En el día siguiente el pequeño Warlley se levantó más temprano de lo normal, el reloj marcaba las 6am y el con ansias se levantó.
Una vez de pie lo primero que pensó fue en molestar a su hermano mayor, rió entre dientes y corrió hasta su habitación, una vez allí, se escabulló por debajo de las sábanas, su hermano se encontraba en un sueño profundo, sería algo complicado levantarlo y el lo sabía.—¡Yerllay, Yerllay! Despierta ya es de día, ¿no quieres ver el sol conmigo?.
Dijo Warlley mientras sacudía a su hermano, quien solamente dio un sonido de irritación ante las molestas acciones de su hermano menor.
—Es muy temprano Warlley, lárgate a dormir.
Dijo Yerllay con una voz aguda debido al sueño que sentía, al no querer ser molestado, se cubrió completamente a sí mismo con la manta de su cama, cosa que a Warlley le molestó.
Warlley fingió un puchero y descubrió a Yerllay suplicando con una suave voz.—¡hermanito porfavor! Dijiste que me acompañarías.
Yerllay dio un suspiro y negó con su cabeza, luego de segundos se sentó en la cama tallando sus ojos con sueño, al dar un pequeño bostezo miró a su hermano menor y habló.
—Esta bien, anda y despierta a Darlley, de seguro el también querrá ir ¿no?
Dijo Yerllay aquel plan, plan el cual le encantó a Warlley, Warlley con rapidez salió de la habitación ajena para dirigirse a la otra habitación de su otro hermano.
Yerllay dio un suspiro de alivio y se volvió a acostar con completa tranquilidad.—Tontito.
Dijo en pequeñas risas para así volver a cerrar sus ojos.
Warlley una vez que había llegado a la habitación de su segundo hermano dio pequeñas risitas y a el se abalanzó.
Con sus pequeñas manitas intentó abrir los ojos de su hermano mientras lo sacudía.—¡Darlley, Darlley! ¿Estas despierto?
Preguntó el pequeño Warlley al ver a su hermano en un profundo sueño, frunció su ceño y se sentó al lado opuesto para empezar a sacudirlo.
—Hermanitoo, es de día, ¡dijiste que me acompañarías a ver el sol!
Darlley dio un bostezo mientras se sentaba lentamente en la cama y miraba a su hermanito menor con una sonrisa con resplandor.
—Buenos días pequeño..
Dijo Darlley con voz cansada mientras daba un segundo bostezo y frotaba sus ojitos cansados, luego dio un sonido de sorpresa cuando Warlley lo abrazó y acercó.
—¡Vamos Darlley! La mañana es joven.
Dijo Warlley para así ponerse de pie y correr libremente hacia el centro de aquella mansion, Darlley se quedó sentado y entre risitas murmuró para sí mismo.
—Warlley nunca pierde su energía.
Murmuró Darlley para así levantarse.
Luego de minutos, los dos hermanos fueron a ver a Yerllay para poder levantarlo una vez más, pero el ya no estaba, pensaron que se había adelantado y sonrieron.
Con cuidado y sin que sus padres los descubrieran, salieron cautelosamente de la mansion, los dos se escabulleron por los callejones del reino lunar para evitar que los habitantes los vieran, las calles eran coloridas y la gente cantaban sus canciones y hablaban entre sí.
Los dos hermanos rápidamente aprovecharon para salir del reino lunar, pudieron ver como aquella barrera que dividía a los dos reinos de desvanecia a su alrededor, y la oscuridad fue remplazada por claridad.
Al mirar el cielo, los los hermanos se encontraron sorprendidos.
Los ojos de Warlley brillaron como dos faroles, pues estaban viendo al sol por una vez más, esto estaba prohibido pero a él no le importaba.—Warlley..deberíamos irnos de aquí, si nos descubren estaremos muertos.
Dijo Darlley mientras el viento jugaba con sus cabellos celestes, pero al ver la mirada de felicidad en su hermano menor pensó seriamente si irse o nó.
Darlley dio un suspiro profundo y sonrió, sonrisa la cual se fue cuando...—!Hey, niños, no tienen permiso de estar aquí!
Gritó una voz adulta, como de un señor mayor, la felicidad de Warlley se desvaneció al ver uno de los guardias lunares correr hacia ellos, Darlley se había quedado paralizado por el miedo, pero no fue cuando alguien jaló las manos de los dos hermanos para así empezar a correr.
—¡Hey, vuelvan aquí!
Gritó el guardia siguiéndolos.
Darlley levantó su mirada para ver de quien se trataba y logró visualizar a Yerllay, su hermano mayor quien solo mantenía su mirada en frente mientras corría con sus hermanos menores.—Sabía que esto era una mala idea, debes dejar ir tus sueños Warlley.
Dijo Yerllay en un tono frío y cortante mientras mantenía un ritmo constante al correr.
Warlley bajó su mirada reflexionando las palabras de su hermano mayor y dio un suspiro de arrepentimiento.
Luego finalmente lograron llegar nuevamente a las calles de la nación lunar, los ciudadanos los veían de manera extraña, pues de alguna forma sabian que ellos habían ido a las afueras del reino, Los dos hermanos menores bajaron sus miradas y simplemente siguieron de camino hacia aquella mansion.
Al llegar su madre los esperaba con dos guardias a los costados, su semblante se veía enojado y sombrío, y su mirada se posó fijamente sobre Warlley.
Luego llegó una segunda persona, un hombre de alta estatura, cabellos carmesí y unos ojos profundamente amarillos.—Padre, los traje de regreso tal como pediste.
Dijo Yerllay mientras apretaba con fuerza la mano de su hermano más menor, el cual dio un quejido de dolor.
Yerllay sabía perfectamente que iba a pasar y no quería que Warlley saliera herido.—Yerllay muevete.
Exclamó Lázarot, padre de los tres hermanos.
Yerllay mantuvo su mirada fija en su padre y colocó a su hermano detrás de él para protegerlo, cosa que molestó a Lázarot, quien se acercó lenta y amenazantemente a Yerllay y así detenerse frente a él.—¡dije que te movieras!
Yerllay mantuvo su mirada en frente y su postura firme, no soltó a su hermano para nada, de verdad, para nada, su agarre se hizo más fuerte y frunció su ceño a su padre.
—¿Con que así?..
Antes de que hubiera una palabra más, la mano de Lázarot tomó firmemente la mano de Yerllay y lo miró con rudeza.
—Warlley, Darlley, a su habitación..¡ahora!
Exclamó Lazarot mientras su agarre se hacía cada vez más fuerte sobre la mano de su hijo mayor haciéndolo quejarse de dolor.
Warlley no quería irse e intento detener a su padre, Darlley rápidamente detuvo las acciones de su hermano menor y lo miró fijamente a los ojos.—debemos irnos.
Dijo Darlley y sin dar más explicaciones tomó la muñeca del menor y lo llevó hasta su habitación.
Warlley dio un quejido de negación mientras intentaba soltarse del agarre de su hermano, logró gritar el nombre de Yerllay antes de que se cerrará esa habitación.
Una vez que se escuchó el golpe de la puerta cerrarse, Lázarot miró fijamente a su hijo mayor y apretó su agarre en la muñeca ajena provocando un sonido de dolor.—No te hagas el fuertecito conmigo niño.
Dijo Lázarot.
Yerllar alzó su mirada hacia su madre en busca de ayuda, quien solamente bajó la mirada y decidió retirarse.
Yerllay vio esto con un dolor en la alma y frunció su ceño mirando fijamente a su padre.—¿Me golpearas solo por cumplir el sueño de mi hermano?..
Dijo Yerllay.
—¡SABES CUALES SON LAS REGLAS, MALDITA SEA!
Exclamó Lázarot tirando bruscamente a su hijo directamente hacia el suelo, Yerllay dio un quejido de dolor para después de segundos soltar una pequeña risita, alzó su mirada y miró fijamente a su padre con una sonrisa determinada.
—¿tu quieres que siga las reglas, padre?..Cuando sabes muy bien que tu fuiste el primero en..romperlas.
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★~•°Lazos rotos°•~★
Fantasy-•Aveces compartir tu corazón con personas que ames puede ser tu perdición, mejor concéntrate en ti y luego..en ellos. >