𝗧𝗵𝗲 𝗚𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗮𝘀𝘁 / 𝔸𝕞𝕡𝕙𝕚𝕓𝕚𝕒

11.- Diabolosis.

Las maniobras aceleradas y violentas de Darcy ponían en aprietos a Anne y Sasha, instándolas a enfrentarla al mismo tiempo. Los años de entrenamiento y la vasta experiencia adquirida en guerras anteriores, convertían a Sasha en una retadora formidable. En contraste con Anne, que titubeaba mucho por temor a lastimar a Marcy. 

"¡Cuidado, Boonchuy!" Sasha le advirtió. 

Anne a duras penas actuó cubriendo su rostro con los brazos, amortiguando el golpe de Darcy, quien no desaprovechó la oportunidad de alargar la mano contraria a fin de acuchillar su costado. Pero Anne, por instinto, le soltó una poderosa patada en el esternón, empujándola, arrepintiéndose de inmediato porque Darcy se tambaleó agarrándose la cicatriz del pecho. 

Sasha, por otro lado, se apresuró a volcar una lluvia de golpes frenéticos que Darcy evadió con dificultad. Una patada descendente le destrozó la guardia, por lo que Sasha la sujetó del cuello de su chaqueta y la atrajo hacia sí misma, propinándole un duro cabezazo. Darcy gimió desorientada. 

"¡Despierta de una buena vez, Marcy!" Rugió con la esperanza de que Marcy pudiera escucharla donde quiera que su consciencia estuviera. 

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"-ar... cy."

Un murmullo remoto e incomprensible, viajó a través de su audición embotada. Su mente nubosa le imposibilitaba pensar con claridad. 

«¿Quién...?»

¿De dónde provenía ese llamado? 

"¡Mar... cy!"

La insistencia en esa voz se matizaba con tintes de desesperación que la hacían estremecer. No la reconoció al momento, varios fragmentos de su memoria estaban confusos y no sabía el porqué. 

"¡Marcy!" 

Escarbó más allá de sus desordenados y borrosos recuerdos. Esa inconfundible voz consiguió reconocerla a los minutos. Hizo el esfuerzo de abrir los ojos, pero sus párpados plomizos no se despegaron ni un milímetro.

«¿S-sasha?», probó a llamarla también, mas su voz se negó a salir. Aparte sentía el cuerpo entumecido; relacionó esa horrenda sensación de muerte con experiencias pasadas: El Núcleo. 

No de nuevo.

"No... ¡No! ¡No! ¡No! ¡Despierta!" Se ordenó a sí misma con el desespero a flor de piel. Sus lágrimas de impotencia se formaron. Miedo, tristeza, ira, rechazo, vergüenza; los sentimientos negativos se avivaban igual que vigorosas llamaradas, contaminando su interior. 

Esa cruel criatura se divertía a costa suya. Suprimía los recuerdos importantes y mantenía los que alguna vez la dañaron. Manipularla en base a sus sentimientos era uno de sus pasatiempos favoritos. 

Marcy cayó en la cuenta de que su cuerpo ya no le pertenecía. El Núcleo había tomado el control una vez más. Ella advirtió que algo así ocurriría y nadie la tomó en serio, ni siquiera aquellas que consideraba mejores amigas. 

El Núcleo había enfatizado que cobraría venganza, que acabaría con la vida de sus amigas y de cualquiera que se interpusiera en su camino. Todos corrían grave peligro y era su culpa, siempre era su maldita culpa. 

«Dios...», en ese caso, morir sonaba como la única solución plausible. Anne y Sasha necesitaban acabar con ella, marcar un fin a ese miserable destino que había estado arrastrando desde un largo tiempo. 

Las tibias lágrimas empaparon sus pálidas mejillas, la única sensación de calidez que le brindaba un minúsculo consuelo en medio de la fría y solitaria atmósfera que prevalecía en ese negro vacío.