Te amo

El acosador

Estuve toda la noche pensando en esos mensajes, la persona que me los mandaba era muy insistente. Llegué a bloquear cinco números, pero seguía escribiéndome, hasta que decidí responderle.

Número desconocido

¿Quien eres?-

-Eso no importa, pequeña, lo que importa es que, cuando te vi supe que eras la persona que he estado buscando desde hace tiempo.

¿A que te refieres?-

-Pronto lo sabrás,no te desesperes.

El desesperado aquí eres tu, me escribiste desde cinco números diferentes, ¿no crees que eso es un poco MUY raro?-

-Es que eres muy testaruda, y me gustan las mujeres así.

Estaba a punto de responder cuando de repente Nathaniel soltó un eructo que hizo eco en la habitación.

-Puerca-dijo el adormilado.

-Tu hermana-me defendí.

-¿Qué haces?-se acercó a mi hombro para mirar por encima de este-¿Le respondiste?,¿No te dije que lo bloquearas?-dijo medio molesto.

-Lo hice, cinco veces y aun así me escribió, no se como lo hizo.

-Si, bueno, ya cállate que quiero dormir un poco mas antes de ir a la escuela-dijo acostándose de espaldas a mi.

-Nat.

-¿Hmm?

-Es sábado.

-Sábado con "s" de dormir.

-¿Qué?

-Te dije que no quiero cenar pavo.

Suspire sin ganas de seguir la conversación sin sentido. Nathaniel estaba medio dormido y eso era equivalente a intentar hablar con un drogadicto. Me levanté de la cama y me senté en mi escritorio. Prendí mi computadora y me di cuenta de que quien sea que me escribió también me mandó correos, eran mas de 60, cada uno de diferentes cuentas, pero sabia que eran de la misma persona porque la conversación de estos siempre empezaba con "mi flor morada".

¿Qué carajos significaba eso?

¿Por que esta persona me insistía tanto?

Lo que verdaderamente me intrigaba demasiado era el como esta persona pudo haber conseguido mi número. Solo tenia agregadas a mi madre y mis mejores amigos, los cuales eran solo cuatro. Mi madre me sacó de mis pensamientos al abrir la puerta.

-Hija, ya me voy a trabajar.

-¿A esta hora?-mire el reloj y vi que eran las 5:27

-Si, es que Gustabo dijo que me tenia una sorpresa y sabes que amo las sorpresas

-Con tal de que esa sorpresa no sea un hermano, para mi esta todo perfecto-me volví a mi computadora.

-jaja que divertida-rió sin gracia.

-¿Que quiere el pueblo? sexo-dijo Nathaniel desde mi cama.El era de esas personas que hablaban dormida.

-Y tu trata de no darme un nieto, estás muy joven para eso-

-¡Mamá!-La mire enojada.

-¿Que?, Nathaniel parece querer un hijo y si tienes un hijo con el... no me molestaría la verdad-Sonrió carismática.

-Mamá no voy a tener un hijo-Rodee los ojos.

-Bueno una hija entonces, pero me gustaría que heredara el pelo rojo de Nathaniel.