Como granos de arena en el reloj de arena -COMPLETO-

Capítulo 4: Dejar caer la pelota

Descargo de responsabilidad: No tengo nada relacionado con Harry Potter. Si lo hiciera, sería un hombre mucho más rico. Y yo sería una mujer. Tampoco soy dueño de Star Trek.

Las revisiones son apreciadas pero ciertamente no son requeridas.

AN: Este capítulo originalmente iba a ser más largo, pero decidí que donde termina ahora era un mejor punto de parada que mi plan original. Lo siento mucho por la longitud ligeramente más corta de lo normal, pero espere que el próximo capítulo sea un poco más largo. Actualmente está planeado para cubrir la mayoría de los eventos de las vacaciones de invierno.

Capítulo 4: Dejar caer la pelota

"Halloween", murmuró Dora mientras se deslizaba sobre su camisa y se miraba al espejo con una mueca. "Solía pensar en este día como una celebración..." Cerró los ojos por un breve momento y cuando los abrió de nuevo, su cabello era negro azabache y se convirtió en un bob a lo largo de los hombros. "Era un idiota."

Suspirando, Dora agarró su bolso y se dirigió a la Sala Común. Solo tomó una rápida mirada ver que Harry y Hermione se habían ido hace mucho tiempo – al igual que la morena la había advertido. "Este no es el aniversario de la primera caída de Voldemort para él. Este es el día en que sus padres fueron asesinados." Forzando su remordimiento por ser tan insensible sin saberlo en la línea de tiempo anterior, Dora cuadraba sus hombros y establecía sus rasgos. Esta fue una nueva vida y los errores de su pasado – future? – no necesitaron definirla. Es posible que no pueda prometerle a Harry un día decente en este evento en particular, pero al menos podría hacerlo soportable.

Esa resolución duró hasta que alcanzó el umbral del Gran Salón y vio a dicho joven encorvado por comer su desayuno. La tensión alrededor de sus ojos y los nudillos blancos en su tenedor se destacaron en marcado contraste con la sonrisa en sus labios y la forma flippant en que se reía con sus amigos. Una lanza de arrepentimiento se clavó directamente en su núcleo cuando Dora reconoció la máscara que Harry llevaba puesta. Debería reconocerlo – lo había usado ella misma durante más de dos meses. Sacudiendo la cabeza para aclarar los sentimientos que brotaban, Dora acechó a los Gryffindor y se dejó caer junto a su joven amiga con una sonrisa fácil. "Mañana."

"Buenos días, Dora. Feliz Halloween", respondió Harry. Cuando giró su falsa sonrisa sobre ella y su mirada se cruzó por su cabello, la máscara cayó muy ligeramente y vio el miedo y el dolor persistentes reflejados detrás de sus ojos verdes. "Lo siento por salir temprano. Queríamos comer algo antes de que llegaran las masas." Una pausa momentánea lo vio continuar con una voz mucho más tranquila que tuvo que esforzarse por escuchar, "Gracias por el gesto, Theodora."

"Merecen ser recordados por algo más que tú y Hermione", respondió igualando su tono. Con una sonrisa tranquilizadora le dio unas palmaditas en la pierna y dijo más fuerte, "Lo entiendo por cierto. Imagino que probablemente no quieras estar cerca de la gente por mucho tiempo hoy." El comentario de Dora inmediatamente hizo que la cabeza de Hermione se retorciera con los ojos estrechos para mirarla. Sin embargo, Harry se encogió de hombros y dio un pequeño suspiro al metamorfo más sentido de lo que se escuchó.

"Podría ser peor. Al menos la gente dejó de tratar de felicitarme después del Primer Año."

"Llevamos nuestras victorias a donde podemos conseguirlas", estuvo de acuerdo sabiamente.

La advertencia silenciosa de Hermione disminuyó ante la fácil reacción de los dos amigos y suspiró, llegando al brazo de Harry. "Ese es un buen consejo. No hace para detenerse en las derrotas del pasado cuando podemos tomar nuestras victorias y usarlas para marchar hacia adelante."