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El calor de marzo era sofocante; el aire era tan caliente que nadie se atrevía a salir de casa a menos que fuese necesario, como en el caso de Wonyoung

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El calor de marzo era sofocante; el aire era tan caliente que nadie se atrevía a salir de casa a menos que fuese necesario, como en el caso de Wonyoung.

Estaba a una semana del cumpleaños número cincuenta de su madre y todavía no tenía su regalo. Al principio dudó en obsequiarle algo, pues después de todo, ella había organizado aquella incómoda reunión con sus amigos a sus espaldas. Realmente no había tenido la consideración de tomar en cuenta su opinión al respecto y terminó mal. Pero luego de repasar los acontecimientos un par de veces más, se resignó a dejarlo pasar. Su madre solo quería verla feliz, lo sabía, y no fue su intención hacerla pasar un mal momento.

Desde que amaneció se dio cuenta de que no sería un día fácil, comenzando porque se le había hecho tarde para la universidad y no tuvo oportunidad de desayunar, por lo que se vio obligada a comprar en la cafetería dentro de su facultad; ahí una estudiante le derramó leche de chocolate. Puede parecer poco o no, pero soportó una olorosa mancha café en su blusa blanca y las miradas de otros estudiantes el resto del día, hasta que llegó a casa.

Se dio un baño rápido para refrescarse, aunque la sensación duró poco debido a las altas temperaturas.

Sus padres estaban trabajando y su hermano seguramente estaba durmiendo, así que en silencio se preparó algo de comer. Cuando se aseguró de que no olvidaba algo y el tiempo suficiente para que el bloqueador solar se asentara hubo pasado, se adelantó hacia la entrada de la casa.

—¿Vas a algún lado? —La repentina voz ronca de Jungwon a sus espaldas hizo que Wonyoung diera un respingo. Su hermano estaba al pie de las escaleras, con el cabello negro alborotado y los ojos medios cerrados. Era fácil notar que recién había despertado.

—Sí, a comprar el regalo para mamá.

Él asintió lentamente mientras caminaba hacia la cocina tambaleándose, Wonyoung escuchó el refrigerador abrirse y cerrarse, entonces Jungwon regresó con una manzana mordisqueada en la mano.

—¿Qué le vas a comprar?

Wonyoung estaba insegura todavía, había muchas cosas que a su madre le gustaban y no tenía idea de lo que sería mejor esta vez. Quería hacerla feliz con un buen regalo de cumpleaños.

—En realidad, no lo sé.

Jungwon se acarició el mentón con una mano y frunció el ceño.

—Ahora que lo pienso, mamá no ha dejado de mencionar que necesita un bolso nuevo —dijo.

—¿Me acompañas a comprar uno? —Wonyoung lo miró con entusiasmo en los ojos—. Estoy segura de que elegirás el indicado.

—No. —Jungwon cortó su emoción de inmediato—. Tengo muchas cosas que hacer.

—Pero no quiero ir sola —balbuceó.

—No te pasará nada, ya has salido sola, ¿no es así? Estabas a punto de hacerlo antes de que llegara.

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⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

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