Collei conoce a Aloy

One Shot

El día en Mondstadt había empezado, pero la estancia de Collei se acabó después de la terminación del festival de las flores del viento. Ella quiso un último recorrido en la nación con la compañía de Aether y Paimon, descubriendo además nuevos secretos y conocimientos que no conocía de algunas zonas.

Para el viajero, contar con Collei estaba siendo como un día llendo de aventuras mientras un arquero le cuida la espalda, ya sea Amber en sus guardias, Fischl en una misión del Gremio o Venti haciendo una ráfaga de aire porque puede; no tenían muchos enemigos por el camino, así que los pocos, los acabaron entre combos de espadazos y flechazos.

De fondo la ciudad ya había guardado sus decoraciones, los dientes de león ya no se asomaban por ningún lado del cielo y los turistas de otras naciones partían en transportes de carruaje para regresar a sus hogares.

Los dos realmente estaban felices de regresar por un tiempo, compartian un sentimiento especial y similar por la misma nación sin importar que sean de otras partes. El tiempo de ellos no sobraba como para quedarse por un largo tiempo, tenían que continuar con sus viajes o sus aprendizajes de estudio.

– Hey, ¿oyen lo mismo que Paimon? –. La comida de emergencia ladró mientras se ponía en alerta cuando las fuertes pisadas de algo justo detrás, causó mucho pánico.

Detrás de los árboles, un guardián de las ruinas salió cuando su ojo alcanzó el movimiento de varias personas que salian fuera de la ciudad, desafortunadamente había puesto la mira sobre Timaeus y Yinge'r.

Collei y Paimon gritaron de terror cuando el gigante mecánico se volteó de espaldas, mientras sus espacios brillaban apunto de lanzar un ataque letal a la pareja.

– ¡Oye grandulón!, ¡¿por qué no te enfrentas con alguien de tu tamaño?! –. La voz de Aether detuvo el impetud del guardián, cuando observó al viajero lanzándole una piedra para atraer su atención por completo.

Después de una serie de gruñidos comos si lo estuviera retando, el guardián de las ruinas se volteó de espaldas contra Aether y segundos después, varios misiles iban dirigidos para golpearlo.

– ¡NOOOOO! –.

Los misiles no alcanzaron al viajero justo en el último momento, cuando se desvió de la trayectoria por un empujón de Collei que corrió desesperada y abrazándolo para caer a un lado juntos.

La explosión sacudió la tierra, dejando varios escombros con un ruido ensordecedor, la pareja volteó y rápidamente huyó lejos de la vista del monstruo.

– ¿Collei? –. El viajero seguía sorprendido por la firmeza que ella sostuvo alrededor de él, apretándolo con los brazos a la altura de la espalda.

– ¡No sé en qué estabas pensando!, ¡pero no iba a ver cómo te sacrificabas para ganar tiempo! –. Ciertamente estaba asustada de perder a alguien importante como el viajero, solo por ser tan estúpidamente amable.

– No podía dejar que lanzara sus misiles a ellos o habrían volado en pedazos. Yo quería que te quedaras atrás mientras enfrentaba al guardián...lo siento –.

– Ese no fue el plan más brillante que haya visto de ti –.

Los dos se miraron con algo de complicidad, Collei rápidamente se levantó del pecho de Aether y le ayudó a ponerse de pie para luchar.

– Collei, yo ataco con mis elementos y tú asegúrate de lanzar flechas a su ojo y su espalda...¿entendiste? –.

– ¡Si!, ¡ten mucho cuidado cuando te acerques e intente atacarte! –. La chica ya estaba con el arco cargado mientras Aether sonreía al verla tan preparada, así que sacó su espada.