Ú𝙣𝙞𝙘𝙤

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"Ya no te amo"

Sus ojos brillan de la felicidad, corriendo con el corazón a mil por hora, chocando con la gente por no fijarse, sin quitar la sonrisa de su cara. Eufórico esquivaba faros y piedras, logrando mantenerse en pie y no caerse. Su mejilla le ardía, quizás por el pinchazo de hace rato o por el golpe  que le había brindado su chico en la mañana, no lo sabe, pero tampoco le importa. En su mano derecha traía una bolsa de una lujosa marca de vanidades, en la cual dentro había una caja donde había un hermoso y caro collar de oro.

Casi cae el intentar esquivar al perrito que estaba enfrente, pero solo recibió un golpe de brazo en el suelo. Se levantó rápido y miro la bolsa, asustado de haber dañado o manchado su contenido, suspiro aliviado al notar que no era así, ante la mirada de las personas se enderezó y sobó su rodilla al tener un raspado en esta.

"Mierda" susurro, pero todo pensamiento de dolor lo abandonó cuando recordó que tenía que llegar al departamento que compartía con su novio. Se apresuró y siguió corriendo con una sonrisa enamorada

¿Le gustará el collar que le compré? Claro que sí, después de todo el miraba con demasiada adoración el collar atravez de las vitrinas de la tienda deseando comprarcelo un día. Su corazón se enternecio al ver como su novio miraba con tanto anhelo aquel collar de oro, sin dudarlo lo fue a comprar, despues de todo dinero era lo que más le sobraba a la familia Carrera. Feliz salió con el regalo de su chico, amaba ver a su Iván feliz, aunque aveces este se enoje con el, pero a Rodrigo no le importaría más que su novio, y si eso significa aguantar golpes débiles (al no ser tan fuerte) eh insultos de parte del menor.

Entro al departamento dejando sus zapatos en la entrada. Camino por el pasillo, hasta llegar al cuarto que ambos compartían, con un sonrojo en sus mejillas abrió la puerta de la habitación. Y allí lo vio, tan hermoso y fascinante, sus ojos miraban el libro que sostenían sus delgadas y finas manos, parecía tranquilo pero con la entre ceja fruncida, las colchas cubrían solo sus piernas, dejando su torso eh brazos al descubierto, tan bello y fino.
Sonrió embobado, entrando sin hacer mucho ruido, dejo un momento la bolsa en el mueble donde solían dormir muchas veces, aunque aveces estorbara el sillon en su cuarto, pero era muy cómodo como para sacarlo de allí.

Se abalanzó sobre el, abrazándolo por la cintura, dejando caer el libro que leía el pelinegro aún lado del suelo. Empezó a besar sus cachetes, murmurando el cuánto lo extrañaba, aunque solo habían pasado un par de horas separados; Qué fueron porque Rodrigo salió a comprar aquel collar.
Iván se sobresalto, y sus mejillas se colorearon ante los besos de Rodrigo en sus mejillas, al igual que el agarre en su cintura, sonrió de lado, disfrutando las caricias de su pareja, sintiendo como los besos bajaban a su cuello, jadeando un poco.

Todo se arruino cuando recordó que su libro fue arrojado, empujó un poco al castaño, y miro hacia abajo, contemplo su libro totalmente abierto, y con machas de cafe (tomaba cafe cuando leía) el cual salpico ante su sorpresivo movimiento. Sus cejas formaron un arco, y sus labios se fruncieron, con una cara de molestia miro a su novio frente a el, el cual tenía esa estúpida sonrisa en su rostro.

"¡Mira! ¡Se mancho todo! La puta madre" grito el pelinegro, mientras recogía su libro manchado y empapado, lo agitó un poco, para después tirarlo al suelo enojado

"Es culpa de vos" Dijo con enojo el alto, apuntando acusadoramente al bajito.

Rodrigo bajo su cabeza, sintiendoce culpable. Era malo, tenía que pedirle perdon a su Iván

"Lo siento amor, yo... Te compraré otro ¿Si? Solo no te enojes conmigo, odio eso, te amo lindo"

"¿Otro? ¿Vos sabes cuántos quedan disponibles? NINGUNO Rodrigo"

𝘼𝙩𝙩𝙖𝙘𝙝𝙢𝙚𝙣𝙩-𝙍𝙤𝙙𝙧𝙞𝙫𝙖𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora