Mi celular estaba apagado desde ayer, luego de haberle cortado no quería tener que afrontar su enojo.
—¿Qué te pasa?
Mire al frente, mi madre estaba allí, sentada en la otra punta de la mesa.
—Nada.
No había notado que quizás había estado algo perdida en mis pensamientos, pero mi madre siempre notaba cuando mi humor no estaba al 100%. Mire a mi mejor amiga, la cual estaba sentada a mi lado, compartimos una mirada cómplice. Aún no había hablado con mi madre al respecto, no sabía cuándo lo haría, decírselo sería aceptar que la ruptura era real.
—¿Segura? —asentí con la cabeza —, bueno...
Claramente no me creyó y, para mi suerte, la conversación no continuó ya que mi padre llegó de trabajar y la comida estaba a punto de ser servida.
El almuerzo transcurrió normal, con algunas charlas triviales de cosas de la familia y demás. Apenas di el último bocado me levanté para lavarme los dientes, solía hacerlo así ya que debía irme para no llegar tarde al liceo.
Llegué al liceo unos veinte minutos antes de que las clases comenzarán, no me gustaba llegar tarde. En el patio me encontré con mis compañeros, bueno, con los que mejor me llevaba. Denisse, Maia y Luisana. Estaban en un banco grande de hormigón, en el cual entraban bastantes personas. Me acerqué a ellas intercambiando una sonrisa apenas cruzamos miradas.
—Hola —la primera en saludarme fue Maia.
Las salude a las tres con un beso en la mejilla y luego me senté en un espacio libre entre Maia y Luisana. Comenzaron a hablar del chico con el que Maia estaba saliendo.
—Me dijo esto.
Nos mostró a todas la captura de pantalla de una conversación en instagram.
Alex: La verdad es que sos demasiado hermosa.
Levante la mirada del celular y vi como me sonreía, me sentí feliz por ella, pero realmente no me sentía feliz por ver una pareja formándose, ¿cómo terminaría?
—Mi novio me dejo —susurre luego de que bajara su celular.
Noté sus miradas fijas en mí, sorprendidas.
—¿Qué pasó? —fue Denisse quién se atrevió a preguntar.
Luisana me agarró de la mano y comenzó a hacer círculos en ella, supe que era su forma de brindarme contención.
Comencé a recordar de nuevo, pero los recuerdos de peleas se mezclaron con el recuerdo de la noche anterior, recordé a Bautista y de alguna forma eso logró que las lágrimas que se habían formado no salieran de mis ojos.
—Discutimos.
—Pero tuvo que haber sido una fuerte para que terminaran —realmente no lo había sido.
—Ha habido peores.
Me miraban con curiosidad, pero a su vez con lástima. Comencé a contarles un poco por arriba lo que le había contado a Bautista la noche anterior.
—Es un estupido, Abi — lo dijo con firmeza Maia.
—Demasiado estupido —prosiguió Luisiana.
—Concuerdo —Denisse fue la última.
—Yo también concuerdo, pero aún así..., aún así todo es diferente, pasó un año y todo ha cambiado en mi vida...
—No puedes quedarte simplemente por lo que haya cambiado, ahora nos tienes a nosotras y a los demás —se refería a los demás del <<grupito>> que faltaban —, todo va a estar bien.
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Por si algún día me amas
RomanceNo es fácil estar enamorada de la idea de que alguien me ame, porque nadie me ha amado como quiero que lo hagan. Él tampoco me amo como quise que me amara, o quizás nunca me amo en absoluto. Pero solo escribo esto para que él algún día lo vea, p...