La guerra de Harry -COMPLETO-

Capítulo 2: El niño que desapareció

El niño que desapareció

AN: No tengo nada más que la trama y los OC que pueda crear.

A la mañana siguiente, Harry se despertó de un sueño afortunadamente sin sueños; un plan aproximado de qué hacer se había formado en su mente como si su cerebro hubiera estado formando un plan mientras dormía. Ron y Hermione junto con los demás todavía estaban en el ala del hospital, por lo que no tenía demasiada preocupación de que le preguntaran cómo estaba. ¿De verdad cómo esperaban que se sintiera? Su padrino había sido asesinado y su corazón había muerto junto con él, y ellos le preguntaban. ¿Cómo estás hoy Harry? ¿Como si pudiera estar algo más que entumecido con conmoción e ira? Después de ducharse y vestirse, se dirigió al desayuno solo. Mientras caminaba hacia el gran salón, notó que los estudiantes una vez más lo miraban y susurraban detrás de sus manos cuando pasaba. Harry los ignoró a todos, cuando entró en el gran salón;tenía una guerra que luchar y no podía permitir que los chismes infantiles lo distrajeran. Se sentó en la mesa de Gryffindor lejos de los otros estudiantes y comenzó a comer nunca una vez prestando atención a lo que colocó en su plato antes de masticarlo sin probar realmente es.

Mientras comía, Harry notó un papel ignorado de ese Profeta de la mañana. Recogiéndolo, leyó los titulares antes de tirarlo de nuevo a la mesa con disgusto.

¡El que no debe ser nombrado regresa! Los duelos de Boy-who-lived Bellatrix Lestrange! Dumbledore duelos ¡Sabes quién! ¿El ministro Fudge renunciará? ¿El Niño que vivió es el elegido?

"Soy un héroe otra vez." Harry murmuró oscuramente mientras miraba a los susurrantes estudiantes por el pasillo. "Pequeñas ovejas." Con eso se levantó y rápidamente salió de la gran sala también las miradas y susurros de sus compañeros de estudios.

Cuando subió las grandes escaleras, Harry comenzó a hacer una lista mental de lo que necesitaría para luchar en la segunda guerra mágica. Por un lado, tendría que retirarse del control de Dumbledore, y luego ver cómo obtener otra varita, ya que la varita del fénix era inútil contra Voldemort. Después de eso, necesitaría una base para vivir y esconderse mientras se entrenaba antes de comenzar a luchar la guerra desde las sombras. También necesitaría ver a los Goblins para averiguar cuánto dinero tenía y cuál era su límite de gastos y los Goblin también podrían albergar cualquier edificio que eligiera para el suyo base.

Cuando llegó a su dormitorio, Harry se acercó a su baúl y comenzó a clasificar las cosas que necesitaba de lo que podía vivir sin él. Todos sus libros sobre Transfiguración, Encantos y DADA se colocaron en una pila y se redujeron al tamaño de la caja de fósforos antes de colocarlos en su bolsa de libros ahora vacía. El mapa de Merodeadores y su álbum de fotos también se encogieron y se colocaron en su bolso, junto con tres cambios de ropa mágicos y muggles. Puso lo que Galeones había dejado (14) en la billetera que Sirius le había dado que habían sido sus padres. La billetera era una simple billetera muggle de cuero negro con un ciervo en la parte delantera con una doble P en la esquina izquierda.

"Potter Prongs." Sirius había explicado con una sonrisa cuando fue interrogado. "Todos los Merodeadores tenían una billetera con sus nombres animales y verdaderos en el frente." Harry sacudió el recuerdo de su mente mientras cerraba su bolsa de libros y su baúl. Colgó la bolsa sobre su hombro, seguido de su capa de invisibilidad. Después de asegurarse de que la capa estaba segura, abrió la ventana y montó su escoba voló por la habitación. Se disparó hacia el cielo sobre las nubes antes de nivelarse y se disparó en la misma dirección que los Thestrals los habían tomado anoche.

A toda velocidad de 150 millas por hora, Harry llegó a Londres en menos de cuatro horas, habría tomado el floo de los tres escobas, pero no podía arriesgarse a que nadie alertara a los maestros en la escuela de que un estudiante estaba en Hogsmeade cuando no era un día para visitar el pueblo. Cuanto más tiempo tardó en darse cuenta de que no estaba en el castillo o en sus terrenos, más tiempo tuvo que escapar. Al aterrizar en un callejón cerca de la estación de Kingscross, Harry desmontó su escoba antes de quitarse la capa y cubrir la escoba con la capa detrás de algunos contenedores. Satisfecho de que la escoba estaría a salvo durante las pocas horas en que se habría ido, se dirigió hacia el Caldero Con fugas.