Echo Flowers ||Genocide Route || Undertale Yellow AU

Echo Flowers

Advertencia:

Este oneshot contiene temas un poco sensibles para el lector, puede contener temas relacionados con intento de suicidio, depresión y otras cosas que pueden ser hirientes para el lector, se recomienda tomar esta advertencia en serio. 

Waterfall estaba mas callado de costumbre, tal vez por el hecho que todos los monstruos fueron evacuados o asesinados por el  niño humano, las botas de vaquero de Clover pisaron el mojado y húmedo suelo del vertedero mientras Clover bajaba la cabeza para mirar el agua en sus pies. Estaba al borde del precipicio otra vez y lo sabía, pero en ese estado no podía importarle. Él simplemente lo observó con ese tranquilo desapego. Cuando llegó a la entrada del vertedero, caminó penosamente por el agua sin pausa, sin apenas sentir el frío y la humedad. No se detuvo a mirar, ni siquiera miró, los montones de basura a su alrededor, como centinelas flotantes. Sabía que no lo detendrían.

Hace tan solo unas horas atrás había sido testigo del asesinato de Starlo y Ceroba, y desde ese entonces no había sido consiente de todo lo ocurrido. Ya no sentía el derecho de vivir, no se lo merecía. No después que no pudo salvar a aquellos que le dieron la figura paterna que nunca tuvo y la figura materna que necesitaba. Todos se habían ido. Ya ni valía la pena vivir.

Se preguntaba qué podía hacer ahora. La sensación de culpa lo atormentaba, pesaba sobre él como una losa imposible de sacudirse. Había intentado proteger a sus padres... a las personas que amaba..., pero no había sido suficiente. Ahora, se sentía como si hubiera fallado no solo a ellos, sino a todos los que lo rodeaban. ¿Cómo podría seguir adelante sabiendo que no había sido capaz de salvar a sus seres queridos?

Con cada paso que daba en el vertedero, el peso de la tristeza parecía aumentar, aplastándolo bajo su carga. 

Estuvo al borde de un puente roto, y se quitó su sombrero. Antes de tomarlo entre sus manos enguantadas y observar el abismo que lo esperaba. 

Clover se detuvo al borde del precipicio, sintiendo el viento frío que jugueteaba con su cabello castaño. Se quitó el sombrero con manos temblorosas y lo sostuvo frente a él, como si fuera un tributo a los que habían partido. Miró hacia abajo, hacia el vacío oscuro que se extendía ante él, y sintió una atracción magnética hacia ese abismo. Soltó un largo suspiro mientras se acercaba cada vez mas a la punta del puente. Sus ojos dorados comenzaron a nublarse mientras mas se acercaba hacia el puente. 

Clover se encontraba al borde del abismo, su alma palpitaba con fuerza en su pecho mientras contemplaba el vacío que se extendía ante él. El eco de sus pensamientos resonaba en su mente, recordándole cada error, cada momento en que había fallado a aquellos a quienes amaba.  Con manos temblorosas, Clover aferraba su sombrero con fuerza, como si fuera su último vínculo con aquellos que había perdido. Sus ojos dorados, ahora nublados por las lágrimas, reflejaban la tormenta de emociones que bullía en su interior. Por un momento, se dejó llevar por la tentación de dejarlo todo atrás, de sumergirse en la oscuridad y olvidarse de todo. 

Bajó de las losas y se dirigió al borde del abismo, con las manos apretadas frente a él con el sombrero. Sin embargo, tan pronto como lo hizo, dos fuertes alas con plumas azules lo agarraron por detrás y tiraron de su espalda. quedó inmóvil y dejó que quienquiera que lo sostuviera lo retuviera, por un momento. Luego, sin mirar atrás, trataba de patalear con quien quiera que estuviera tratando de alejarlo gritó: "¡Déjenme morir!". El chico pataleó con fuerza mientras trataba de soltarse del agarre de Martlet.

"!Clover no! No lo hagas!" suplicó ella.

"!DEJAME MORIR! YO DEBÍ HABER DETENIDO A ESE MALDITO NIÑO CUANDO TUVE LA OPORTUNIDAD! NO MERESCO VIVIR DESPUÉS DE TODO LO QUE PASÓ!" gritó Clover con todas sus fuerzas. 

Clover se retorció en un nuevo intento desesperado por liberarse del agarre de quien lo sostenía. Gritó con todas sus fuerzas, dejando escapar toda la culpa y el sufrimiento que lo consumían.

Pero entre sus sollozos y gritos, podía sentir que su alma comenzaba a quebrarse por dentro, el hecho que tenía el lazo de Ceroba atada a su muñeca con la pequeña campana en ella resonó fuertemente contra su mano.

"¡Déjame morir!", gritaba Clover con desesperación, sintiendo cómo el peso de su sufrimiento amenazaba con aplastarlo por completo. Martlet se lanzó para atrás antes de caer sentada, mientras forcejaba con un Clover teniendo ganas de morir. El muchacho se retorcía cada vez mas violentamente, y su voz se quebraba mas, al tal punto que las lágrimas parecían ser alfileres en su propia alma. 

Martlet, con lágrimas en los ojos, luchaba por contener a Clover, sintiendo el dolor y la desesperación que emanaban de él. Sabía que no podía dejarlo morir, que tenía que luchar por él, incluso si él mismo se resistía a ser salvado. Con un esfuerzo sobrehumano, Martlet logró sujetar a Clover firme, sus alas azules temblando con la fuerza de su voluntad.

"¡Clover, por favor, escúchame! No estás solo en esto, no tienes que cargar con todo ese peso tú solo", le rogó Martlet con voz entrecortada por la emoción. "No puedes dejarte vencer, no puedes abandonar la esperanza. Hay gente que te ama, que necesita de ti. No puedes rendirte ahora".

"¿P-Por qué no me odias?" sollozó Clover con fuerza mientras seguía forcejeando con ella. "M-Ma s-se llevaba muy bien contigo" Él se refería a Ceroba.  

"Clover... no fue tu culpa... tú no sabías que ese niño iba a llegar a las Dunas, si hubiéramos sabido tal vez hubiéramos evitado sus muertes.. pero tú no tienes la culpa de nada... él tiene la culpa.."

Clover ya no luchaba como antes, pero sus sollozos continuaron y esta vez.. se volvieron mucho mas suaves y sus movimientos se volvieron de pronto tan lentos...  antes que se percatara que Clover se había quedado dormido. 

Martlet sintió cómo el corazón le latía con fuerza en el pecho mientras sostenía a Clover en sus alas, observando cómo sus lágrimas se deslizaban por su rostro tranquilo. A medida que los sollozos de Clover se desvanecían y su respiración se volvía más tranquila, Martlet se dio cuenta de que finalmente se había rendido al agotamiento, tanto físico como emocional. La ave observó en silencio al muchacho antes que se incorporaba, colocando al adolecente en su espalda mientras comenzaba a alejarse del vertedero, lo llevaría al refugio con todos los demás y luego tendría que advertirle a Sans que le advirtiera a Asgore que tomara las 5 almas humanas en caso que algo muy mal pasara. Salió del vertedero y caminó entre un pequeño lugar donde habían flores eco.

"Todo esto es mi culpa.." las voces juzgaron con la voz repetida de Clover y Martlet apretó el paso. "Ellos están muertos por mi culpa.."  Martlet apretó con más fuerza a Clover, sintiendo el peso de sus palabras resonando en su mente. Ella sabía que no podía permitir que él cayera en la desesperación, que tenía que protegerlo a toda costa. Mientras caminaba entre las flores eco, las voces seguían susurrando acusaciones de culpa en su oído, pero ella se mantuvo firme en su determinación de ayudar a Clover.

Él solo era un muchacho.. merecía algo mejor mas que esto... así es como le devolvió la vida después lo bueno que fue con todos? Así eran las consecuencias de no haberse sacrificado? 

No sabría como responder a esa pregunta.