy divagando, inícienos con el principio, mi nombre es Dayma López, y posiblemente en este momento estoy pasando por otra crisis en mi vida, o al menos yo lo siento como una crisis, pero no de esas crisis que te dejan hiperactivo y angustiado todo el día, y te mueves el doble de rápido y eres el doble de eficiente en base a puro estrés, si esas fueran mis crisis posiblemente mi vida sería más sencilla, pero no, mis crisis son de ese tipo de crisis que te "roba" el alma, me siento tan perdida y tan agotada de absolutamente todo, siento que el mundo se vuelve monótono, repetitivo y lo peor es que a pensar de eso, no soy capaz de seguirle el ritmo, mientras yo doy un paso el mundo ya se hecho tres vueltas, y no se detiene y no se como seguirle el ritmo y llevo como 5 años tratando de alcanzarlo.

Okey, posiblemente debo mencionar que tengo diecinueve años, tal vez para los lectores más jóvenes de esta plataforma ya soy muy grande, yo misma me siento muy grande aveces.

Mi vida es un desastre, en todos los sentidos, si el desastre que estoy hecha se limitará a mi habitación tal vez estaría más tranquila, pero no, el desastre no está en mi habitación, está en mi cabeza, y por respeto a todas las personas que tienen problemas de salud mental, no me voy a auto diagnosticar, podría ir por la vida diciendo que sufro de depresión, pero ningún médico me a dicho que la tengo, así que no sería correcto colocarme el saco yo sola, vengo a hablar de cómo me siento, de lo cansada que estoy día a día, de que aveces solo me gustaría quedarme en mi cama y no salir, y parece una exageración, pero no, de verdad siento que podría dormir 100 años en este momento, me siento desmotiva da, y un poco harta, también siento mucha vergüenza.

La verdad creo que este año escolar me deje arrastrar demás, ya había dejado que este sentimiento me ganara, una vez en el 2020, eso me llevo a perder un año de escuela, literalmente re cursé un año por esto que ni siguiera sé nombrar y ahora creo que lo voy a volver a hacer porque no se como solucionar todos los problemas en los que me metí, ¿como le dirían ustedes a su mamá que no van a terminar la prepa? ¿Como le dirían al mundo lo fracasados que son? Es que yo veo que literalmente todos a mi alrededor están avanzando, están mejorando, y yo solo sigo aquí estancándome como agua podrida de barranca, me siento una auténtica basura, nunca ma había sentido tan idiota como en este año escolar, veo cómo todos mis compañeros entienden los temas y participan y yo a veces ni siquiera logro concentrarme lo suficiente como para prestar atención a lo qué pasa a mi alrededor, me siento ausente el 90 por ciento del tiempo, como si estuviera en una gran caja de cristal que me separa de todo el universo y de verdad me impidiera relacionarme, y de repente estoy aquí en la escuela rodeada de aproximadamente ocho mil estudiantes de mi edad, y no se como hablarles y me da hasta vergüenza hablarles porque realmente no tengo nada relevante que decir, nada que sea del interés de nadie, nada que me haga parecer interesante, soy solo una estudiante bastante mediocre que se deja arrastrar por la escuela, sería divertido si fuera la chica que es mala en lo académico pero buena en el deporte, o que recibe a todos con una sonrisa enorme y tiene un carisma tan grande como esa sonrisa, pero si yo sonrío sale una mueca, si yo intento hacer deporte descubro que soy lo equivalente a un perro pug, solo me siento tan vacía, y siento que es lo qué hay en mi mirada, un vacío que no se termina, que nunca me deja en paz y con el que honestamente me estoy cansado de pelear