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Despertar contrae muchas cosas consigo, al menos para el chico de dieciocho años era un recordatorio clave del clima. Lluvias poco serenas golpeando su ventana. No era escandaloso pero si causaba una reacción sentimental en Jake. Las lluvias le recordaban a su antiguo hogar en el cual no se despertaba por las gotas caer, si no por los gritos de sus familiares llenos de palabras vulgares dirigidas a los otros. El sentimiento de nostalgia y melancolía era algo que ni siquiera el comprendía pero era suficiente como para no tener el deseo de levantarse y empezar su jornada.

Movió sus hombros hacia atrás, sintiendo como esa sensación de tensión en sus músculos de cuello e espalda volvía a cero como con otros estiramientos mañaneros, sus ojos parpadeaban lentamente aún recuperando sus sentidos después de unas largas horas de descanso mientras su mano izquierda se alzaba para agarrar su celular que reposaba al lado.

"7:39 AM" un suspiro profundo abandonó su estadía. Estaba a buena hora para preparse. No quería abandonar su cama, conocía bien esa incómoda comodidad de un lugar de ensueño que sentía en el respaldo de su cama. Siempre lo tomaba como señal de que sus días volvían a ser depresivos, volvían a ser automáticos y rectos.

Esperó unos minutos más mientras una suave melodía pasaba en sinfonía por su mente en eso que se levantaba de su enfermante lugar de descanso que cada vez lo absorbía más. Odiaba su rutina por cada vez que iba al baño a refrescar su piel porque eso llevaba a ordenar su cabello y tener que ver su rostro reflejado.

Aún si evitaba mirar directamente su rostro y expresión facial cierta parte suya interiormente lo empujaba hacia la ansiedad, y así mismo cayó tan fácilmente a ver su rostro reflejado. Sintiendo sorpresa al no ver esas ojeras que últimamente estaban siendo ocurrentes en sí.

Realmente su figura facial cambiaba bastante, no parecía tan sobrellevado con la vida y una sonrisa leve pero significativa se forzó en su rostro. Por más que sea una comodidad momentánea no podía dejarla de lado.

Por otra parte su cabello cada día estaba más largo y eso empezaba a ser un problema. Si bien al peliazul le agradaba cierta ansiedad lo comía vivo pues no estaba bien visto el pelo largo en hombres. Ya pasó que lo echaron de un trabajo por ello y ni siquiera dejaban pasar que sea pelo recogido, incluso era peor ya que era "afeminado" y poco correcto. Aún así se ató el cabello restante en una coleta bien firme y salió del baño.

Su vestimenta para dirigirse a su trabajo era normal y nada exagerado al ser un aburrido y neutro buzo color rojo opaco con un pequeño e infantil logo de sandía con un pantalón polar negro complementando la tonalidad opaca.

Eso vistió mientras arreglaba su pequeña mochila en la cual ahora estaba guardado su celular, pastillas, audífonos y casets musicales. Tomó las llaves de su casa para proceder a salir de su piso, porque si, ni siquiera vivía en una casa. Tenía arriendo en un condominio algo cerrado con departamentos chicos pero acogedores.

El precio lo valía, la verdad.

Caminaba con calma al estar bajo techo. El frío aire matutino lo invadía levemente, al menos a su rostro cuál estaba algo encogido con sus hombros.

Apenas salió del condominio recordó la estúpida lluvia y que no llevaba paraguas. Realmente quería pegarse un gran golpe en la cabeza y con molestia exhaló, rendido antes de pegar media vuelta y caminar hacia su departamento. La actitud pesimista de Jake solo le gritaba que era una señal de que el día no le tenía preparado nada bueno.

╎░⃕FROZEN THINKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora