Cansado.
Esa era la palabra que me describía, cansado. Estoy en mi etapa de parciales, hace un mes entré a la UBA para hacer el CBC. Este último nombrado, es una introducción a lo que sería la facultad y a la carrera que quieras seguir.
Mi sueño es ser abogado, desde muy chiquito mi gran meta era ser un abogado exitoso. La política, la nación, derechos, leyes, doctrina y de más, me apasiona, es algo hermoso. Pero también me gusta todo lo gore, en pocas palabras, la criminologia y criminolostico, ver cadáveres, muertes, sangre y autopsias, es mi único gran secreto.
Me encontraba buscando mi ropa para irme a la facultad a estudiar, hoy tenía clase de derecho privado, tenía que ir presentable, me gusta vestirme elegante, ir bien vestido para cualquier ocasión y momento, no importa si estoy en mi casa o salgo, siempre adecuado... pero hoy no, no tenia ganas, estaba perezoso, cansado y estresado como para vesirme bien.
—Es solo por esta vez...— mirandome al espejo de mi cuarto, aun tenia mi pijama azul, tenia una lucha interna en ese momento, no sabia si ir comodo o formal. —¿Verdad?.
Hacia frio en la mañana, por ende, m3 puse un buzo negro, un joggin verde holgado pero abrigado, una campera negra inflable con mi bufanda larga marrón a cuadros.
Saliendo de mi cuarto, voy a la sala y apago la tele la cual había visto hace dolo unos momentos, estaba el streaming de Olga, caro pardiaco es un cago de risa. Agarró mis audífonos y salgo de mi casa, mi mochila pesaba, tenía 4 cuadernos, 5 cuadernillos y 7 folios con apuntes impresos para la clase. ¿Ahora entienden mi estrés?
Camino por mi barrio, es muy tranquilo y hermoso, nunca habían peleas, gritos ni nada de otro tipo, era muy agradable para mí. Estaba soleado, hojas naranjas y amarillas caían de las ramas de árboles, mi calle estaba llenas de ellas. Era otoño, Dentro de todo, el otoño se caracteriza por la caída de hojas de árboles, estas hojas se renuevan cada año, con su clima frío templado, y escasas lluvias. Colores cálidos, tonos marrones, anaranjados.
Bonita estación, ¿no? Por eso es mi favorita.
Estaba en el centro de mi cuidad, siempre recorro un poco los locales, veo que hay de nuevo, ingresos, ropa, comidas, sabores nuevos, olores que eran exquisitos y profundos para mi nariz. Llegó a mi cafetería, había poca gente, pues eran las 9:00 am, algunas personas estaban de traje, maletas o computadoras, otros leían libros o repasaban, seguramente iban a la escuela o a mi facultad.
—Buen día, Taehyung, va a pedir lo de siempre?— me pregunta la cajera la cual ya eramos casi amigos, ya nos conocíamos, iba todos los días a comprarle a ella o a otros de sus compañeros, sabían que pedía.
—Buen día, Seejon, si si, lo de siempre, ya me conoces.—
Me regala una sonrisa amigable dándose la media vuelta y veo como prepara mi café.
—Te estas preparando para los parciales?— habla sin mirarme mientras busca mi vaso para introducirlo en una máquina.
—Uff, estoy a ful, es muy agotador ser abogado.— me apodo con mi antebrazo a la barra del cajero mientras hago una mueca sarcásticamente de cansancio, pero de verdad era agotador, aun sin ser abogado.
—Pobre de mi amigo, pero si ese es tu sueño, seguí adelante.— viene hacia mi sin quitar su sonrisa, me da café junto a dos churros de chocolate relleno.— regalo de la casa, porque sos de los poco que estudian para cumplir su sueño.
Le sonrió asombrado, no me esperaba ese accionar de ella, es muy amable y amigable conmigo, sin otras intenciones, eso era obvio.
—Oh, gracias Seejon, te agradezco mucho.
—De nada, Taehyungie, disfrútalo.— desvía su mirada hacia el siguiente cliente que seguía atrás de mi.
Me dirijo a una de las mesas que estaban junto al ventanal enorme que tanto me gustaba para sacarme fotos o solo mirar. Era increíble.
Aun con mis audífonos, presiono uno de ellos para que vuelva a sonar la música de wave to earth y tomó un sorbo de mi Mocha frappuccino.
El paisaje que tenía en frente era espectacular, gente con ropa elegante caminaba por las calles del centro, unos con libros en mano y otros con su celular atendiendo una llamada.
Metido en mis pensamientos, escucho como la campana que había arriba de la entrada empieza a sonar, me dio curiosidad y veo. Era un chico totalmente de negro, campera negra, pantalones ajustados negros, gorra negra y unas botas altas sorprendentemente negras.
—¿Va a un funeral o a estudiar?.— me pregunto mientras lo escaneaba y evaluaba con la mirada. No veía su cara, solo su gran mochila que lo hacía llamar mucho la atención.
Era misterioso pero curioso, quería saber quien era pero no le veía la cara. Me corro un poco de la silla para verlo pero no lo logro, algo frustrado me desplazo más sobre ella y ya ni habia más silla.
Me contraba en el piso, tirado como vaca muerta, era ka peor vergüenza del mundo quería morirme ahí y despertar resucitado en la morgue en medio de mi autopista indicándole al medico forense que no me abra el lado izquierdo de mi cuerpo, pues era mi parte favorita y me favorecía mucho para las fotos.
Anonadado y en pleno trance por mi vergüenza, alguien de ahí me pregunta como me sentía y si estaba bien.
—Hey, estas bien, niño?— agarra mi cara entre sus manos para que lo pueda ver, mi vista era borrosa. Mi rostro y odio golpearon fuerte el piso.
—S-si, creo, auch...— hago una mueca de dolor cuando me llevo la mano a la parte trasera de mi cabeza.— ¿No hay sangre, verdad?.
—Si no veo mal, no, pero como solo es un golpe leve, no creo que por ese impacto, haya sangre de por medio.— me dijo sonando como burla, ya no me caia bien y ni lo había visto.
Me agarra de los brazos ayudándome a pararme mientras me quejaba del dolor, me guía hasta mi mesa y se sienta junto a mi, tenía su brazo sobre mis hombros casi abrazándome.
—Logras verme?—
Cierro mis ojos un par de veces hasta poder enfocar bien mi vista y ver con claridad aquel rostro que tenía en frente. Y opordios, era el chico funeral.
—S-si, es Mocha frappuccino.— no había escuchado bien su pregunta pero se que era una pregunta.
—Parece que quedaste medio ido.— habla entre risas pequeñas mostrando sus dientes brillosos, ojos grandes con algunas pecas en su lindo rostro. Era Hermoso.
—Asi que, Mocha, eh?— Agarra mi bebida y sa un sorbo. Tranqui rey, como en tu casa.
Disgusta en sabor y noto como mueve su cabeza hasta el costado en dirección a su hombro, se me hacia conocida aquella seña.
—Que tiene?— pregunto porque veo como fruncia el ceño, algo no andaba bien.
— Es Mocha, no?
—Si, por?
—Esta buenísimo.— Y pega otro sorbo.
— Me vas a dejar sin desayuno si seguis tomando de MI vaso.— remarcó la palabra MI porque si, era lo único que había probado en la mañana.
—Perdón, lindo, es realmente rico, la crema, leche con trozos de hielo, es buenísimo.
Sabe de cafes este pibe raro.
—Sabes de café?
— Se nota?— me mira a los ojos y nos quedamos haciendo contacto visual por quien sabe cuanto tiempo. Sus pecas eran llamativas, su nariz roja, labios rosados son un toque de crema, sus ojos grandes brillosos.
—Tengo algo en la cara?— rompe el silencio glorioso que había.
—Si, un poco de negro en vos, parece que vas al funeral de alguien.
—De verdad el golpe de dejo mal.
—Chistoso. — desvio mi vista rodando mis ojos hacia la puerta y vuelvo a mirarlo, sus ojos estaban en mis labios.
— Como te llamas?
—Taehyung, y vos?
—Jeon Jungkook.
No podía ser él.
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Cafe de riunione;; Kooktae
Short StoryTaehyung, antes de irse a estudiar a la facultad, va a su cafetería favorita a pedir su Mocha frappuccino. Jungkook es nuevo en la cuidad y amante de los cafes, con mucha ilusión, entra a la cafetería a probar nuevos sabores. Pero hace unos 9 años a...