¿Qué pasó?

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El Sol fue el primero que vi, no había nadie más que nosotros dos en esa pequeña fracción del universo, no recuerdo cuándo aparecieron más como yo, uno cada vez más grande que el anterior a comparación mía y me hizo sentir inseguro con mi tamaño. Sol siempre me recordaba que no importaba pero no quería escucharlo.

No existían los nombres, no recuerdo cómo te presentaste pero lo que sí se, es que te volviste muy importante para mí.

—¡No sabes lo que está pasando en mi superficie!

Te me acercaste un día, te veías muy contento y me contagiaste esa sonrisa, habían indicios de vida en ti, se veía más próspero que en el planeta rojo y estabas muy emocionado.

—¡Felicidades!

Ese abrazo siempre lo tengo en mente, la felicidad que me mostraste con ese simple afecto me hizo creer que nada iría mal a partir de ahí.

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Tu superficie se veía hermosa con esos colores tan llamativos, verde y azul, eras más cuidadoso con lo que hacías por que no querías terminar como el otro planeta, pero seguías siendo el mismo...

¿Cuándo cambió eso?

—¿Crees que pueda llegar a tener vida inteligente?

—Sin duda, cuando pase te juro que yo solo iré más allá de lo asteroides para hacerte una corona con los materiales más hermosos que encuentre.

Te vi sonrojarte, me encantó eso y mi núcleo se empezó a calentar como ya había ocurrido otras veces el verte.

—Lo usaría todo el tiempo...

Te vi acercarte a mi rostro, me puse nervioso y sentí tus labios en mi mejilla, un dulce beso se depositó ahí y una boba sonrisa empezó a aparecer en mi boca.






...







Pero ocurrió una tragedia, dos planetas chocaron, parece que uno de ellos era importante para ti por que lloraste por un largo tiempo, no sé cuanto habrá sido, unos mil millones de años tal vez y descuidaste por completo tu vida. Los destellos de mi primer amigo empezaron a atacarte y fue tarde cuándo te diste cuenta de que varias nubes amarillas te cubrieron por completo, no podía ver qué había pasado con tus seres vivos.

Creo que ahí fue cuando todo se arruinó, no supe cómo ayudarte ni si quiera te consolé, tenía miedo de lastimarte más de lo que ya estabas. Una vez encontré un material con un color hermoso, me recordó a ti y con la ayuda de mi amigo destellante le di una forma hermosa, la que planeaba hacer cuando tuvieras vida inteligente pero no supe cómo entregártela y solo la dejé flotando en tu órbita ha esperar a que la encuentres. No sé que habrá sido de ella.







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¿QUÉ PASÓ?//MercurioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora