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la mnemofobia se define como el miedo irracional y enfermizo a los recuerdos ya sea buenos o malos.

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Sintió dolor, tanto dolor que creyó estar disolviendose en ácido, quemándose por dentro.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando los gritos en sus oídos le taladraron los tímpanos, su corazón se aceleró y golpeaba violentamente contra su pecho, su respiración entrecortada le desesperero y cuando sus ojos se acostumbraron a la segadora luz de la habitación se dió cuenta que estaba en el hospital, aún con la vista dándole vueltas se dio cuenta de que estaba conectado con una mascarilla sobre su rostro, la máquina que pitaba intermitentemente logró irritarlo, con las pocas fuerzas que tenía en el cuerpo trató de sentarse y cuando estuvo a punto de incorporarse la puerta se abrió frente a él revelando a un par de doctores quienes se acercaron rápidamente para hacer un chequeo rápido sobre su estado.

—Espere un poco señorito.

Había dicho uno de ellos.

—Se que puede estar confundido, solo tenemos que hacerle una revisión rápida, ha pasado un par de días inconciente.

¿Inconciente? Claro... Ahora que recordaba, antes de cerrar sus ojos había estado en un accidente, sin embargo, ¿Realmente seguía vivo? Recuerda el dolor en todo su cuerpo antes de perder la conciencia, por qué entonces todo su cuerpo se encontraba bien? Que estaba ocurriendo?

Pudo sentir las manos de los enfermeros tocar su cuerpo por sobre las vendas en sus extremidades, el pinchazo de la aguja en su vena y el dolor punzante en todo el cuerpo, sentía como si hubiera dormido mil años, esa sensación que solo había tenido aquella ocasión que tuvo una sobredosis, un sentimiento extraño que se arremolinaba en su pecho.

La confusión era obvia, sus grandes ojos celestes pasearon por toda la habitación de hospital, no había nada que no conociera y aún así se sentía tan ajeno.

—Hemos alertado a su esposo, estoy seguro que vendrá pronto.

Dijo uno de ellos mientras terminaba de administrarle un medicamento que sabría dios que era. Chowon sintió la sorpresa ante sus palabras.

—¿Mi esposo?

-Si, no se preocupe madame, su esposo vendrá cuánto antes

—Pe-pero yo no estoy casado, señor.

Comentó Chowon con algo de duda en sus palabras, el hombre más alto que estaba l otro lado de la habitación se detuvo en su andar mientras observaba el expediente y luego le devolvía la mirada con una sonrisa.

—No se preocupe señorito, estoy seguro que aún se siente confundido con la situación, no tiene que esforzarse en absoluto, deje todo en nuestras manos, está usted en un lugar seguro.

Le aclaro el hombre, Chowon no entendió aquello.

—Si me disculpa tengo que llevar el expediente e informar al doctor, regresaremos para comprobar otras cuestiones...si necesita de algo puede presionar aquel botón, debemos retirarnos por el momento.

Y antes de que pudiera decir algo el de bata blanca abandono la habitación junto al otro muchacho que había mencionado a su hipotético esposo antes, ¿quizás solo se había confundido? Eso dejo al Omega con más dudas que respuestas.

—Pero... Yo no estoy casado.

Se dijo a si mismo de nuevo.

Los minutos pasaron, parecieron horas, segundos, Chowon no sabía cuándo tiempo había estado en aquel lugar, por más que trataba de unir las piezas no comprendía por qué de repente todo parecía tan desconocido, no tenía sentido de orientación y del tiempo. Con el cuerpo destruido y entimecido trató de arrastrarse fuera de la cama sin embargo antes de que pudiera alcanzar las pantuflas del suelo alguien tocó la puerta de la habitación, el azabache alzo la mirada, tomo un poco del agua que había en la mesita de noche a un lado de la cama y aclaró su garganta.

mnemofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora