Ropa

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Ropa.

Hace un par de minutos Volkov le había escrito para que le llevara ropa limpia; por la tarde asistió a un atraco y termino completamente manchado por sangre, lleno de tierra y sudor. Ahora se dirigía a paso calmo a la entrada de aquella comisaria que por primera vez conocía, se adentro con una cálida sonrisa mientras movía aquel bolsito color vino constantemente entre sus manos como si de un pequeño imperativo se tratase.

Volkov le había indicado que pasase hasta los vestidores con la llave de repuesto que él tenia en casa de aquella puerta que se dirigía a los vestidores y duchas. Introdujo la llave despacio con cuidado de no estropearla, en cuanto dio el primer paso dentro de las sala fue empujado con una fuerza lo suficientemente buena para sacarle el aire, pues estaba contra la pared con el pecho pegado a esta.

Transpiro un par de veces mientras recuperaba la normalidad de su respiración, la voz que escuchaba a lo lejos de pronto se hizo clara y fuerte contra su oído. Frunció el entrecejo.

- ¿Quién putas eres? ¿Cómo conseguiste esa llave? - la persona que lo apresaba fuertemente hablo con voz rígida y desagradable mientras le arrebataba la llave de los vestuarios de sus manos.

- Joder... - se quejo - Antes que nada que jo'puta que eres, cabrón. Quítame tus sucias manos de encima si no quieres problemas- hablo con seguridad, agradecía que su español se volviera mucho mas fluido en esa semana que estaba en los santos y poder insultar hábilmente.

- ¿De que problemas me hablas, rubio? ¿Amenazas a un agente oficial? - su voz era burlona, apretó con fuerza el cuerpo del rubio contra la pared haciéndolo soltar un quejido.

El sonido de la puerta siendo abierta llamo la atención de ambos, dirigieron su vista a ese lugar y vieron al ruso entrar con rostro serio y de enfado. Horacio le sonrió esperando alguna felicitación por atrapar al criminal "infiltrado" pero en cambio recibió una mirada de enojo a su dirección.

- Horacio suéltelo ahora mismo - su voz denotaba furia al igual que su rostro. Gustabo le sonrió burlón al de crestas cuando lo vio confundido, el de cabello rojo iba a reclamar pero la voz fuerte del mas alto lo interrumpió- Le dije que lo suelte, es una orden. - el ruso se acercó hasta ellos completamente y el de crestas rápidamente soltó al rubio.

- Pero... ¿Quién es él? Nunca lo había visto aquí - frunció el entrecejo y miro como el rubio recogía el bolso color vino que se había caído al ser estrellado contra la pared. El rubio se acercó al ruso mientras sobaba sus muñecas.

- ¿Estás bien, Gus? - hablo con preocupación y tomo de los hombros suavemente al menor para supervisar que no estuviera herido bajo la atenta mirada de Horacio. Luego de comprobar que estaba bien de giro a Horacio - Eso a usted no le interesa, tendrá que hablar con Conway sobre esto luego, Oficial.

Viktor tomo de la mano a Gustabo y lo guío un poco lejos del de crestas hasta llegar a su casillero, se sentó en la banca que había cerca y le indicó que se sentará a su lado. Gus se sentó al lado suyo y le extendió el bolso con su ropa, realmente estaba sucio.

- Gracias, perdona que está fuera tu primera impresión de las personas de este lugar - tomo el bolso y empezó a sacar su ropa mientras hablaba con él rubio.

- No te preocupes, cariño - acarició su mejilla y le sonrió para tranquilizarlo recibiendo una sonrisa de vuelta.

- Me sorprende que no te defendiste - hablo mirando como Horacio se iba de ahí a paso enojado- Por lo que recuerdo tú eres muy bueno en el combate, recuerdo que tu hermano te entrenaba todas las tardes luego del colegio para que supieras defenderte a ti mismo. ¿Una vez no le rompiste la nariz a un chico porque dijo algo malo sobre tu rostro?- alzo una ceja sonriente por el buen recuerdo que tenía de aquella situación.

- Ni me lo recuerdes... Amaba esos entrenamientos aunque a veces pogo era muy exigente. No le rompí el brazo porque le estaba dando tiempo, además no quiero meterme en problemas apenas llegar, el super podría enfadarse si lastimo a alguno de sus oficiales- se abrazo al brazo de su pareja sin importarle que se encontrara lleno de tierra y sangre seca.

- No creo que se enfadaría si sabe que fue en defensa, más si casi te lastima. Te ganaste el cariño del viejo- rodeo al rubio con su brazo y lo atrajo contra su pecho en un cálido abrazo mientras acariciaba su cabeza con cariño.

- Tal vez- cerro sus ojos disfrutando de la calidez que sentía al estar atrapado entre los brazos de su prometido. Luego de unos minutos de estar abrazados cariñosamente el rubio hablo- Creo que ya deberías bañarte y cambiarte- rio suavemente y se separo del abrazo para luego darle un beso cortito en sus labios.

- Tienes toda la razón, cariño. ¿No quieres acompañarme?- Tomo la cintura del rubio mientras mantenía una sonrisa en su rostro. 

- ¿Eres mi ruso de siempre?- rodeo el cuello del mas alto con sus brazos y sonrió- Te diria que si, pero... algo me dice que el enojo de ese crestas no fue solamente porque no le dejaste darme mi golpecito así que pido la explicación de quien es este nuevo personaje- hablo calmadamente mientras miraba fijamente al ruso.

- Das miedo, rubio. Horacio es un simple alumno, alumno que esta enamorado de mi y al que rechace. Debió notar mi cambio de actitud contigo y tal vez sospeche algo, pero solo eso- beso la mejilla del menor suavemente.

- Bien, iré a ver a Michelle mientras tú te das un baño- dio dos suaves golpes en su mejilla y se dio a vuelta para subir al despacho de Conway donde sabia se encontraba la pelirroja.

[Anillo de compromiso]

Luego de algunos minutos. Viktor se adentro a la oficina del Superintendente encontrándose con un rubio comiendo un baldecito mediano de helado de vainilla el solito mientras los dos superiores lo observaban atentamente mientras bebían su café tranquilamente. La pelirroja noto la presencia del ruso y le hizo señas para que se sentara junto a su pareja.

- ¿Por que están dejando que Gus se coma un bote de helado entero él solo?- pregunto apenas se sentó en aquel sofá, rodeo los hombros del rubio al sentir como se recostaba a el mientras seguía comiendo su helado.

- ¿Qué tiene? El niño quería helado y se lo dimos, no estés de celoso porque a ti no te damos nada, rusito- hablo Michelle restandole importancia.

- ¿Cómo que qué tiene? ¡Que se me pone energético luego! Y ustedes no saben lo que es lidiar con un rubio lleno de azúcar- sobo su entrecejo. Parece que tendría una noche muy complicada, pues Gus parecía un niño pequeño cuando comía demasiado dulce.

- Pues eso lo arreglas tú, Volkov. Ánimos -Se burló Conway terminándose su café de un sorbo.

Definitivamente seria una noche complicada.

[Anillo de compromiso]

Apenas llegaron a su hogar Gustabo se tiró al sillón con la gata de su pareja y su perrito riendo de todo y nada al mismo tiempo, parecía que estuviera esquizofrénico Pero solamente era un chicho luego de comer dulces en exceso.

- Joder... Gus, tenemos que dormirnos ya- lo tomo de los brazos y lo intento levantar del sillón, pero lo que consiguió fue que callera al suelo riendo sin parar. Viktor suspiro resignado.

Se sentó a su lado en el suelo, luego de poco el rubio se subió a su regazo y se acomodo en su pecho riendo, Volkov lo abrazo y dejo su cabeza encima de la del rubio.

- Gracias, rusito... - murmuró luego de calmar sus risas sin sentido, miro al mayor con una sonrisa y unió sus labios en un beso cariñoso. Viktor no sabía el porque de su agradecimiento, Pero se dispuso a disfrutar del tacto que le regalaba.

Una escena tan linda... Ambos unidos en un cálido abrazo junto con un beso, al lado de sus dos mascotas que jugueteaban cerca de ellos.


Обручальное кольцоDonde viven las historias. Descúbrelo ahora