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La noche llegó, era hora de partir

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La noche llegó, era hora de partir. Sus compañeras/os ya había salido de la empresa, al salir se quedó caminando cerca de un parque. Mientras observaba la luna espléndida y las estrellas a su alrededor. Se preguntó "debería escribir una carta, pero a quien?...".

A la mañana siguiente una carta había llegado a su casa, aquel chico que le había expresado aquellas palabras cargadas de sentimientos profundos y confusos, le escribió una carta.

-Para Alia Castiello. Se que has de estar confundida y buscando respuestas, siempre has sido así. Aun me encuentro en Francia, la situación no es muy buena muchas veces por el ejercito no puedo dormir bien o tan solo escribir cartas. Espero que estés bien, sé que algún día entenderás el verdadero significado de mis palabras.

Comprenderás mis emociones y sentimientos un amigo me escribió diciéndome que eras una escribana. Te felicito de todo corazón, tienes una bella manera de plasmar las emociones en el papel aun así no sepas qué significan en realidad, cuando regrese te contare muchas historias, el mayor Kiel te manda saludos. Ambos esperamos regresar contigo, hasta entonces sigue buscando mis palabras "te amo" no lo olvides. Como mucho cariño y esperanza Killian Lockhart.- termino de leer la carta en voz altas, y nuevas dudas asaltaron su mente. Otra vez esas palabras "te amo" sabrá alguien el verdadero significado.

Salió de su casa, con la mente nublada. Paso frente a la tienda donde había conocido a Cail, nuevamente volvió a observar aquella muñeca. Las calles de londres en las mañanas no eran tan concurridas como a medio día, pero aun así muchas personas se quedaban observando a la chica que solo parecía prestarle atención a la muñeca escritora.

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