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La luz cegadora que pudo divisar a travez del vidrio lo confundió, lo siguiente que sintió fue un dolor extenderse por su cuerpo así como el sonido de un golpe y los huesos quebrarse que lo dejo desorientado, pronto todo se volvió negro mientras escuchaba a lo lejos el sonido de las sirenas.

No había más, todo se volvió negro.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando los gritos en sus oídos le taladraron los tímpanos, su corazón se aceleró y golpeaba violentamente contra su pecho, su respiración entrecortada le desesperero y cuando sus ojos se acostumbraron a la segadora luz de la habitación se dió cuenta que estaba en el hospital, aún con la vista dándole vueltas se dio cuenta de que estaba conectado con una mascarilla sobre su rostro, la máquina que pitaba intermitentemente logró irritarlo, con las pocas fuerzas que tenía en el cuerpo trató de sentarse y cuando estuvo a punto de incorporarse la puerta se abrió frente a él revelando a un par de doctores quienes se acercaron rápidamente para hacer un chequeo rápido sobre su estado.

—Espere un poco señorito.

Había dicho uno de ellos.

—Se que puede estar confundido, solo tenemos que hacerle una revisión rápida, ha pasado un par de días inconciente.

¿Inconciente? Claro... Ahora que recordaba, antes de cerrar sus ojos había estado en un accidente, sin embargo, ¿Realmente seguía vivo? Recuerda el dolor en todo su cuerpo antes de perder la conciencia, por qué entonces todo su cuerpo se encontraba bien? Que estaba ocurriendo?

—¿Mi esposo?

—Si, no se preocupe madame, su esposo vendrá cuánto antes

—Pe-pero yo no estoy casado, señor.

Yo no estoy casado.

Yo no estoy.

Casado.

No tengo mucho que decir, leí demasiados manwhas de regresión jajaja.

mnemofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora