【No hay nada más peligroso para una persona normal que alguien incapaz de controlar sus instintos más primitivos y salvajes, totalmente vacío de lo que se podría denominar consciencia.
¿Qué pasaría si aquella persona que te acompañó durante gran par...
Es una oscura y nublada noche de invierno, se pueden escuchar los relámpagos amenazando el comienzo de una tormenta.
Los fuertes vientos que acompañan este clima azotan a un pequeño poblado en algún lugar desconocido, junto al viento unos sonidos peculiares parecen acompañarlo, eran gritos y sonidos similares a disparos que se escuchaban desde diferentes puntos de aquél lugar.
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De pronto y por la fuerza de los vientos que azotaban el poblado, los cableados eléctricos de varias de las casas son dañadas y una gran parte del lugar queda en una completa oscuridad, haciéndose más fuertes aquellos gritos agonizantes.
Dentro de una de esas casas a oscuras, el cuál se encontraba totalmente tapeada, se podía ver que alguien veía por uno de los agujeros de los ventanales, cerrados completamente, al exterior de su hogar.
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Un pequeño niño parado frente a la ventana de su habitación, mira perdidamente por aquél pequeño hueco en la madera, aunque no sabemos el qué, ya que todo, incluso el exterior, se encontraba a oscuras, siendo la única iluminación la dada por los relámpagos de aquella horrible tormenta.
Tras él se encontraba un adulto, su padre, quién de la manera más lenta y silenciosa posible cargaba los cartuchos de una escopeta que tenía a mano con un propósito desconocido, pero en la expresión que poseía se podía notar nerviosismo en él.
Inesperadamente, un grito se escucha desde afuera de la casa, acompañado de unos fuertes golpes a las paredes externas de la misma, el chico, aunque aterrado, sigue mirando por si llega a ver algo.
- ¡Ayúdenme! ¡Por favor! (Grita aquella voz, la cuál se hace cada vez más fuerte, cómo si se acercará más hacía dónde estaba el niño)
Tanto el niño y el padre se dan cuenta de aquello, por lo que el hombre nervioso termina de recargar su arma y estar atento a lo que sea que significará lo que sucedía y acercándose junto a su hijo a la ventana para ver por otro de los huecos que allí habían.
De manera errática ambos comienzan a ver por todos los lados que le permite ver los huecos, hasta que logran visualizar una oscura silueta de una persona caminar por el patio de su casa.
