Resonancia-RadioApple

Piano

"Hotel Hazbin es Propiedad de Vivienne Medrano (Vivziepop)"

Si algo sabía desde su nacimiento, es que el dolor podría ser propiciado por las personas en las que más confiabas, aun guardaba ese recordatorio en forma de cicatrices en su cuerpo de pecador, haciéndolo pasar por marcas de batallas demoniacas, pero la realidad era que el demonio de la radio tenía recuerdos vívidos de su vida humana, sabía que habia sido dañado, fue débil en defender a su madre de los constantes abusos y que en su afán de poder para vencer a los que lo dañaban.

Lo habia perdido todo.

La locura fue un descenso en espiral, las victimas fueron primero personas malvadas, despues inocentes.

El sabor de la carne humana en su boca, alimentar aquel ser que le dio ese poder que no eran de la comprensión humana, y despues su muerte atroz, los gritos de dolor de su madre aun resonaban en su mente.

Habia llegado al infierno con su poder, pero aun los recuerdos seguían en su mente, sin que pudiera eliminarlos.

Tal vez por eso lo odiaba, Lucifer llegó al Hotel intentando ganarse a Charlie de nuevo, evitando que él tuviera acercamientos con la princesa con poderes inimaginables, poderes que él podía manipular a su antojo, el rey había descubierto todas sus intenciones, descifrando en un segundo que planes tenía.

Y demostrando que él era mucho más poderoso que el demonio de la radio.

Su pantomima de burlas y constante alarde de tener el control sobre Charlie era una fachada, en realidad Alastor odiaba a Lucifer no solo por meterse en sus planes, le molestaba el hecho de que este representaba un recuerdo, uno que él constantemente queria olvidar.

Cuando la batalla cesó, y Lucifer anunció al resto que viviría en el hotel, Alastor se sintió personalmente atacado, una visita ocasional era algo que podía tolerar, pero el constante acecho del monarca se salía de su total control, y él era un amante de que su fachada no saliera de lo que el resto sabía.

Era reservado, odiaba que hubiera gente a su alrededor todo el tiempo, y, sobre todo, no soportaba que invadieran su espacio personal.

Pero aquel horrible enano, parecía saber todo eso y usarlo a su favor.

Cuando Alastor estaba en su soledad, Lucifer llegaba a perturbarlo, como un estorbo constante, ¿lo estaba vigilando? ¿Qué demonios queria de él?

El demonio de la radio estaba intentando practicar en el piano del hotel, Charlie lo habia instalado para que amenizara en las noches aburridas, cuando no hubiera actividades, la princesa del infierno amaba la música, y Alastor un amante de los musicales no pensaba desairarla.

— ¿Qué tocas, botones? — lo interrumpió Lucifer, provocando que el demonio tocará mal la nota, y esto casi borra su eterna sonrisa, de nuevo el monarca parecía querer hostigarlo.

— Su majestad, ¿a que debó el honor? — inquirió con ironía, estaba cansado del constante acecho de Lucifer, era obvio que este buscaba molestarlo, Lucifer estaba como un constante recordatorio de su dominio en el hotel, y ahora de sus pocos momentos libres.

— Bueno, Charlie insistió mucho en que debía integrarme a los inquilinos, que me haría bien — comentó mientras sin ser invitado, tomaba asiento a lado de Alastor, quien se hizo lo más posible a la orilla del banquillo.

Lucifer le lanzó una mirada que parecía traviesa, Alastor sintió que había iniciado algo que tal vez no quisiera jugar, el monarca podía convertirlo en una rata si quisiera, pero parecía más entretenido viendo su incomodidad.

— Asi que eso que me comentó Ángel es cierto, te sientes intimidado por el contacto físico, acaso son ¿traumas de la infancia? — cuestionó con burla el monarca, provocando que Alastor tuviera unas ganas enormes de borrarle aquella sonrisa.