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"¿Estoy soñando...?"
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Un ruido fuerte me despertó, era mi alarma junto con los gritos de mis hermanos diciendo que me levantara, lo cual me decía que mi nulo tiempo de descanso término. Tomé mis cosas, mi uniforme azul marino, la corbata, zapatos negro y mi mochila con mil y un libros que revisar. Eran las 6:30am y las ansias de un primer día de clases me hacían falta. Comí mi desayuno con pereza de tener que volver a la misma rutina la cuál me estába comenzando a volver loco desde el comienzo, aunque no conocia la escuela el simple hecho de recordar que a partir de hoy mis días serán todos iguales hasta tener vacaciones nuevamente me quitaba las ganas de asistir. Aún asi, como decía mi hermano mayor, "hay que ser positivos" y para que no estuviera molestandome con sus sermones de la positividad, decidí no ir con malas expectativas a la escuela.
Creo que era el sueño, al poco rato esperaba recobrar algo de mi ánimo, la tan característica actitud que tenia, lo que reconocia la gente de mi, aunque si lo pensaba bien, nadie lo reconocería ya que nadie sabe quién soy.
Llegando a la escuela vi un gato, un gato negro, supuestamente son de mala suerte, pero lo acaricie. Al pasar por la puerta de la escuela pude ver algunos carteles de bienvenida hacia los alumnos y la gran lista que mencionaba los salones y cursos me dio un escalofrío recordandome que todo estaba por comenzar. Como llegaba temprano, demore un tiempo en encontrar mi salón, pero subí las escaleras y mire cada número escrito en las puertas de los salónes, ya que nadie de los que conozco estaba ahi, aún así, lo encontré. Cuando llegué tuve la suerte de que los asientos del Fondo estaban sin usar ya que nadie había llegado, así que fui a sentarme, deje mi bolso en el respaldo, pero no sin antes sacar mis cosas, un cuaderno y lápices.
Un tiempo después iban llegando mis compañeros, los cuales no conocía, era una nueva escuela, una nueva ciudad y no sabía quienes eran todos ellos, solo supuse que eran mis nuevos compañeros. Después de un rato el Salón estaba lleno, no recordaba haber visto a nadie, jamás, no como otras veces, que alguna vez conocía a alguien. No era la primera vez que cambiaba de escuela y tampoco sería la ultima, mis padres suelen salir mucho por trabajo y cada cierto tiempo nos mudamos otra vez, solo que casi siempre es algo que quede cerca de el lugar en donde vivimos la mayoría de nuestra infancia yo y mis hermanos, esta vez era un lugar lejano, no tenemos familia, amigos ni ningún conocido aquí.
Aun así, no me iba a amargar la vida por eso, estaba acostumbrado a los viajes recurrentes y a que las personas que pasan por mi vida sean un simple sentimiento pasajero.
El timbre resonó por toda la escuela avisando a cada alumno que la clase comenzó. No me había dado cuenta pero alguien estaba llegando, bastante tarde en realidad y se sentó a mi lado. El profesor entró al salón y nos saludo, se veía como buena persona, aunque probablemente nos llenará de exámenes durante el semestre. Observó el salón por unos segundos y luego comenzó a pasar lista, viendo la asistencia de todos.
-¿Ethan Wright?-
-¡Presente!- Levante mi mano para que vieran donde estaba. Aparentemente era de los pocos estudiantes nuevos.
La clase comenzó y nos pidieron presentarnos, no era algo difícil para mi, me he tenido que presentar muchas veces, aunque esta vez nos pedían nuestro nombre, edad, lo que queríamos estudiar y algún pasatiempo.
Cada persona, uno por uno fueron presentándose, hasta que llegó mi turno, me levante de mi asiento y hablé. -Mi nombre es Ethan Wright, tengo 17 años y me gustaría estudiar...- No supe que decir, si algo tengo claro en esta vida es que no se que estudiaré saliendo de la escuela. -Bueno, eh... No lo se... ¡mi pasatiempo es componer canciones y tocar instrumentos!- Realmente sentí que no fue la mejor presentación que he hecho, pero traté de no darle tanta importancia. La clase siguió y los demás estudiantes también se presentaron.
Las clases siguieron mostrándonos reglas, reglamento, protocolos, presentaciones, etc. No hubo nada importante que recordar.
Creo que dormí durante al menos una hora.
Cuando las clases estaban cerca de terminar mi madre me escribió para decirme que esperará hasta las 5:00 para ir a buscar a mis hermanos menores, me daba bastante flojera, ya que hoy por ser el primer día, podíamos volver a las 4:00, osea que tendría que esperar una hora, pero no quize decir nada, es más, lo vi como una oportunidad para explorar.
Al toque del timbre fui a explorar la escuela, no la conocía, no sabia si debía estar después de clases dando vueltas por todo el lugar. No tenía nada más que hacer. En un salón vacío en el que llegaba la luz del sol y había bastante polvo vi a alguien leyendo, me sorprendí ya que pensé que era la única persona que deambulaba por aquí. -¿Que tal?- Dije de la nada, aparentemente asustandolo. -¿Eh? ¿Hola? No esperaba ver a nadie aquí...- Dijo el chico algo confundido dirigiendo su mirada hacia mi y luego volviendo la a su libro. ¿debí haberlo dejado solo? -¡Disculpa! No era mi intención molestarte y...- Dije rápidamente -Da igual ¿Quien eres? No te había visto.- Interrumpió. -Ethan, Ethan Wright, ¿Te molesta si me quedo?- Dije mientras me sentaba a su lado sin esperar su respuesta.
-Índigo Farrel. - Me quedé unos segundos pensando a que se referia -Mi nombre... Me llamó Índigo.- Repitió - Así que Indi, ¡Un gusto!- Estire mi mano esperando que el me devolviera el gesto, pero parecía realmente concentrado en el libro que leía, espere unos segundos y cuando pensé que no me haría caso tomó mi mano devuelta.
-Un gusto, Ethan.- Dijo con una sonrisa, la cuál le devolví.
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