Capítulo 19

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Rainelis estaba parada en la torre que estaba en una esquina del complejo militar, veía al horizonte para evitar así, darse cuenta de la masa oscura que gemía no tan lejos de ellos. Con una gran imaginación hubiera podido pensar que estaba en otro lugar, que la situación no era tan estresante como lo estaba siendo y que incluso podía salir de ahí a su antojo, como si de verdad fuera tan libre como deseaba.

Le frustraba en demasía que Bennett, un hombre que no tenía nada que ver con su país estuviera controlando a quiénes rescataban y quienes no, en dado caso... claro! En dado caso ellos podían arriesgarse a buscar un lugar dónde establecerse sin cruzar el Atlántico... ya que el helicóptero era como una especie de radar y así el agente imbécil sabía dónde estaban y lo que hacían, si buscaban un modo de salir del búnker sin él, entonces el maldito se quedaría con sus ganas de poder.

Sin el helicóptero sería muy difícil rescatar a las personas que querían rescatar, pero a lo largo de su trayecto podrían encontrarse con gente con la que valiera la pena unirse, o no? Esperaba que su idea fuera buena y Moss la aceptara.

Desde que Bennett le había ordenado no rescatar a más personas y prácticamente lo había controlado con lo que le había dicho sobre el helicóptero, se sintió intranquilo y frustrado, encerrándose en el cuarto de control por horas y saliendo apenas a comer y decirles una que otra cosa. Se le veía cansado y malhumorado, pero respetaban su estado de ánimo porque de haber sido él, los otros estarían del mismo modo.

Ignoraban que Moss había puesto una especie de candado al sistema para que Bennett no supiera lo que estaba haciendo y que hacerlo le había tomado mucho, muchísimo tiempo, que incluso no había dormido por horas para poder hacerlo. Era un programa tan especial que detectaba cualquier tipo de intrusión y el mismo sistema bloqueaba al hacker haciendo 'explotar' al sistema enemigo. Si Bennett quería enterarse de lo que hacía entonces tendría que arriesgar bastantes computadoras para lograrlo.

Rainelis bajó las escaleras de la torre y caminó con prisa al cuarto de control, tocó la puerta tres veces y no recibió respuesta.

"Moss, tengo una idea" Dijo, tocando de nuevo. "Moss?".

La puerta se abrió, el rostro del agente era de puro cansancio, estaba recargado en la puerta y no hablaba aún, las ojeras eran tan marcadas que parecía que lo habían golpeado; a Rai le preocupó cómo lucía.

"Tengo una idea y creo que no es mala... puedo pasar?". Él se hizo a un lado y la pelirroja entró a la habitación que apestaba a cigarro y café. La mesa del centro tenía otros planos en tridimensional y los focos rojos que mostraban la contención eran cada vez más, tragó saliva ante esta visión, eso le recordaba que Bennett no se andaba por las ramas.

Se sentó en el sillón de piel color negro que estaba en un extremo y Moss la siguió, sentándose con el cuerpo pesado y la mirada cansada.

"Ok, antes que te diga el plan, necesito que descanses porque si accedes a hacer lo que te digo te necesitamos todos con la energía al cien y la cabeza despejada. Es imposible que rescatemos a tanta gente como queremos rescatar, tenemos que ser realistas; Bennett tiene toda la intención de ser nuestro jefe y líder cuando estemos en Europa, pero para ser honesta yo no quiero perder mi individualidad... no necesito seguir ordenes como vi en películas como Exterminio o los niños del hombre, no quiero una guerra, la guerra la debo de tener con los zombies para no ser devorada, pero no pienso seguir las ordenes de un tarado como Bennett, en dado caso, prefiero rendirte cuentas a ti".

Moss le sonrió apenas, como si lo que acababa de decir Rai lo hubiera halagado.

"En fin... lo que pienso es lo siguiente: podemos obedecerlo al menos hasta que estemos en el continente Europeo y buscar un lugar seguro donde quedarnos, seguro que hay paracaídas en el helicóptero, nos los ponemos y brincamos, nosotros podemos sobrevivir si localizamos una isla o algo que nos pueda proveer de comida y así Bennet con el helicóptero destruido no tendrá forma de localizarnos... creo; o... tenemos aquí un tanque blindado?". Moss se quedó perdido en su cabeza y luego abrió los ojos como platos, se levantó rápido de su asiento y se dirigió a las pantallas que indicaban la actividad en el recinto.

Amor en tiempos del fin del mundo | Railo ft rivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora