PERVERT ✨TaeKook/KookV✨

✨Unico✨

Una vez más sus ojos se dirigían a su muñeca, aquella pequeña aguja marcando los números en su lujoso reloj parecía no querer avanzar. Sus nalgas ya se sentían ligeramente adoloridas por todo el tiempo que llevaba sentado en su asiento, era cómodo, Jungkook siempre solía viajar en primera clase por los beneficios y comodidades de ésta en especial en vuelos largos, sin embargo ésta vez todo le parecía insuficiente a pesar de que el asiento era suave y amplio.

La chica de uniforme y peinado pulcro le entregaba su tercer trago, no solía tomar alcohol mientras viajaba en especial si sus viajes eran con destino laboral, esa tarde iba de regreso a casa, feliz de haber resuelto con éxito sus responsabilidades y cansado por lo ajetreado de la faena, odiaba tener que salir del país a resolver personalmente los por menores de la compañia pero sabia que nadie mejor que él podría hacerlo.

Se suponía que tardaría dos semanas fuera de casa, todo estaba minuciosamente planeado para exactamente ese tiempo, incluso su ropa fue acomodada con una cantidad contada, así que cuando su padre le llamó para que evaluara un proyecto en New York casi salió humo de su cabeza, aquello suponía un desequilibrio en su agenda que le costó una jaqueca esa tarde, así que debía salir a comprar una que otra cosa personal y algunos otros atuendos para verse presentable e implantar ante los demás ejecutivos esa agobiante personalidad que le caracterizaba.

Aquellas dos semanas de trabajo se habían convertido en un largo mes, las horas de vuelo se le hacían extenuantes y temía no llegar a tiempo para la cena en casa de su hermano Hoseok, a penas y le daría tiempo de salir corriendo del aeropuerto para llegar directo al lugar, su primo Yoongi estaría esperándolo para recogerlo mientras sus demás amigos seguían organizando todo.

Mierda, era el cumpleaños de su hermano y ni siquiera había tenido tiempo de comprar un regalo decente, el tipo tenía dinero suficiente para comprar lo que quisiera, ¿qué podría regalarle? Su sonrisa se ensanchó volviendo a recordar lo que llevaba en una de sus maletas, estaba seguro que a Hoseok le encantaria el regalo que compró a última hora para él.

Desviando su miraba hacia la ventanilla, comenzaba a ver abriéndose paso entre nubes la cuidad que tan diminuta se veía, suspiró profundo y le dio fondo al licor en la copa, era cuestión de minutos para que avisaran por los altavoces todo el protocolo y por fin poder aterrizar. De soslayo vio a la azafata rubia volver a su lado para tomar la copa vacía y ofrecerle algo más pero el negó con semblante amable, no había pasado por alto las miradas y coqueteos que la mujer le dirigía mas él sólo sonreía y miraba la pantalla de su móvil, ignorándole.

Negaba con su cabeza mientras la mujer se alejaba, cómo tener ojos para alguien más si en casa le esperaba el amor de su vida, ese pervertido que en todo ese mes de ausencia le había llamado cada noche sólo para que escuchara sus gemidos, colgando y enviando luego vídeos de su culo invadido por ese maldito dildo de cristal que él mismo le había comprado, recordarlo hacía que su polla se endureciera en sus pantalones, definitivamente Kim Taehyung había jugado con su cordura durante todos esos días que no estuvo en casa. Amaba su forma "sutil" de demostrarle que lo extrañaba.

No supo en qué momento cerró sus ojos y recostó su cabeza, mordía sus labios de forma inconciente cuando un toque suave le hizo abrir los ojos nuevamente, a su lado nueva vez yacía aquella mujer rubia y en su mano había colocado un pequeño pedazo de papel, Jungkook la miró desde su lugar y ella sonrió, él procedió a desdoblar el papel encontrando un número telefónico, suspiró y volvió a mirarla, no quería ser grosero pero trece horas de vuelo más coqueteos cada media hora se le hacían suficientemente cansado.

— Cariño, soy homosexual y tengo novio.— dijo sin más, ofreciendo una mueca de sonrisa.

La mujer no pareció inmutarse por el hecho de sus preferencias, de hecho juró ver sus ojos iluminarse un poco más y antes de ella gesticular palabra, una voz le interrumpió anunciando que estaban a minutos de aterrizar y que colocaran sus cinturones.