Había pasado muchos años desde que se recibió, y aún amaba su trabajo, siempre lo había vivido como un juego, como si en cada mente habitara un gran novillo de lana y él tuviera la capacidad de desenredarlo hasta llegar a su nucleo.
-entonces ¿usted dice que lo que hago es reflejar mis ausencias paternas en mis parejas?-preguntó la paciente. Esteban trabajaba todos los días,incluyendo sábados, durante largas jornadas.
-no exactamente. solemos enfocar las partes negativas
-eso no tiene sentido
-no ¿verdad? pero suele ser así, solemos replicar en nuestras parejas las partes negativas de cualquiera de nuestros padres, en general,con quién tenemos más conflictos
-pero a mi no me gusta como es mi padre
-exacto. se intenta revertir todo lo que de niños no pudimos cambiar de nuestros progenitores, básicamente y de forma inconciente buscamos parejas con características similares a nuestro padre,o nuestra madre, con el fín de "cambiarlos", hablando coloquialmente. ¿tiene sentido?
La paciente atravesó en ese instante una gran revelación al darse cuenta de que toda la vida había elegido parejas muy similares a su padre, a quién realmente odiaba. Esteban era bueno.
Cuándo esa sesión terminó, Esteban estaba listo para ir por su café, pero la puerta del consultorio se abrió y por ella entró Francisco.
-hola doc
-hola bebé
-¿como bebé? soy un paciente-le dijo simulando molestia
-¿ah si?-preguntó él echando su silla hacía atrás. hacía mucho que no tenían un juego como ese
Fran se sentó en sus piernas y lo abrazó por loa hombros
-y si. vengo porque tengo conflictos con mi esposo ¿sabe?
-¿a que se refiere?-preguntó él acariciandole la cintura
-a veces me siento un poco ninfomano, pero no creo que sea mi culpa; el fulano este del que le hablo coge muy bien, me tiene pensando en eso todo el día, sin ir más lejos anoche cogimos, y estuve toda la mañana pensando en eso
-me va a tener que dar detalles, asi lo ayudo-le siguió el juego Esteban, que ya empezaba a sentirse acalorado
-claro, usted es muy profesional-le dijo él y bajó de sus piernas con mucha destreza para arrodillarse entre ellas, justo debajo del escritorio-este tipo la tiene muy grande, muy linda-murmuró paseando su mano por el bulto que se formaba por debajo del pantalón-y sabe usarla bien, me hace acabar mucho-Esteban dejó caer su cabeza hacía atrás exponiendo la nuez de su garganta. se sacó los lentes con una mano y los lanzó sobre el escritorio al sentir como Fran le bajaba el cierre-ayer estaba particularmente muy excitado, me tenía en la cama, me besó mucho, y cuando me la ponía me mordia acá-dijo pasandose un dedo por encima del chupón que Esteban le había dejado
Esteban abrió los ojos y se lo acarició
-te dejó marcado
-si, es muy posesivo, siempre le gustó dejarme marcado ¿usted porque cree que sea?
-creo que quiere recordarte que sos de él -susurró excitado, acariciandole el cuello, como si lo ahorcara pero sin fuerza
-¡me encanta ser de él! pero hoy me desperté,él se había ido a trabajar, y yo tenía ganas de más...pero no quería molestarlo, asi que vine a verlo a usted
-me siento usado
-bueno, usted puede usarme a mi también-le dijo sonriendo y mirandolo a los ojos antes de empezar a chuparsela
A lo largo de todos esos años juntos, Fran conocía de memoria los modos que servían para llevar a Esteban hasta el placer extremo.
Besó, mordisqueo y chupo cada centímetro de su pene antes de meterlo entero dentro de su boca y mover la cabeza a un ritmo lento y parejo.
Esteban enredó sus dedos en el pelo ajeno y se encargó de morderse los labios para no gemir demasiado fuerte, sobre todo cuándo sintió el orgasmo a flor de piel.
Acabó dentro de su boca en algunos minutos; Fran se puso de pie limitándose los labios y él se levantó con la idea de acomodarse el pantalón cuando la puerta se volvió a abrir, pero está vez, de ella asomó Lolo que venía de la escuela y estaba listo para su sesión con su terapeuta en el mismo edificio.
-¿que haces acá?-le preguntó sorprendido a Fran
-vine a saludar a papi
Lolo los miró a uno y al otro. no había visto ni escuchado nada, pero tampoco era tonto...
-no puede ser...
-Lolo, es totalmente normal que los padres a veces sientan deseos y...
-me quiero morir
-¿que querés decir con eso?
-¡es un decir!
-nada es un decir, todo lo que decimos está arraigado de nuestros más profundos...
-¡no me analices! ¡subite el cierre! ¡me quiero morir!-gritó saliendo del consultorio en una mezcla de enfado y asco
-no me parece para tanto-dijo Esteban subiéndose el cierre, había cerrado el botón olvidándose del resto
-si hubiese visto a mis padres post cogida me hubiese suicidado sin más-dijo Fran, que hasta para decir cosas asi, sonreía.
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Lolo nunca había usado su sesión de una forma tan vehemente como aquélla tarde, se sentía traumado.
Cuándo volvió a casa tuvo la ya habitual "otra sesión"
"no puedo dejar de pensar en que pasaba si llegaba diez minutos antes.
si los veía cogiendo me arrancaba los ojos, no estoy jodiendo"
"bueno, al menos ellos cogen, no como nosotros"
le dijo Blas, su amigo virtual, que no había dejado de reírse de su trauma
"eso dolió"
"ayer besé a un chico"
"¿en serio? ¿que sentiste?"
"no sé, fue la primera vez, creo que me gustó"
"que bien"
"¿celoso?"
"un poco, pensaba que yo te gustaba"
"creo que sí"
"pero te besaste con otro"
"¡y vos besaste a una chica!"
"pero no sentí nada"
"igual no te gusto yo"
"¿qué sabes?"
"los dos sabemos quién te gusta"
"eso es imposible, ya se me va a pasar"
"¿no pensaste en decirle?"
"¿a Felipe? no, nunca"
"deberías"
"es hetero, le gustan mucho las chicas, y me ve como amigo, no voy a arruinar eso"
"bueno, bueno, no me meto. me tengo que ir, hablamos después.
te quiero"
"te quiero"
Respondió él sintiendo algo en el pecho.
¿se estaba enamorando de Blas? ¿podían gustarle dos chicos a la vez? no lo sabía y la confusión empezó a crecer con los días venideros.
