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𝐃𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐩𝐦
La mayoría de los jugadores estaban estirando y preparándose, ninguno de los dos equipos quería perder y por supuesto, "Las Águilas" menos, pues era su cancha y que humillación perder en tu cancha.
—Profe! ¿Podemos ir a verles la cara un ratito? Prometemos no causar molestias
—Terminen sus estiramientos y después vayan a hacer lo que quieran, falta media hora para su partido
Sonny sonrió, continuando sus ejercicios hasta terminarlos, yendo rápidamente con Matías de arrastrado, eso le pasaba por hacerse su amigo.
Estaba hablando de lo genial que podría ser hablarle a alguien del equipo contrario antes del partido, tanto así que se le olvidó mirar por dónde iba, chocando con un chico pelinegro y alto.—Perdón no te ví... —Una clara mueca de vergüenza se posó en él.
—No te preocupes, pero...¿Por qué mi rival se acerca tanto?
Aquél pelinegro rió y se alejó levemente, mirando a los dos chicos con una ceja alzada, era raro que quieran saludar cuando eran algo como rivales a muerte.
—Un gusto, soy Levi Morel, y pienso robarte la pelota en cada segundo.
Una sonrisa burlona se formó en su rostro, subestimar al rival en un torneo siempre estaba mal, pero Levi iba muy confiado y le gustaba joder a la gente, así que irritar a alguien antes de un partido no sonaba tan mal.
—Sonny Moretti, el gusto es mío y yo pienso hacer mierda tu barrera, ¿Qué te crees para subestimar a tu rival antes de siquiera conocer cómo juega?
Estaba claro que logró irritarlo, se notaba en las muecas que había hecho, en la forma que su tono de voz cambió, en su mirada y su forma de actuar en la situación.
—Oww, el bebé se irritó, cómo sea, nos vemos en la cancha.
El pelinegro se retiró del lugar y fue junto a su equipo a hablar de algunas cosas como las jugadas y estrategias que podrían poner a prueba en éste partido, y en lo lejos, se veía a un Sonny enojado por la situación irritable que creo el maldito de Levi.
—Ya vámonos, se nota que sólo quiere irritarte—Y Matías sólo quería ayudar con la calma a su amigo.
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𝐃𝐨𝐬 𝐭𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐩𝐦
Los jugadores ya estaban en la cancha, la tensión entre Levi y Sonny era muy notoria desde lo lejos.
Al ser ellos los invitados, dieron inicio al partido tan rápido como podían, apenas su primer toque ya se había metido a la barrera, dándose unos buenos codazos con ese pelinegro irritante.—Hijo de puta, pegas fuerte...
—¿Te duelen unos simples codazos?
El alto rió, metiéndole un pequeño codazo para después moverse y taparlo, aunque claro que el castaño no se dejo e hizo un rápido movimiento para liberarse y tomar la pelota cuando se la pasaron, fingiendo tirarla para después simplemente devolversela a quién la había tirado, después de unos segundos volvió a recibirla, está vez sí tirando al arco, pero el arquero atajo, así que ahora quedaba correr a su zona de forma rápida y esperar a poder quitarle la pelota, marcarlo bien o meterse buenos codazos.
—Pareces un gay de tanto que te pegas a mí
—Y a vos qué te importa si parezco homosexual, cara de oso
Lo miró mal y apenas el contrario tomó la pelota le dió un fuerte abrazo con todo su amor y cariño. Utilizando bastante fuerza en marcarlo y evitar que tiré la pelota.
—Ahora el que parece gay sos vos
—Y a vos qué te importa?
El partido continuó como siempre, estos dos no paraban de provocarse y meterse codazos o pequeños insultos para encender su partido, pero era normal en esto.
Llevaban 5-5, empatados, faltaba poco para que se acabara y se notaba lo mucho que querían desempatar esto por la forma en la que comenzaron a actuar los jugadores de ambos equipos.
El pelinegro estaba en su barrera, prestando atención a lo que hacían y a quiénes pasaban, pero sobre todo intentando marcar fuertemente a Sonny si llegaba a tener la pelota, y así fué, apenas Sonny la tocó el pelinegro quisó marcarlo, pero no contaba con estratégias del castaño para poder librarse y meter el gol que desempataría el partido.—¿Cómo mierda evitó mi marca?...
El pelinegro miró confuso al más bajo quién reía ya que el tiempo había acabado, pero en la mente del alto sólo podían pasar las preguntas de ¿cómo le hizo? ¿Cómo saltó tan alto? Más las miradas de decepción y enojo de sus compañeros.
—Ya van a empezar con sus estupideces de echar culpa, malditos...
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Amor en competición
RomanceDos handbolistas se conocen en un torneo, al principio son rivales, pero con el tiempo de verse en cada torneo comienzan a hablarse más y hacerse amigos, pero la rivalidad sigue en juego en cada partido, llevando a que tenfan múltiples peleas alguna...