Cap-1

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Desde que entraste en la adolescencia asumiste que serías una fiera y elegante Alfa de León como tú padre.

Pensaste que serías fuerte y extrovertida como tus tres hermanos mayores.

Pero cuando cumpliste catorce años y tu largo cabello negro paso a ser un gris platinado, dos esponjosas orejas con pelaje color ceniza  aparecieron sobre tu cabeza de la nada, tus ojos marrones pasaron a un azul intenso con pupilas verticales y una larga cola de leopardo salieron a la luz acompañada de un par de peligrosos colmillos.

Bueno...quedaste más que sorprendida.

Ser una híbrido de leopardo de las nieves fue...Inverosímil en muchas maneras.

Después de todo tu familia paterna eran híbridos de León en su totalidad y tú otro padre era un Omega masculina e híbrido de Gato.

Pero estuvo bien... A ti te gustó, te hacía única y exótica como tu abuela de origen asiático a la cual lastimosamente jamás pudiste conocer.

Con tu especie descubierta y tus emociones inquietas esperaste con impaciencia tú más que obvia presentación como alfa y el sello de tu compañero.

El sello que te uniría con tu compañero Beta ó Omega al que darías cachorros y protegerias con todas tus fuerzas.

Pero nunca llegó... En lugar de eso, con los meses observaste como tu escuálida pero atlética figura se volvía estilizada, tus caderas más anchas y redondeadas, tu olor mucho más dulzón y tus rasgos empezaron a mostrar una apariencia mucho más tierna, delicada y bonita.
Asumiste que solo eran los cambios de la pubertad y tú inminente presentación, después de todo, Jonathan, tu hermano mayor por dos años, era un alfa "floreado" como le decían en Latinoamérica, de esos alfas casi inhumanamente hermosos y ridículamente atractivos.

Sin menciónar que como fiera depredadora, era un hecho común tener un atractivo por encima de la medida.

Pero cuando cumpliste quince años y un dulce y fuerte aroma a canela y miel almizclado emergió de tu cuerpo en la mañana de tu cumpleaños, quedaste marcada como uno de los raras híbridas depredadoras que resultaron ser Omegas.

Pensaste que estaría bien, después de todo tus padres y hermanos aunque sorprendidos te dieron palabras de apoyo.

Pero la realidad te golpeó cuando tus amigos se alejaron de tí, y los pocos que se quedaron, te empezaron a tratar como una pequeña muñeca de porcelana.

Te sentiste extraña y frustrada cuando te diste cuánta de lo que implicaría tu vida en el futuro.

No juzgabas la posición de los Omegas, después de todo un Omega fue quien te dió la vida, pero ser una alfa fue lo que siempre pensaste que serías en un futuro.

Así que en tu clasica crisis de adolescente con problemas existenciales, te encerraste en tu habitación alegando que estabas enferma.

Dos semanas de auto compasión después, el Omega que te engendro y te trajo al mundo irrumpió en tu nido, te obligó a bañarte, te arrastró a la calle para comer un helado y te dijo unas palabras que jamás olvidaría:

Caminaste  de la mano con tu padre mientras observabas ausentemente al parque a tu alrededor.

Los potentes olores de los alfas, el neutral de los betas y la dulce fragancia de algunos omegas llegaron a tu sensible naríz.

Tu padre te había mirado con aquellos afilados y tiernos ojos felinos que siempre te habian llenado de consuelo.

-Ser Omega no te limita tener un futuro hija...Ser Omega te abrirá las puertas a increíbles experiencias que no muchos pueden tener, pero tienes que sacarte los prejuicios de tu sub-genero y aceptarlo a pesar de que tengas que mantenerlo oculto para los demás en algunas carreras- te había dicho con voz solemne y sabía, después de todo tu misma sabías que su éxito como diseñador de ropa y joyas lujosas se debía a qué en sus inicios, todos habían pensado que era un Beta, para los latinos, los Omegas eran útiles únicamente para ser esposos y esposas devotas, no emprendedores-se que ser alfa era lo que querias... yo también lo quise en mi momento... pero aquí estoy, siendo quien dió a luz a tres hermosos cachorros de león y una pequeña guepardo de las nieves- bufo con una sonrisa orgullosa y alegre, el siempre los había amado a todos con la dedicación que solo un Omega podía tener- Piensalo así hija... Tu futuro es un lienzo en blanco esperando a convertirse en una obra maestra... Vuélvete Picazo decide cuál es la temática de tu pintura- fueron sus inspiradoras palabras esa tarde antes de volver.

Fue irónico que justo a la mañana siguiente despertaras viendo todo en unas infinitas tonalidades de grises, blancos y negros; una hermosa e incandescente corona de flores doradas creciendo de tu cabeza y un brillante hilo rojo anudado en tu meñique izquierdo.

Tu chillido despertó a todos en la casa y cuatro alfas y un Omega asustado irrumpieron en tu habitación preocupados por algún peligro al que pudieras estar.

Tus dos padres y tus hermanos se asombraron después de tu explicación.

.... Una manada, estarías en una manada.

Tres Compañeros.

Sabías que era posible, los informes y estudios habían reportado cada vez más ese tipo de fenómenos únicos.

Pensaste que simplemente no podías ser más rara, no solo eras una de las escasas híbridas de clasificación depredadora que era Omega, si no que también formabas parte de una Manada.

¿Serían tres alfas?, o tal vez también podrían ser un Omega y dos alfa, no lo sabías.
Pero esperarías, después de todo el destino se encargaría de juntarlos antes de los treinta años.
Pero antes de eso, ibas a convertirte en la mejor híbrida que pudieras ser.

Así que con el apoyo de tus padres te cambiaste de instituto y aprendiste a suprimir tu aroma.

No es que te avergonzaras de ser Omega, esa es tu identidad y no la podías cambiar, pero si quieras un trato normal.

Querías amigos que te vieran por quién eres, no por tu sub-genero.

Los prejuicios sociales con respecto a tu género secundario aún eran bastante fuertes en Latinoamérica.

Al ingresar a tu nuevo instituto todos pensaron que eras una Beta muy delicada y mona, e interiormente te reías cuando se asombraban de que a pesar de tu baja estatura y delicado porte fuera una de las mejores deportistas de tu curso.

Con el paso de los meses observante con ojos aliviados como tu vida fue volviendo a su lugar y con una confianza renovada decidiste hacer algo nuevo.

Le pediste a tu madre que te inscribiera en una academia de Baile junto a lecciones de música y canto.

No lo habías hecho en mucho tiempo, no desde que empezaste a prestarle más atención a lo que era adecuando o no para una "Futura Alfa" desde de los doce años.

Pero ahora esas estupideces te importaban una mierda y decidiste retomar lo que tanto te apasionaba desde tu niñez.

Cumplirias tu sueño, y cuando estuvieras en la cima, harías temblar al mundo.

Los Omegas pueden hacer lo que sea.

Ya era hora de marcar la historia.








Manada (Vkookmin x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora