Aquello que no quieres entender

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Sammy se despertó de repente otra vez, su respiración agitada y su cuerpo temblando, cuando por fin se calmó suspiró frustrado aquellas pesadillas sin sentido le llevaban torturando semanas no permitiéndole un buen descanso y así arruinando todos sus días.

Se levantó de la cama y camino en dirección a la pequeña cocina que tenía su hogar sabiendo que a pesar de la hora sería incapaz de retomar el sueño, agarró una manzana de la despensa y volvió a su dormitorio se sentó mientras mordisqueaba la comida sin mucho apetito. Al acabar con la fruta dejo a su frustración ganar y agarró su almohada gritando y gritando hasta que sus pulmones no pudieron más solo notando el dolor en su garganta tras parar.

Éste no se dió más tiempo para lloriquear levantándose de la cama y saliendo de la pequeña cabaña en la que residía para dirigirse a la ciudad. Después de salir de su casa suspiró relajándose un poco ante la sensación del aire fresco inhalando y exhalando... Ahora algo más calmado éste colocó una pequeña sonrisa en sus labios sintiéndose algo mejor.

- Venga Samuel no puedes dejar que ésto te afecte tanto... Quien sabe lo que tiene el mañana preparado para ti.

Dijo el chico pelirrojo tratando de recordarse a si mismo que debía mantenerse positivo, cuando llegó a la ciudad el sol resplandecía y el mercado estaba repletó de personas sin embargo un niño albino llamó su atención, éste se encontraba junto a un hombre que no se asemejaba a el en mucho y que para Sammy no era nada más ni nada menos que la descripción de un depredador... La manera en la que estaba sobre el chico, el tono de voz que usaba. No paró el impulso que recorrió su cuerpo para acercarse al niño anotando lo que vendía el puesto en su cabeza.

- Disculpe joven... ¿Acaso se ha perdido?

El peliblanco lo miró en confusión antes de responderle en el tono de voz no más agradable del mundo

- ...¿No?

El pelirrojo soltó una carcajada incómoda y mencionó con un tono de voz inocente

- Perdone mi osadía pero su juventud me hace pensar que tal vez no es el más adecuado para estar comprando hierbas medicinales... Estás deben de ser escogidas por personas con conocimientos extensivos sobre ellas ¿Sus padres le dieron una lista?

El niño miró la tienda y rascó su nuca con una expresión incómoda negando la cabeza y diciendo en un tono de voz algo triste

-Mis padres... no están

El pelirrojo no le dió más tiempo al otro de explicar más miró al hombre detrás del niño con cierta agresividad al confirmar que el no era una figura parental ni nada similar el otro por cuenta propia sabiendo que no podría hacerle nada al peliblanco se alejó no viendo sentido a la interacción.

-¡Hey! No estés triste yo te puedo ayudar con las hierbas

Dijo Sammy momentos después de que el depredador se alejase del costado de ambos a lo que el albino respondío resoplando en algo de asombro antes de decir

-Me llamó Edan

El peliblanco entonces extendió su mano y Sammy con una sonrisa amplía aceptó el saludo antes de decir en un tono de voz genuinamente alegre

-Soy Sammy es un placer señorito Edan

La silueta de un desconocido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora