La primera vez fue así.
- ¡Ya quiero que aparezca un villano para ver a los héroes!
- No creo que debas preocuparte por eso cariño. Aquí hay más probabilidades de ver algún héroe que en casa.
Mi madre y yo nos encontrábamos en nuestro viaje anual familiar, cumpliendo el que era su mayor sueño: viajar y conocer el mundo.
Bueno, quizás su segundo mayor sueño.
El primero fue convertirse en heroína alguna vez. Sin embargo, su don solo le permitía poder mover pequeños objetos con su mente, y con el tiempo no pudo desarrollarlo mejor, por ende, no lo logró.
Pero eso no le impidió que en su juventud hiciera la de damisela en peligro y así poder conquistar a un fuerte y guapo héroe local de la ciudad, mi padre.
Su historia de romance fue de lo más normal: El héroe salva a la chica linda, surge el chispazo de primera vista, salen algunos meses, se enamoran, se comprometen, y luego de un tiempo nace el producto de un vino de una cita nocturna.
Lo normal.
Muy poco después, antes de finalmente casarse, mi padre murió en batalla y por esa razón no tengo ningún recuerdo de él, salvo la placa que me entregó uno de sus compañeros en su funeral.
Después de eso, mamá prometió mostrarme el heroico mundo al que perteneció mi padre.
Cuando cumplí 5 años, me preguntó a qué lugar me gustaría viajar. Yo, desde hace mucho y por obvias razones, admiraba a los héroes, y estaba muy convencida de lo que quería hacer, a pesar de aún no tener un don. Inmediatamente respondí:
- Quiero ir a donde está el héroe favorito de papá. El de la sonrisa grande y el cabello de conejo.
- ¿Te refieres a All Might?
- Si, quiero ir allá. Yo también quiero ser una heroína cuando crezca.
Y así lo hicimos.
Para las fiestas de Año Nuevo, mi madre y yo viajamos a Tokio, Japón. Específicamente a Musutafu, una de las prefecturas de Shizuoka, ya que allí se encontraba el alma mater del símbolo de la paz All Might, la Academia U.A.
- ¡Este lugar es genial mamá! Tienen todas las figuras de acción de All Might. Incluso tienen disfraces. Ven a ver.
- Espera cariño, hay un alboroto ahí afuera, por favor no te alejes mucho de mí, ¿si?
En ese momento realmente no le presté mucha atención a mi madre, estaba emocionada por encontrar un disfraz que fuese de mi talla, aunque no entendía muy bien cómo funcionaba el sistema de tallas en Japón.
- Creo que esta podría quedarme bien.
- Oye tú, niña fea, esa la única talla 5 que queda. Dámela. - De pronto, un niño rubio apareció delante mío, con una expresión de pocos amigos, y hablándome en un idioma que claramente no entendía en ese momento.
Solo recuerdo quedarme parada intentando adivinar qué era lo que estaría intentando decirme aquel niño extraño, cuando de pronto una cuadrilla de personal de seguridad de aquel centro comercial irrumpió en la tienda para evacuar a los presentes allí. Sin entender nada y aturdida, de improvisto una pared estalló al otro lado de donde nos encontrábamos el rubio malhumorado y yo, y todo cobró sentido. Eran villanos, y ese lugar estaba bajo ataque.
En ese momento me congelé, y en lugar de moverme, solo pensé en la muerte de papá a manos de unos villanos y me preguntaba si mamá estaría a salvo.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando aquel niño me tomó del brazo y me jaló bajo un estante. Él comenzó a susurrar algunas palabras, mientras afuera se escuchaba la gran conmoción, y las voces de los antagonistas en este mundo de dones acercándose.
Al asomarme, pude ver que los villanos estaban inspeccionando si había alguien en esa tienda que pudiera ser una piedra en sus planes. Recorrían el lugar destrozando cada aparador a su paso.
Se escuchaban cada vez más cerca a nuestra posición. El niño rubio gruñón me hizo una seña con sus manos, intentando que siguiera su plan.
El miedo inundaba mi mente, y solo estaba paralizada, aguardando hasta que el momento en que nos encontraran fuera inminente.
3, 2, 1...
Dos pies firmes. Ya estaban delante nuestro.
De un solo movimiento, aquel villano tiró a un lado el estante que nos servía de trinchera. Y de pronto, mis sentidos se quedaron en blanco.
Pum, un golpe.
¡Boom!, una explosión, proveniente de aquel niño con un semblante desafiante y brillantes ojos carmesí.
Parpadeé.
Click. Un cielo nocturno despejado se hallaba sobre mí.
A 15,501 km del lugar donde solo unos segundos atrás había estado apunto de hacerme pipí encima, caí bruscamente en el suelo, golpeando mi espalda contra mi mueble favorito, bajo el gran azul que se podía contemplar desde el balcón de mi habitación.
Aún sosteniendo aquel disfraz que aún no había pagado, ahora me encontraba de regreso en la ciudad en la que nací.
En otro continente.
En casa.
Aquella fue la primera vez.
Holaaaaaaaaa. Este es el prólogo y comienzo de esta bella historia. Agradecería que voten, comenten y me sigan <3
Publicaré un episodio cada viernes, así que estén atentas a cada actualización.
Todos sus comentarios serán leídos, y todas las críticas constructivas, bien recibidas.
Sin más que decir, bienvenidas y espero que les guste. Hasta el próximo episodio.
ESTÁS LEYENDO
¡Click Click, Boom!(𝘉𝘢𝘬𝘶𝘨𝘰𝘶 𝘹 𝘙𝘦𝘢𝘥𝘦𝘳)
Fanfiction- Tu explotas y yo salto, ese es el plan. - Nadie me da órdenes, saltadora. - ¡SOLO APÉGATE AL PLAN! - Me enamoré de ti idiota. - ¿¡EH!?, ¿Y A QUÉ VIENE ESO AHORA? - ¡Que eso nunca lo vi venir! Yo nunca sigo el plan. [Créditos a los respect...