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Arlecchino pov:

Su cuerpo está temblando debajo de mi, arrodillada, muy buena chica. Me recliné en la silla, tirando su cabeza hacia arriba desde su cabello.

Su respiración agitada, sus pechos rebotando. El sudor recorriendo su cuerpo.

Me ponía mal.

Su aliento chocando con mi erección mientras, escupía directo hacia su boca.

"¿Acaso necesitas que te órdenes para esto?"

La mire descaradamente, mi mirada recorrió sus curvas, podía ver sus tatuajes, algunas atractivas marcas y lo mejor de todo mis mordidas.

Había pasado una hora mordiendo cada parte de su cuerpo, hundiendo mis colmillos en ella. En todos sus puntos sensibles haciéndola retorcerse.

Podía sentir la esencia que desprendía su majestuoso tatuaje, su cabello con rulos algo desarreglado. Algunos mechones dispersos, podía notar su cicatriz del ojo derecho aumentar de tamaño un milímetro.

Como si supiera que lo lameria, su cuerpo la traicionaba.

Que delicia.

Baje un poco mi cabeza, sacando mi lengua dando lamidas largas pero dulces a su hermosa cicatriz. Ella jadeo en un suspiro tan pesado algo atractivo pero notablemente adictivo.

"Si no fuera por la venda vería tu gran ojo amarillo brillando por la intensidad.."

"¿No es así?"

Moví un poco su cabeza, ella asintió, era un dulzura que trajera un bozal. Roce un poco mi uña con sus marcas en el cuello, recordando esa noche. Apreté mi mandibula abriendo la herida dejando brotar la sangre.

Ella trago pesado.

Necesitaba verla.

Tome su collar con fuerza, acercándola a mi.

"Transformate en la bestia que eres."

"Ahora."

Ella tembló antes de dejarme ver a su hermosa bestia, su pelaje blanco con tonos negros por su maldición. Sus cuernos eran notablemente altos, era alta en esa forma, su cola larga en un hilo algo grueso que al final tenía una bonita cola de conejo.

Sonreí al ver sus dientes afilados, algunos fuera, sus marcas aún más notables, mientras apretaba sus garras. Eran algo grandes, negras con un tono blanco, pude ver su espalda por un momento tenía dos grandes cicatrices posiblemente fueron alas que le arrebataron.

"En la cama."

Ella siguió la orden sin dudarlo, era bastante sumisa en esa forma pero bastante agresiva. Notaba los gruñidos que emitia al tener el bozal.

Me quite el traje, quitándome la blusa, al igual que mi brasier, ella no lo sabía pero se que en esta forma era bastante sensible al oído.

Me deje el pelo largo, quitándome los zapatos al igual que los calcetines, podía ver su cuerpo acomodarse en la cama, sus piernas como un conejo algo flectadas mientras un poco de su cuerpo era apoyado en la madera. Sonreí al verla inquieta al no sentirme.

Me necesitaba.

Por ser hembra necesitaba a alguien que la domine en ese estado, podía sentir el aroma embriagante tan adictivo. Mientras trataba de hablar en vano.

El infierno en la tierra. (Arlecchino x personaje) (FemxFem) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora