Prologo

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Yuji Itadori solo sabia que desde siempre se había sentido solo, de alguna manera sabia que algo le faltaba, su abuelo solía decirle que era la falta de sus padres que habían fallecido, pero el no creía eso.

Sentía que lo que le faltaba era algo mucho mas complejo que el amor de sus padres, algo mucho mas complicado, algo...como su alma gemela, alguna persona que le entendiera, que no importara si el estaba sonriendo, que se diera cuenta de que todo era fingido, que solo se comportaba así para hacer a los demás felices.

Su tristeza no era algo compleja, era simplemente tristeza de sentir que no era comprendido, pero por laguna razón, sentía que en si seguía con su vida de esa forma su vida terminara siendo sufrimiento, lo sabia, pero no sabia como es que lo hacia.

Entonces, un día, saliendo del club de ocultismo, del cual era parte, en plena noche caminaba en dirección a su casa, entre la oscura noche sintió una especie de llamado, como si algo desde la oscuridad del callejón le llamara.

Sabia que no debía de entrar, posiblemente era una trampa de sus emociones, pero todos sus sentidos gritaban que entrara a dicho lugar, que se dejara llevar como tantas veces lo había echo en su vida, que solo aceptara lo que el futuro de ese cruel mundo preparaba para el.

Se adentro en el callejón, sintiendo como si este se hacia mas estrecho a medida que se acercaba al final, de repente, una luz frente a el se encendió, revelando una puerta de madera rodeada de regaderas.

Inclino su cabeza con curiosidad, pero dudaba en si entrar, y eso pareció notarlo alguien que abrió la puerta y se asomo por esta, dándole una brillante sonrisa al joven.

-Hola muchacho, buscando a tu alma gemela??? -Pregunto una mujer joven, de cortos cabellos negros, unos ojos avellana y un cuerpo delgado, cubierto por un largo vestido negro.

Yuji parpadeo con sorpresa, sin saber como esa mujer desconocida sabia que el buscaba a su alma gemela, ademas, ella creía en eso???, los demás a quienes le contó sobre su búsqueda creían que lo del alma gemela era una simple tontería.

-...Como lo sabe???... -Pregunto frunciendo el ceño, apretando inconscientemente el agarre en su mochila.

-Todos los que llegan a este lugar es por que la buscan, pasa querido, te enseñare donde esta tu alma gemela -La mujer se hizo a un lado, dejando la puerta abierta y dándole una sonrisa al joven, que aun con desconfianza ingreso al lugar, por que quería encontrar a su destinado.

Al adentrarse se dio cuenta de que estaba en una especie de sala de brujería, el lugar tenia una mesa y dos sillas, ademas de sobre la mesa una bola de cristal, al fondo había un gran caldero, una estantería gigante con miles de botellas pequeñas con liquidados de todo los colores.

Se sentó en una de las sillas cuando la mujer se sentó en la otra, dejo su mochila a un lado de su pie, observando casi fascinado como la bola de cristal cambiaba de color a uno rojo con detalles negros.

-Bien, antes que nada, presentémonos, yo soy Kaori -Dijo ella aun manteniendo la sonrisa amable en sus labios.

Y es que el nunca conoció a su madre, nunca vio una foto de ella y ni siquiera sabia su nombre, sino hubiera sospechado de la apariencia de la mujer junto a su nombre sentiría escalofríos al escuchar la dulzura con la que ella le hablaba.

Y sabría, que ella no debería de estar viva, o quizás este momento solo fuera una alucinación por lo desesperado que el estaba de no querer quedarse solo.

-No sabes mi nombre??? -Indago el, se supone que las brujas siempre sabían los nombres de los demás, y mas si supuestamente estabas destinado a ir hacia ellas.

-Claro que lo se Yuji, solo quería que habláramos algo antes de tu alma gemela -Rio ella negando con su cabeza, toco con su dedo indice la bola de cristal, que brillo un momento antes de transformarse en un espejo de mano.

El espejo era de plata, con distintos diseños de rosas con espinas, mas en donde estaba el vidrio este era opaco, no había reflejo alguno.

-Escucha, esto te mostrara a tu alma gemela, solo tienes que pedirle al espejo que te la muestre -Explico ella, extendiéndole el espejo, el cual fue tomado con delicadeza por el chico.

-Cual es la trampa???... -Quiso asegurarse, acariciando con su nudillo el cristal, sintiendo tanto cariño por el espejo que creía que este había estado en sus manos toda la vida.

La sonrisa de la mujer no titubeo, al contrario, pareció agrandarse con alegría.

-Una vez le pidas eso al espejo, este te enviara con tu alma gemela, y estarán juntos por siempre -Contó, y eso para el contrario no sonó como algo malo, al contrario, creyó que eso seria aun mas hermoso.

Y sin embrago solo asintió, sus pensamientos vagando en cuando podría consultarle al espejo, pero que mejor momento podría encontrar???, quería conocerla lo antes posible.

-Traeré un poco de te, enseguida vuelvo -Ella se levanto y salio del campo de vista del joven, que le sonrió con cariño al espejo.

Cuando quedo en soledad un suspiro embobado salio de sus labios, a la vez que cerraba sus ojos y recostaba su cabeza en la palma de su mano.

-Espejito, enserió me mostrarías a mi alma gemela??? -Murmuro en un tarareo, de repente, sintió como sus ojos aun cerrados detectaban un brillo, y cuando quiso darse cuenta se quiso golpear.

Había pedido al espejo una respuesta, y no vio el rostro de su alma gemela que de seguro el espejo le enseño!!!, enrecio pensaba que era un tonto.

Kaori solo vio como su hijo desaparecía junto al espejo, una sonrisa triste salio de sus labios, esperaba que su hijo encontrara a su verdadera alma gemela, y no que al igual que ella encontrara a una falsa, todo por culpa del extraño que se había apoderado de su cadáver.

Kaori solo vio como su hijo desaparecía junto al espejo, una sonrisa triste salio de sus labios, esperaba que su hijo encontrara a su verdadera alma gemela, y no que al igual que ella encontrara a una falsa, todo por culpa del extraño que se había...

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