Capítulo 1: Gula.

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Zenji se encontraba trabajando agarrando el cartel de los caballeros sagrados como siempre, lleva así trabajando desde siete años, ya que sus padres murieron en un incendio cuando él apenas tenía cinco años. Pocos minutos después aparecieron tres caballeros sagrados: Lina, Cristofer y Alberto, los tres eran hermanos y los caballeros que dieron el trabajo a Zenji, y los mismos que se burlan de él cada vez que vuelven de una expedición. —Espero que hayas trabajado duro Zenji—. Dice Alberto, mientras Lina y Cristofer se ríen de él, Zenji sin nada que hacer, solo tener mucha hambre, solo le queda esperar a que le den su paga y pueda ir corriendo a por unas patatas, pero los tres hermanos empezaron a burlarse de Zenji como entretenimiento, pero poco después aparece Elizabeth, —Déjenlo en paz, me parece increíble que unos caballeros sagrados se comporten de una manera poco civilizada— Dice Elizabeth mientras los regaña. —Elizabeth deja de meterte en los asuntos de otros, Zenji trabaja para mí, a sí que tengo derecho hacer lo que me dé la gana con él— Dice Alberto con cara de molesto, —No hay ningún derecho a tratar como basura a las personas, somos caballeros sagrados, estamos para proteger a las personas, no a tratarles mal—, le responde Elizabeth, Alberto molesto se va y le tira dos monedas de plata en la cara de Zenji así yéndose del lugar. —¿Te encuentras bien?— Le pregunta Elizabeth a Zenji, —S... Sí, estoy bien, muchas gracias por ayudarme señora Elizabeth—, —No hace falta ser tan formales, me puedes llamar Elizabeth a secas— Le dice mientras sonríe, —Bueno, me tengo que ir a trabajar, espero que descanses bien y que comas bien, toma, te lo regalo—. Elizabeth coge la mano de Zenji y le da veinte monedas de plata, eso equivaldría a más o menos poder comer buenas raciones en la taberna. —Elizabeth, no puedo aceptar esto, no hice nada para merecer tal cantidad de dinero—, lo dice mientras le rugía el estómago, Elizabeth se ríe y dice —Al parecer tu hambre está feliz de recibirlo— Lo dice mientras se ríe gentilmente, —Bueno ahora sí, iré a trabajar, cuídate—, mientras Elizabeth se iba, Zenji se fue corriendo a la taberna, ya que se moría de hambre.

Al llegar a la taberna, Zenji pensó mejor y decidió ahorrar el dinero y pidió un plato de arroz, lo cual costaba siete monedas de plata, Zenji feliz de comer tal cosa, se echó a llorar de alegría, puesto que lleva comiendo patatas durante siete años. Ya siendo de noche y Zenji acabando de comer su plato bien a gusto, salió de la taberna para ir a dormir en las calles, ya que no tiene casa, mientras encontraba un banco cómodo para dormir, escuchó un sonido de cristales rompiéndose, vio que era un ladrón llevando una bolsa grande y atrás suya le perseguía Elizabeth, Zenji vio la situación y supo que era una persecución a sí que quiso ayudar a Elizabeth, ella escucha los gritos de Zenji y se acerca a él, —Que oportuno Zenji, necesito tu ayuda, necesito que rodees en la esquina de la plaza e intentes atrasarle para así pillarle—. Zenji entendiendo el plan va corriendo lo más rápido possible para rodear al ladrón. Zenji llegando a su posición, ve que el ladrón entra a un almacén abandonado para esconderse, —Eh tú, detente—. Grita Zenji mientras va a por él, cuando Zenji entra al almacén no encuentra al asesino, todo estaba vacía y sin rastro del ladrón, un rato después algo le golpea a Zenji, confuso de que estaba ocurriendo, vio al ladrón apareciendo, al parecer su habilidad única es la invisibilidad, —Que haces tu aquí mocoso, te tendré como rehén para escapar de esa caballera sagrada—. Zenji supo que esa caballera sagrada era Elizabeth, el ladrón se acerca rápidamente a Zenji con un cuchillo intentando hacerle una herida en las extremidades para que no pueda moverse. —Mala suerte mocoso, si no te hubieras metido en esto, no acabarías así—, Zenji intenta esquivar sus ataques, pero le llega apuñalar en su brazo, Zenji gritando de dolor intenta sacar el cuchillo de su brazo, así usándolo como arma de autodefensa. —Ja, que piensas hacerme cuando solo puedes usar un brazo—, el ladrón teniendo razón, además de que Zenji nunca usó una arma, menos podía con su brazo herido, pero eso no le acobardó e intentó hacerlo, pero el ladrón ya era un aficionado que solo esquivaba sus ataques fallidos, Zenji se rinde de atacarlo y decide usar otro método, se acerca de frente al ladrón, tira el cuchillo hacia arriba e intenta usar su puño para intentar meter un gancho, pero el ladrón lo esquiva y lo patea en el estómago, Zenji tumbado en el suelo sin poder moverse y el ladrón acercándose a él mientras tiene una sonrisa en la cara dice, —Pensé que tenías conocimiento común, pero preferir tirar el cuchillo y venirme a puño, te hizo ver como un estúpido—, lo dice mientras se ríe, pero Zenji tenía otro plan, el cuchillo que tiró hacia arriba empezó a caer y acabó clavando la cabeza del ladrón, así matándole, el plan de Zenji era lanzar el cuchillo e intentar atraer al ladrón en la ubicación donde caería el cuchillo.

Zenji levantándose victorioso después de ganar a alguien con más experiencia que él, empieza a sentirse mal y sus ojos empiezan a brillar de un color morado, empieza a sentirse náuseas y algo sonaba en su cabeza, —Habilidad única activada, sé a absorbido la habilidad única del enemigo—. Zenji sin entender lo que pasaba en su mente aparecieron unas estadísticas y se puede ver los puntos de fuerza, agilidad, percepción, magia y habilidades únicas, en habilidades únicas aparecía: invisibilidad, la habilidad del ladrón y sus estadísticas eran absorbidas por Zenji, y también había la habilidad llamada gula. Zenji entendiendo poco a poco y entendió que su habilidad consistía en comer habilidades de personas que él mataba, la gula significa: el deseo de comer de manera incontrolada y desmesurada. La habilidad única de Zenji al fin se ha activado, por una extraña razón Zenji ya no sentía hambre, tal vez sea porque al fin alimentó su hambre con esa habilidad.

Elizabeth entra al almacén y encuentra a Zenji herido y al ladrón en el suelo muerto, —¿Qué pasó aquí?, Zenji le contó como derrotó al ladrón, pero no le contó sobre su habilidad única, —Eres increíble Zenji, nunca se me habría ocurrido esa estrategia, eres realmente un genio—Dice Elizabeth mientras se sorprende y le agarra la mano, después ve la herida del brazo y lo trata rápidamente antes de que empeore, más tarde Elizabeth coge la bolsa que resultó ser monedas de oro que fue robado de unos burgueses y al cadáver del ladrón para enterrarlo, —Muchas gracias Zenji por tu ayuda, si quieres puedes pasar por mi casa hasta que te sane la herida—, Zenji sorprendido de que le haya pedido tal oferta, es obligado a rechazarlo, porque quiere descubrir más sobre su habilidad única, — No hace falta gracias, tengo cosas que hacer y es muy urgente— Zenji se va corriendo del almacén dejando a Elizabeth sola.

Al día siguiente Zenji se va al bosque con el cuchillo de ayer e intenta derrotar algunos monstruos, cuando aparecieron unos goblins, Zenji fue a por ellos, Zenji le costaba moverse y no era muy bueno y con poca fuerza, pero ahora, es bastante rápido, controla bien y tiene más fuerza que ayer, eso es debido de las estadísticas del ladrón, cada goblin que mataba, ganaba puntos en sus estadísticas: fuerza: 100, agilidad: 120, percepción: 60, magia: 100, poco después aparece un goblin mago, Zenji con sus estadísticas logra acercarse con velocidad, el goblin le lanza algunos conjuros de fuego, pero Zenji logra esquivarlos por poco, cuando Zenji alcanza al goblin le consigue cortar el cuello así ganando más puntos de estadísticas y una habilidad única: Bola de fuego. —Increíble, bola de fuego, eso significa que al fin podre usar magia—, Zenji intenta tirar una bola de fuego y logra hacerlo, se emociona de que ahora pueda trabajar como aventurero, pero poco después pensó que sospecharían de como alguien que solo tenía hambre de repente consigue habilidades y más poder, a sí que decidió ocultarlo y usar su habilidad de noche.

Estadísticas de Zenji: fuerza: 170, agilidad: 210, percepción: 80, magia: 110.

La Sombra con hambre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora